El Athletic luchó el partido hasta el 119 y goleó al conjunto de Xavi Hernández

El buen fútbol deja al Barça fuera de la Copa y sin excusas arbitrales

Xavi Hernández, entrenador del Fútbol Club Barcelona

La temporada del Barça se pone cuesta arriba. La derrota ante el Athletic de Bilbao 4-2 en San Mamés en los cuartos de final de Copa del Rey deja al equipo con la Liga y la Champions como únicos títulos por levantar esta temporada. Xavi ha pasado de decir que si no ganaba algo se marcharía a final de temporada, a afinar el tiro asegurando que si no gana y no compite entonces es cuando se va. Es evidente que todo lo que rodea al Barcelona fuera y dentro del terreno de juego es una polémica constante.   

Laporta se unió al entrenador que nunca quiso para atacar al colectivo arbitral y asegurar que la liga está adulterada porque su equipo no gana. El ruido que tapa el caso de Negreira es ensordecedor hasta que llega un equipo con ganas de jugar al fútbol y luchar cada balón para demostrar que el problema no son los árbitros, es una plantilla descompensada y un entrenador con más excusas que ideas.   

Lamal, Pedri, Balde, Guiu, Cubarsi o Fort son la esperanza azulgrana para el futuro, aunque todos tienen un precio y el Barça una deuda cada día más grande. Xavi se llevó el juego de esos chavales como lo más positivo de un partido que le ganó el Athletic en cada carrera y llegó a asegurar que son el futuro, aunque él ya no sea entrenador del Barça, algo que repitió en varias ocasiones. Pese a que dieran la vuelta al partido, el equipo no fue capaz de evitar otra goleada (11 goles en cuatro partidos) que dejan a Xavi peor parado que Koeman como el entrenador con más derrotas (25).   

El Athletic de Valverde es una filosofía de juego. La cantera vuelve a brillar cuando parecía que la Real Sociedad pegaba más fuerte. Los Williams tienen los días contados en La Catedral. Nico será una pieza importante para España en la Eurocopa e Iñaki hizo que los seis mil euros que se gastó el Athletic en un vuelo privado entre Madrid y París fueran la mejor inversión de la noche con un golazo en el 119 que deja al equipo en semifinales.   

La temporada será dura para el Barcelona. La plantilla hace meses que no confía en su entrenador después de la jugada de la directiva en Champions ante el Amberes haciéndole la convocatoria. Lewandowski ha pasado a ser un exdelantero que tiene olfato, pero que no quiere jugar al fútbol. Gündogan ya sufre una plantilla con mucha menos hambre que su City y en la portería Iñaki Peña no es Ter Stegen y eso se nota cuando la defensa es un flan y el rendimiento es tan bajo. Rafa Márquez lleva meses calentando porque es amigo de Laporta y de Deco.   

El día que le quitaron al Barça la capacidad de quejarse por los árbitros, Xavi tuvo que recurrir al rendimiento y a los jóvenes para justificar su partido y al ambiente de San Mamés para poner como excusa una derrota dolorosa. Las cortinas de humo se las lleva el viento a la misma velocidad que el club generará otra nueva polémica para que se hable de lo que quiere Laporta en lugar de la ruina de club que gestiona.