Varios países europeos están investigando a Riad Salamé, jefe del Banco Central libanés por malversación de fondos, enriquecimiento ilícito y blanqueamiento de dinero

Una jueza del Líbano trabaja para llevar ante la justicia al gobernador del Banco Central

REUTERS/MOHAMED AZAKIR - El gobernador del Banco Central del Líbano, Riad Salamé REUTERS/MOHAMED AZAKIR

El martes pasado, Ghada Aoun, jueza libanesa y fiscal del estado de Monte Líbano, ordenó la realización de redadas en varias residencias y oficinas de Riad Salamé, gobernador del Banco Central. Las autoridades registraron las viviendas de Safra y Rabié, así como la sede del Banco Central en Beirut.

El equipo de seguridad de los inmuebles de Salamé trataron de evitar la entrada de los agentes. Esta operación fue saldada con un resultado negativo ya que el gobernador no se encontraba en ninguna de las instalaciones. A pesar de esto, Aoun afirma que seguirá trabajando hasta que “sea llevado ante la justicia”. 

Las redadas se produjeron después de que el gobernador no se presentase a una citación judicial emitida a principios de mes. Este llamamiento está relacionado con una demanda penal interpuesta por ‘La gente quiere reformar el sistema’, grupo conformado por varios abogados activos en el movimiento civil. 

Edificio del Banco Central del Líbano en Beirut REUTERS/MOHAMED AZAKIR

Acusan tanto al alto cargo de “lavado de dinero” y “despilfarro de los fondos públicos”, como a Imad Othman, director general de las Fuerzas de Seguridad Interna. Para ellos, Othman está violando la ley “al proteger al gobernador y rebelarse contra la orden judicial emitida en su contra”. 

Francia y Suiza han abierto investigaciones judiciales contra el gobernador del Banco Central libanés por sospechas de blanqueo y enriquecimiento ilícito. En enero de 2021, las autoridades suizas enviaron al Ministerio de Justicia del país árabe una solicitud para comprobar los detalles de ciertas transferencias bancarias millonarias.

Además de Riad Salamé, también se va a indagar sobre las riquezas de su hermano Raja y de Marianne Hoayek, su asistente personal. Además, son acusados por poseer varias cuentas con cantidades ingentes de dinero en varios paraísos fiscales. Hoayek pudo abrir una cuenta en el VP Bank de las Islas Vírgenes Británicas con un valor de 150 millones de dólares. 

Como consecuencia de estos movimientos sospechosos, Suiza congeló los activos que el gobernador poseía en este país. Las autoridades suizas defienden que, en 2002, se realizó una transferencia de 300 millones de dólares entre el Banque du Liban (BDL) y Forry Associates Ltd, empresa dirigida por Raja Salamé. 

Las sospechas comenzaron a aflorar cuando se le pidió al banco de Zúrich que transfiriera al Banque Audi Suisse de Beirut un bono de 153 millones de dólares, dinero perteneciente a los fondos del Tesoro libanés. También se realizaron ingresos millonarios a sus cuentas personales de varios bancos suizos.

Rami Makhouf, primo del presidente sirio Bachar al-Asad, pudo traspasar 55 millones de euros a la cuenta que Salamé posee en Zúrich. Las cantidades que el gobernador podría manejar en el extranjero son desorbitadas. Sin embargo, este niega estar detrás de dichos movimientos bancarios, al igual que su hermano y su asistente. 

La gente hace cola frente a una oficina de cambio para comprar dólares estadounidenses, en Beirut, Líbano AP/HUSSEIN MALLA

En Francia, las autoridades de Luxemburgo iniciaron un estudio tras descubrir una amplia red de empresas registradas en este país y pertenecientes a Riad Salamé. Se calcula que la riqueza de estas compañías se encuentra en torno a 100 millones de dólares. Por su parte, Alemania ha solicitado información adicional sobre el enriquecimiento indebido del gobernador y de sus familiares. 

La jueza Ghada Aoun congeló el pasado enero algunos bienes del director del Banco Central como “medida de prevención”. Asimismo, emitió la prohibición de salida del Líbano hasta que no concluyan las investigaciones por sospecha de blanqueamiento de dinero. 

La respuesta de Salamé no tardó en llegar ya que pidió que Aoun fuera apartada del caso y la acusa de supuesta parcialidad. Considera que las demandas contra su persona “son injustas” y que únicamente buscan “dañar su imagen ante los ojos de la opinión pública en el país y en el extranjero”. 

Una fuente judicial le dijo a Arab News que la jueza “está violando las leyes al emitir una citación contra el gobernador del BDL, ya que no es un acusado sino un testigo”. Algunos de sus partidarios consideran que las sanciones reflejan la voluntad política de sustituir a Riad por alguien afín a Michel Aoun, presidente del Líbano. 

Muchos ciudadanos y expertos culpan a Salamé de la grave crisis financiera que está atravesando el país. La deuda nacional sigue en aumento y la devaluación de su moneda no cesa. A esto se le suma la imposibilidad del Gobierno para ponerse de acuerdo en la elaboración de un plan de recuperación. 

El gobernador lleva casi tres décadas en el cargo de dirigente del Banco Central libanés y cuenta con el apoyo de casi todos los políticos del país, incluyendo a Najib Mikati, primer ministro. Este último quiere que “el veterano jefe del Banco Central permanezca en su puesto” mientras el país lucha para superar la crisis económica.