La Federación Sueca de Fútbol suspendió su gira anual de invierno que hace durante el parón de su liga. Este año iba a realizarse por Qatar, pero la Federación de fútbol suspendió el evento un día después de anunciarlo. El motivo fueron las presiones de los clubes a causa de la polémica sobre los derechos humanos en el país que acogerá el próximo Mundial en 2022.
Al igual que otras federaciones nórdicas, la sueca organiza cada año, aprovechando el parón liguero invernal, una gira con jugadores solo de equipos de ligas escandinavas para probar a nuevos hombres, que los clubes no están obligados a ceder, ya que no se trata de fechas oficiales de FIFA.

El secretario general de la Federación, Håkan Sjöstrand, presentó la concentración como una forma de aprovechar las buenas posibilidades deportivas e influir en la cuestión de los derechos humanos en Qatar. Este asunto ha sido muy debatido en el fútbol internacional en los últimos meses hasta el punto de poner en duda las supercopas de España que realiza la RFEF en Arabia Saudí y que volverá a retomar en 2022.
La Asociación de Clubes Profesionales de Suecia que agrupa a los 32 equipos de la Primera y Segunda divisiones mostró su oposición a la idea y la calificó de "estupidez" en palabras de Robert Falck, presidente del AIK, uno de los clubes más poderosos.

El máximo responsable de la asociación, Jens T. Andersson, resaltó que una cosa era el Mundial de Qatar, organizado por FIFA, y otra que la Federación haga por su cuenta una gira en un país en el que han muerto 6.500 trabajadores foráneos en la construcción de estadios, según un informe presentado por varias ONG en los últimos meses. Tras una reunión entre federación y clubes la decisión fue modificada y la gira se suspendió.
"Es obvio que hay una opinión unánime en los clubes de que no se haga una concentración en Qatar. Como todo, se basa en un entendimiento con ellos, buscaremos otras alternativas. Lo que está claro es que la gira de enero no será en Qatar", señaló Sjöstrand en un comunicado.

Andersson calificó la decisión de "inteligente" y terminó de alinear al fútbol sueco en contra de esta concentración.
El problema de Qatar y los derechos humanos estuvo muy presente en la pasada Eurocopa. Varias selecciones hicieron protestas simbólicas antes de los partidos y en algunos estadios se coreó la canción “No importa la esclavitud” a la que puso voz el cómico noruego Rasmus Wold.
De hecho, esta realidad ha tenido especial protagonismo en Noruega, donde varios clubes se opusieron frontalmente al Mundial. El posible boicot fue discutido en el seno de la Federación, aunque finalmente se descartó esa propuesta.