Llegamos a final de temporada en muchos campeonatos y se celebran muchas finales. Diferentes deportes: fútbol, baloncesto, balonmano y otros.
Pronto llegarán la Eurocopa de Naciones y los Juegos Olímpicos. Este sábado tenemos la final de la Champions entre el Chelsea y el Manchester City.
Me centro en la final de la Europa League entre el Manchester United y el Villarreal, donde volvimos a ver el feo gesto de quitarse la medalla o no dejar que la persona que la impone te la ponga ofreciendo la mano para recogerla.
Pienso que el “fair play” que tanto proclama la FIFA y la UEFA en este detalle brilla por su ausencia. Pero lo toleran año tras año.

Es una falta de respeto tan grande que no sé por dónde empezar a describirlo.
Primero es una falta de respeto a la persona que te lo está dando. Segundo es una falta de respeto a los adversarios que te han ganado la final.
Es una falta de respeto a todo el público que está en el estadio y el que está viendo el espectáculo por televisión.
Y, sobre todo, es una falta de respeto a todos los compañeros deportistas que disputaron la competición con otros equipos y no llegaron a la final.

Se ve con buenos ojos la actitud del perdedor al asistir en el campo, no marcharse a vestuario, a la entrega de la copa al ganador, pero nadie afea la actitud maleducada de quitarse la medalla.
Un gesto que da a entender que esa medalla es una mierda, con perdón. Una medalla y un segundo puesto que al 99% de los deportistas les haría muy felices y a los aficionados igual.
Lo malo es que estas actitudes son imitadas por jóvenes que en otras competiciones de diferentes niveles están adoptando este gesto antideportivo y maleducado.
El espíritu deportivo no es eso. Unas veces se gana y otras se pierde y el respeto debe de primar por encima de todo. ¿Acaso dentro de unos años esos deportistas no se sentirán orgullosos por haber llegado a una final?.
Lo que trasmiten es un sentimiento de mal perdedor y poco espíritu deportivo.

En las Olimpiadas no se suelen dar estas actitudes, pero en Champions y Europa League ocurre cada año hasta el punto de que ya es la rutina: si pierdes la final te quitas la medalla o no dejas que te la impongan. Una vergüenza.
Para esto no está la UEFA, este organismo siniestro está para quedarse con la mayoría de las entradas y para despilfarrar en cada ciudad gran parte de los recursos que genera este deporte, que como sigan así será un espectáculo, pero no deportivo.