Xavi superó a Ancelotti y encontró las carencias blancas con una goleada en la que brilló Aubameyang con dos goles

El Barça derriba el Bernabéu y despierta los fantasmas del Real Madrid

photo_camera REUTERS/JAVIER BARBANCHO - El jugador del FC Barcelona Ronald Araujo celebra el segundo gol de su equipo

El Bernabéu llegaba a una nueva cita con la historia. Después de la remontada al PSG en Champions, todo indicaba a que el Barça sería un digno rival al que dejar a 15 puntos y sumir en la crisis en la que lleva desde hace años. Pero la camiseta negra auguraba una noche aciaga. Los 120 años del Real Madrid se celebraban con un diseño irrelevante por obra y gracia del marketing que tiene cautivo al club.

El Real Madrid jugó el Clásico del mes en el que cumplía años de color negro. El modelo ya quedará para la posteridad como el del 0-4 en una fría noche de marzo y por la que nadie querrá pagar 180 euros. Enfrente, el Barça tampoco mejoraba con un modelo amarillo reivindicativo de la causa política en la que Laporta quiere meter de lleno al club siempre que puede.

Por cosas de esa imagen irreal que quiere ofrecer LaLiga del fútbol español, no se vieron imágenes de Laporta en la grada junto a Florentino Pérez. El presidente catalán nunca se pudo imaginar que las ganas de volver al madridismo fueran mediante una goleada dolorosa. 

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Ancelotti ya puso sobre el césped del Bernabéu un equipo raro. Nacho en el lateral; Vinicius y Valverde por delante de Casemiro, Kroos y Modric; y Rodrygo solo en punta. Luego el dibujo fue cambiando hasta el punto de ver a Modric presionar al Ter Stegen en un desgaste doloroso para los presentes. 

El Barça de Xavi alineó a sus últimas compras que le han llevado de la ruina deportiva al éxito en apenas unos meses gracias a la vista gorda de algunos organismos. Aubameyang y Ferran en el once, aunque luego hubiera tiempo para Adama. Pedro es su nuevo Messi, aunque el 10 lo haya heredado Ansu Fati. 

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El Real Madrid prolongó esos buenos minutos ante el PSG y arrinconó al Barça en el arranque. Valverde tuvo la mejor ocasión que obligó a hacer una buena parada a Ter Stegen. Quién sabe si ese remate hubiera entrado de haberlo hecho un delantero en lugar de uno de los cinco centrocampistas que alineó Ancelotti.

A la media hora el Barça se había quitado de encima al Real Madrid y había tomado el control del balón. Poco a poco fue desesperando a los blancos que veían como Aubameyang le metía los tacos a Kroos en plena tibia sin ver ni amarilla. 

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Carvajal se vio de nuevo superado por un rival más rápido. Ferran le ganó varias carreras y eso llevó a Ancelotti a discutir airadamente con el lateral madrileño ante la mirada de todo el público. La discusión terminó en un cambió incomprensible por Mariano en el descanso.

Araújo hizo de cabeza el segundo tanto. Que pudo ser el quinto o el sexto si no llega a ser por las paradas salvadoras de Courtois. Militao y Alaba no engranaron bien y dejaron vendida a la defensa blanca. 

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En la segunda parte todo se vino abajo para Ancelotti en 10 minutos. El italiano decidió cambiar el dibujo para sorprender al Barça, pero se notaba que no había nada ensayado. Entre Ferran y Aubameyang prepararon el 0-4 y dieron por terminado el partido. El público desfiló porque el juego y la falta de calefacción tampoco lo ponían fácil. 

Camavinga, Lucas y Asensio no cambiaron nada. Mucho menos Mariano, un delantero que sigue quemando su potencial en el olvido blanco. Hazard y Jovic no tuvieron oportunidad en un claro mensaje de Ancelotti a los jugadores de que no piensa contar con ellos. 

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El Barça crecía gracias al despiste blanco. Hasta Piqué parecía un central solvente junto a un Eric García que solo aportó un intento de humillar a Vinicius para sacarle del partido. Dembele también tiene ganas de volver a ver a Laporta para hablar sobre su renovación en vista de la extraordinaria pareja que hace con Aubameyang.

En la victoria, Xavi fue mucho menos caballero que Guardiola. Al entrenador al que aspira parecerse nunca se le hubiera ocurrido decir que “el Real Madrid vive de los errores del rival”. Ese comentario en una situación tan complicada como la que vive su club da cuenta del perfil del entrenador azulgrana en la victoria, porque en la derrota ya conocemos su falta de autocrítica. 

Ancelotti tiene por delante hacer 16 puntos y esperar que un empate entre Barça y Sevilla les haga quitar una fecha del calendario. En el futuro cercano esta el Chelsea y Benzema. El delantero francés se ha convertido en un tipo indispensable para el juego blanco hasta el exceso. Carlo no quiere contar con nadie más si no está el francés. No confía en Hazard, Bale, Mariano o Jovic para el gol. 

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La derrota es más dura por la brecha que ha abierto en el juego del Real Madrid que por los puntos perdidos. El invencible equipo que se comió al PSG ha visto como entra agua por las vías justo en el peor momento de la temporada. 

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