Raúl Redondo
Pie de foto: Los Toronto Raptors posan para una foto después de que su equipo derrotara a los Golden State Warriors para ganar las finales de la NBA de 2019 en el ORACLE Arena el 13 de junio de 2019 en Oakland, California. LACHLAN CUNNIGHAM/GETTY IMAGES/AFP
Los Toronto Raptors y los pívots españoles Marc Gasol y Serge Ibaka lograron su primer anillo de campeones de la NBA norteamericana, encaramándose así a lo más alto del baloncesto mundial, tras haber superado en el playoff final a los Golden State Warriors, que llegaban como vigentes campeones y que partían como principales favoritos para revalidar el título.
Los internacionales Marc Gasol e Ibaka pasan a engrosar la lista de españoles que poseen un anillo de campeón, lista en la que solamente figuraba Pau Gasol, el hermano de Marc. Tras el éxito de Marc con Toronto, los Gasol se convierten de esta manera en los primeros hermanos que por primera vez en la historia de la NBA han ganado el campeonato jugando para equipos diferentes, ya que Pau lo logró, por partida doble, con Los Ángeles Lakers, curiosamente tras salir en su día hacia la franquicia angelina también procedente de Memphis Grizzlies, combinado del que se marchó su hermano.
Junto a los españoles, la gran figura a destacar por parte de Toronto es la de Kawhi Leonard. El alero californiano recibió el premio de MVP (Jugador Más Valioso) del playoff final, segunda vez que lo gana, tras la final que jugó en 2014 con los San Antonio Spurs, en la que salió campeón con los texanos siendo reconocido también como mejor jugador de las finales. Leonard entra también en el olimpo de los elegidos al ser el tercer jugador que ha ganado el título de la NBA siendo nombrado a la vez mejor jugador con dos equipos diferentes, después de que lo hiciesen Kareem Abdul-Jabbar, con Milwaukee Bucks y Los Ángeles Lakers, y Lebron James, con Miami Heat y Cleveland Cavaliers.
Pie de foto: Serge Ibaka #9 y Marc Gasol #33 de los Toronto Raptors celebran la victoria de sus equipos sobre los Golden State Warriors. EZRA SHAW/GETTY IMAGES NORTH AMERICA/AFP
Los Raptors acabaron imponiéndose en el sexto partido de la serie final ante los Warriors por 110-114 en un espectacular partido disputado en San Francisco lleno de alternancias, grandes jugadas, intercambios de canastas, imprecisiones provocadas por la tensión existente ante lo que había en juego y de momentos dramáticos, como la grave lesión de rodilla del jugador de Warriors Klay Thompson cuando se estaba dirimiendo el resultado final del encuentro.
La final, tras los primeros cinco partidos, estaba siendo liderada por Toronto por 3-2 y llegaba de nuevo al Oracle Center de San Francisco, donde los locales querían igualar la serie. En el inicio de este sexto partido los Raptors comenzaron fuertes, con un impresionante Kyle Lowry. El base norteamericano, icono de estos Raptors tras varios años en el equipo, tuvo un inicio fulgurante y acumuló la mayor parte de los puntos del combinado canadiense en el primer cuarto.
Tras este inicio, Golden State reaccionó y pronto niveló el tanteador, apoyado en su principal baza anotadora, conformada por sus mejores tiradores, Stephen Curry y Klay Thompson, con la ayuda inestimable en esta ocasión de DeMarcus Cousins y André Iguodala.
El segundo y el tercer cuarto tuvieron como protagonistas la igualdad y la alternancia en el marcador entre las dos escuadras, que, por momentos, lograban dominar el partido, pero con diferencias no superiores a los cinco o seis puntos. En este periodo Thompson, Iguodala y Cousins tiraban de los Warriors; mientras en los Raptors Leonard, Siakam e Ibaka eran los que llevaban la voz cantante en el ataque visitante.
Pie de foto: Kawhi Leonard de los Toronto Raptors celebra la victoria de su equipo sobre los Golden State Warriors tras ganar la final de la NBA de 2019 en ORACLE Arena, el 13 de junio de 2019 en Oakland, California. EZRA SHAW/GETTY IMAGES NORTH AMERICA/AFP
Al final del tercer cuarto llegó un hecho inesperado y fatal para los locales, la grave lesión de rodilla de Klay Thompson. En una entrada a canasta del californiano, al intentar hacer un mate, recibió una clara falta de Danny Green, pisó mal en la caída y la rodilla se le desestabilizó. Las alarmas se encendieron en el Oracle y tras un tiempo siendo asistido se acabó intuyendo que el percance era importante y que no podría volver a jugar. El alero norteamericano prosiguió en el partido lo justo para lanzar y anotar los dos tiros libres que le correspondían por ese lance y tuvo que abandonar el encuentro tras haber anotado 30 puntos, perdiéndose así los últimos 12 minutos restantes.
