El Real Madrid que viajó al Parque de los Príncipes de Paris liderado por Ancelotti, Benzema o Vinicius tiene un precedente malo en el fútbol de los años 90 y de los últimos momentos de la Quinta del Buitre.
En la temporada 1992-1992 el Real Madrid de Benito Floro llegaba al mes de marzo pujando por la Liga con el Barcelona y con el Deportivo de la Coruña de Arsenio Iglesias. Esa temporada el club blanco estaba inmerso en la Copa de la UEFA que se jugaba a eliminatorias directas desde el mes de septiembre. Un error podía ser fatal, pero el conjunto blanco supo golear al Timisoara en la primera ronda; al Torpedo de Moscú en dieciseisavos; al Vitesse en octavos hasta que llegó el momento de encontrarse con el Paris Saint Germain de Artur Jorge.
El 2 de marzo de 1993 se disputó el partido de ida en el Santiago Bernabéu. Butragueño y Zamorano pusieron el 2-0 hacia la primera media hora del partido y en el 89 Michel puso el 3-0 final de penalti. Buyo, Sanchís, Nando, Ramis, Lasa, Luis Enrique, Milla y Hierro completaron el once inicial de Floro. En el banquillo se quedaron Esnáider y Llorente, que tendrían minutos, junto a Jaro, Chendo y Alfonso.
Enfrente no tuvieron un rival muy digno de aquel partido, aunque tenía buenos jugadores que se harían un nombre en el olimpo años después. El portero Bernard Lama, Weah, Ginola, Dutruel como suplente o Paul Le Guen. Incluso Alain Roche vio la tarjeta roja en el 89.
El Real Madrid ganó su siguiente partido de Liga 1-2 al Valencia y empató 2-2 con el Logroñés. El 18 de marzo viajó al Parque de los Príncipes de Paris para afrontar la vuelta y meterse en los cuartos de final de la Copa de la UEFA.
La alineación de Floro tenía caras nuevas respecto a la ida. Entraba el central brasileño Rocha y el centrocampista Robert Prosinečki.
El colegiado húngaro Sándor Puhl fue el testigo de la contienda. Weah acortó distancias en el 33 tras un error de Buyo y así se fue el partido al descanso. Villarroya entró en el 65 como premonición al huracán que se iba a desatar en el distrito XVI de Paris. Ginola marcó el 2-0 en el 81 y Valdo el 3-0 en el 87. El Real Madrid puso la casta con un gol de Zamorano en el 93, pero en el 94 se consumó la tragedia con un gol de Kombouaré de cabeza.
Aquel partido ya empezó torcido en la previa con un monumental despiste que podía haberle costado caro al club blanco. La UEFA no permitía alinear a cuatro jugadores extranjeros y Floro comentó en rueda de prensa el día anterior que Esnáider estaría en el banquillo. Al final, el argentino acabó en la grada y el Real Madrid confundido en sus declaraciones ya que el entrenador aseguraba que viajó por los problemas físicos de Prosinečki mientras que el presidente Ramón Mendoza comentó que se fue a la grada por una “gastroenteritis”.
El Real Madrid tendría pocos motivos para celebrar algo. Ganó la Copa del Rey al Zaragoza, pero perdió la segunda Liga de Tenerife ante el Barcelona.
La siguiente temporada, ya con Del Bosque en el banquillo, tampoco fue la mejor temporada europea para los blancos. Fue el momento de disputar la Recopa de Europa. El Lugano y el Tirol de Innsbruck fueron las primeras víctimas blancas hasta que llegó el PSG. En el Bernabéu Weah firmó el 0-1 definitivo. Mientras que en la vuelta el 0-1 de Butragueño no fue suficiente ante el gol de Ricardo en 51. Una temporada mala que acabó con el cuarto puesto en Liga.