El futuro de la cooperación pesquera entre Marruecos y la Unión Europea (UE) sigue siendo incierto, ya que el protocolo de pesca 2019-2023 expiró el 17 de julio. El Gobierno marroquí ha subrayado la importancia de la UE como aliado estratégico, haciendo hincapié en que su cooperación va más allá del sector pesquero.
El medio Morocco World News informa que Mustapha Baitas, portavoz del Gobierno marroquí, expresó su satisfacción por el acuerdo de pesca entre ambas partes durante una reciente rueda de prensa. Baitas también acogió con satisfacción la evaluación positiva del protocolo de pesca 2019-2023, pero destacó que las sesiones de evaluación en curso determinarán el futuro del acuerdo pesquero.

A pesar del optimismo de España sobre el futuro del acuerdo y de su reconocimiento del carácter esencial de la cooperación entre Rabat y Bruselas, han surgido complicaciones. El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) declaró nulo el protocolo de pesca UE-Marruecos frente a las costas del Sáhara Occidental. La sentencia pendiente del TJCE sobre el recurso de la Comisión Europea podría afectar aún más a la renovación del acuerdo.
La cuestión del Sáhara Occidental tiene implicaciones de largo alcance, que van más allá del sector pesquero, con posibles efectos en otros aspectos de las relaciones UE-Marruecos. Marruecos percibe el Sáhara Occidental como parte integrante de su propio país, lo que añade complejidad a la situación, aunque cabe decir que el importante apoyo internacional recibido por Marruecos respecto a su propuesta para el Sáhara Occidental puede beneficiar y ayudar de cara a una salida política para la cuestión saharaui.

Como informa la Deutsche Welle, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, dio a entender que su país busca asociaciones más ventajosas, con un valor añadido más claro en relación con este asunto.
Como la expiración del protocolo de pesca afecta a los arrastreros de la UE, principalmente a los de pabellón español, España tiene un gran interés en que se renueve el protocolo. La Comisión Europea ha ofrecido una compensación financiera a los afectados hasta finales de 2023, pero las negociaciones para la renovación podrían convertirse en una prioridad durante la presidencia española del Consejo de la UE hasta finales de año.

La situación sigue siendo fluida, y tanto Marruecos como la UE estudian detenidamente sus posiciones y buscan un terreno común en medio de las tensiones diplomáticas y el conflicto sin resolver del Sáhara Occidental. El destino de la cooperación pesquera se determinará probablemente en los próximos meses, con los intereses de todas las partes en juego.