A pesar del contratiempo, los Warriors siguieron manteniendo la compostura y mejoraron su defensa, apoyándose en un mermado Cousins, afectado por sus problemas físicos tras una lesión muscular, y en Curry, Iguodala y Livingstone; pero los Raptors dieron la cara y se mantuvieron firmes, sin miedo a atacar el aro y anotando, principalmente, de la mano de Kawhi Leonard, Ibaka y de un genial Fred VanVleet. El base holandés destapó el tarro de las esencias y en el tramo final del partido fue un auténtico martillo pilón para la defensa Golden State, sobre todo desde la línea de tres puntos, desde donde terminó por hundir a la defensa local.
A pesar de todo, Stephen Curry, la gran estrella de Golden State, dispuso de un postrero triple para poder haber ganado el partido, pero no estuvo acertado y ahí desaparecieron todas las esperanzas que les quedaban a los Warriors para poder remontar la situación.
Pie de foto: Kyle Lowry, en el medio, lanza entre Kevon Looney y Draymond Green, de Golden State Warriors, durante la segunda mitad del sexto partido de las finales de baloncesto de la NBA en Oakland, California, el jueves 13 de junio de 2019. AP/TONY AVELAR
Las lesiones protagonistas
La serie final, al mejor de siete partidos, se presentaba con gran interés y, en principio, con una lucha algo desigual ya que los Warriors partían con cierto favoritismo, al haber ganado tres anillos en las cuatro temporadas anteriores disputadas, a pesar de que su rival canadiense tenía el factor cancha a favor por haber sido el equipo que más victorias había cosechado en temporada regular.
Pero la escuadra de Oakland, dirigida por el técnico Steve Kerr, tuvo que hacer frente al fatal imprevisto de las lesiones. Siendo la más significativa la de la megaestrella Kevin Durant; ‘Durántula’ estuvo cerca de un mes de baja, por problemas en el tendón de Aquiles de su pierna derecha, y tuvo que volver forzando la recuperación en el quinto partido de la serie, ya que su equipo estaba al borde de la eliminación al ir perdiendo 3-1. Precisamente, en ese partido, tras un excepcional inicio anotando 11 puntos en 14 minutos, vio cómo se agravó su lesión y tuvo que retirarse del encuentro (posteriormente sería operado por la rotura sufrida en el tendón de Aquiles). A esto se sumaron también los problemas físicos de su principal pívot, DeMarcus Cousins, quien tras un tiempo de baja por una dura lesión muscular llegó fuera de forma a la final, y de Kevon Looney, pívot suplente que jugó gran parte de la serie final lesionado por problemas en su hombro derecho.
La ‘puntilla’ a esta sucesión de infortunios la puso Klay Thompson, alero titular del equipo de La Bahía, quien también se perdió por una lesión muscular el tercer partido del playoff ante Toronto (encuentro que perdieron los de Steve Kerr) y que en el definitivo sexto partido sufrió la citada lesión en su rodilla derecha.
Pie de foto: Miles de aficionados celebran en las calles de Toronto después de que los Toronto Raptors derrotaran a los Golden State Warriors 114-110 durante las Finales de la NBA de baloncesto en Oakland, California, el 14 de junio de 2019. NATHAN DENTTE/THE CANADIAN PRESS via AP
Éxito rotundo para los Raptors de Nurse y Ujiri
Con la consecución del anillo de 2019, el equipo de Toronto Raptors ha logrado el hito sin precedentes en la franquicia de salir campeón de la liga estadounidense de baloncesto por primera vez en su historia bajo la dirección del entrenador de Iowa Nick Nurse, un técnico de perfil menos conocido que había entrenado en Reino Unido y en la Liga de Desarrollo norteamericana y que en su primer año como entrenador principal en Toronto ha conseguido llevar al conjunto a lo más alto. Nurse también ha pasado a convertirse en el primer preparador de la historia en haber ganado el campeonato de la NBA y de la Liga de Desarrollo (especie de segunda división inferior de la NBA que sirve para promocionar jugadores).
Otro personaje vital en este éxito ha sido el del nigeriano Masai Ujiri, director de operaciones de los Raps, que llegó tras salir de Denver Nuggets, donde fue elegido en 2013 mejor ejecutivo del año en la NBA, siendo el único no americano que ha obtenido este galardón. Ujiri ha sido capaz de completar una plantilla que ha multiplicado el poderío de los Raptors hasta llevarlos a convertirse en campeones de la mejor liga de baloncesto del mundo.
El manager africano tomó alguna medida impopular, como la de traspasar a San Antonio Spurs a uno de los emblemas de la franquicia como era DeMar De Rozan para hacerse con los servicios de la estrella que ha catapultado a los Raptors en estos playoffs por el título, el alero norteamericano Kawhi Leonard, y para incorporar a otra figura determinante como la del ‘center’ español Marc Gasol, quien por fin ha podido ganar un anillo de la NBA tras varias temporadas jugadas en los Memphis Grizzlies, donde no pudo progresar todo lo deseable en las eliminatorias finales por el título.