Bruselas se niega a acoger un Bélgica-Israel de la Liga de Naciones

La ciudad de Bruselas, capital de Bélgica y sede de la Comisión y el Parlamento de Europa, ha decidido negarse a acoger el partido de fútbol entre las selecciones de Bélgica e Israel de la Liga de Naciones, previsto para el próximo 6 de diciembre. Así lo anunció el alcalde de la ciudad, Philippe Close, al término de una reunión de su consejo municipal: “El creciente número de manifestaciones en apoyo de la causa palestina en toda Bruselas ha hecho que la atmósfera en torno a la organización de este partido y las medidas de seguridad que habría que implementar sean bastante insoportables”.
El edil bruselense explicó que “tras un análisis cuidadoso y profundo, debemos concluir que el anuncio de un partido de este tipo en nuestra capital, en estos tiempos particularmente volátiles, conduciría sin duda a grandes manifestaciones y contra protestas, poniendo en peligro la seguridad de los espectadores, los jugadores y los residentes de Bruselas, así como a nuestras fuerzas policiales”. Respecto de estas últimas, Close señaló que “desde el 7 de octubre de 2023 la Policía ha sido llamada continuamente para garantizar la seguridad diaria de la ciudad, en particular para gestionar el gran número de manifestaciones resultantes de estas tensiones internacionales”.
La Unión Belga de Fútbol (UBF) lamenta la decisión adoptada por la ciudad de Bruselas y publicó de inmediato un comunicado en el que dice “entender y compartir la preocupación por la situación en Israel y Palestina”, al tiempo que lamenta tener que renunciar al impulso extra que siempre dan los aficionados belgas a los partidos que la selección juega en el Estadio Rey Balduino. La UBF dice haber esperado que el partido se jugara a puerta cerrada, al tiempo que lamenta la no celebración del encuentro en una ciudad que ya acumula una gran experiencia en la organización de grandes eventos. También señala que habían considerado como sede alternativa para dicho encuentro la ciudad de Lovaina, pero su consistorio también se negó a acoger el encuentro. El alcalde de la célebre ciudad universitaria, Mohamed Riddouani, alegó “razones de seguridad”.
Desde los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, el deporte representativo de Israel ha participado en competiciones internacionales en varios países. Los futbolistas, tanto del equipo nacional como de clubes, juegan en Hungría, mientras que los del equipo de baloncesto del Maccabi de Tel-Aviv se han instalado en la cancha del Partizan de Belgrado en Serbia durante dos tercios de su temporada de la Euroliga.
Entre la clase política, la reacción más contundente ha sido la protagonizada por Georges-Louis Bouchez, presidente del Movimiento Reformador (MR-Liberal), principal partido político de la Bélgica francófona, triunfador en las últimas elecciones federales. En su cuenta en X, Bouchez escribe: “¿Una democracia liberal ya no es capaz de acoger a un país democrático? Ni siquiera las peores dictaduras sufren esta humillación. ¿Quién puede negar, a la vista de esto, que en Bélgica existe un problema serio y grave?”
La polarización registrada a propósito de la celebración del partido Bélgica-Israel se ha acentuado, pues, al tiempo que Israel decidía contestar al requerimiento efectuado por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, para la celebración de una reunión del Consejo de Asociación UE-Israel. Borrell había enviado a Israel un borrador de agenda, cuyo punto principal era “discutir la situación en Gaza y el respeto de los derechos humanos, conforme a las obligaciones asumidas por Israel en este acuerdo”. Asimismo, Borrell había declarado en rueda de prensa que el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE quiere saber de primera mano cómo piensa Israel aplicar la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia.
La respuesta de Israel se ha producido en Budapest, en donde el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, asintió a celebrar tal reunión, pero solamente después de que Hungría haya asumido la presidencia semestral rotatoria de la UE, lo que ocurrirá a partir del próximo mes de julio, tomando precisamente el relevo de Bélgica.
En su reunión bilateral con su colega húngaro, Péter Szijjártó, éste dijo que “la presidencia húngara de la UE se esforzará por restaurar la cooperación de la UE e Israel, suprimiendo el tono de reprimenda y de continuas lecciones [de Bruselas a Tel-Aviv]…”
Katz reconoció a Hungría “como un verdadero amigo de Israel”, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores magiar señalaba que “el creciente antisemitismo de la era moderna en Europa es el resultado de una política migratoria absolutamente irresponsable, bajo la cual una minoría vociferante anula a menudo la voluntad de una mayoría silenciosa”.