“La crisis de Ucrania ha pospuesto la necesaria autonomía estratégica de Europa”

“Nos enfrentamos a un mundo muy complicado: estamos asistiendo al fin de una era, del mundo tal y como lo conocemos; Rusia ha dado una patada al orden estratégico de Europa y no sabemos lo que va a pasar”. Éste es el diagnóstico de Jorge Dezcallar, diplomático de carrera, embajador de España en Marruecos, Estados Unidos y la Santa Sede, y director del Centro Nacional de Inteligencia, sobre la situación geopolítica actual, marcada por el conflicto de Ucrania.
Su última obra, “El fin de una era”, publicado por La Esfera de los Libros, aborda la guerra de Ucrania no sólo como un conflicto en sí mismo, sino como el desencadenante de un cambio de paradigma en el mundo, con un progresivo desplazamiento del poder económico desde Europa a Asia.

Durante la presentación del mismo, en la madrileña librería Lé, Dezcallar explicó el cambio que se está registrando en Europa, “que fue establecido en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, en las conferencias de Bretton Woods y San Francisco, y que no responde a la realidad actual. El mundo ha cambiado desde 1945, pero el Consejo de Seguridad de la ONU sigue teniendo los mismos cinco miembros permanentes, obviando, por ejemplo, la pujanza demográfica de la India. Y los países emergentes quieren un nuevo reparto de poder en organismos como el FMI o el Banco Mundial”.
La guerra de Ucrania
Sobre la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el diplomático afirmó que “Rusia quiere volver al dominio que tuvo en la época de los zares o con la Unión Soviética, pero ya no tiene capacidad para ello. Por eso invade Ucrania, para crear una zona de seguridad, igual que hizo Hitler en su momento. Le salió bien en Crimea, una operación militar que se saldó con unas sanciones internacionales que apenas representaron el 1% del PIB ruso. Pero en Ucrania se le ha complicado, porque no contaba con que Finlandia se iba a unir a la OTAN y Suecia iba a solicitar su ingreso. En consecuencia, las fronteras de la OTAN se han acercado en vez de alejarse”.
Según Dezcallar, Rusia argumenta que parte de su población quedó fuera de sus fronteras cuando desapareció la Unión Soviética y tiene derecho a protegerla: “Putin argumenta incluso que Ucrania no existe, que fue un invento de Lenin. El problema es que, si aceptamos esa teoría, Rusia podría continuar invadiendo otros países como Letonia o Moldavia”.

En cuanto a los apoyos de ambos contendientes, Dezcallar sostiene que “muchos países del sur global consideran la guerra como una pelea fronteriza entre países ricos y creen que Occidente se comporta con hipocresía, porque no reaccionó así cuando Estados Unidos invadió Irak o en el conflicto entre Israel y Palestina. Además, Rusia ha ayudado a muchos países africanos y sudamericanos a obtener su independencia”.
El exembajador no ve una solución fácil al conflicto: “podría ser, si Ucrania acepta, una solución como en Corea, en torno a una delimitación territorial. La gran diferencia es que en Europa no va a haber 30.000 soldados estadounidenses haciendo respetar ese acuerdo”.
El conflicto de Gaza
Durante la charla que mantuvo el diplomático retirado con los periodistas, se habló también del conflicto de Gaza, “que ha sido un auténtico regalo para Putin, porque retira a Ucrania de las portadas de los periódicos y acentúa el cansancio de los apoyos internacionales a Ucrania”.
En su opinión, “sin resolver antes la cuestión de los rehenes, no se puede buscar una solución al conflicto. Las exigencias de Hamas, que pasan por la retirada de Israel de Gaza, no son asumibles por Israel, que ha retirado al Mossad de las conversaciones que se están llevando a cabo en Doha. En estos casos, ya se sabe que los servicios de inteligencia desbrozan el camino y la diplomacia pone la guinda”.
Dezcallar criticó el hecho de que Europa no haya sido capaz de adoptar una postura común al respecto: “la opinión pública española está consternada por lo que está viendo, pero la petición de España e Israel no tiene futuro. Hay países como Alemania o Austria que tienen mala conciencia por lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial y consienten más a Israel. Es complicado, pero en cualquier caso no hay que confundir a Hamas con los palestinos, ni tampoco confundir el antisemitismo con el antisionismo”.
El futuro de Europa
En cuanto al futuro de Europa, Dezcallar opina que “la crisis de Ucrania ha pospuesto la necesaria autonomía estratégica de Europa. Llevamos años confiando en que Estados Unidos asuma la mayor parte de la defensa de la OTAN y eso, si Trump llega a la Casa Blanca, se va a acabar. El problema es que Europa como tal no existe: no es un superestado, no tiene una política exterior y de defensa comunes; y si no vamos a ser un actor importante en el nuevo orden internacional, será muy difícil que mantengamos nuestro nivel de vida”.
Para el diplomático, “Europa necesita unirse: con la amenaza de Trump de abandonar la OTAN y acercarse a Putin, Europa puede encontrarse de repente en un descampado, lloviendo y sin paraguas”.