El Gobierno marroquí ha dado pasos significativos para comenzar su nuevo modelo de desarrollo liderado por el rey Mohamed VI. Se han iniciado diversos proyectos bajo la Carta de Inversiones. Estos proyectos tienen como objetivo mejorar la economía del país, implicando al sector privado en los planes estratégicos y han sido aprobados para aumentar la financiación privada en las inversiones de aquí al año 2035.
Los proyectos anunciados recientemente con un valor aproximado de 13.000 millones de dólares anuncian a los inversores que Rabat se compromete a crear un clima favorable para los negocios. La visión liderada por el rey Mohamed VI se centra en eliminar los obstáculos existentes y fomentar la participación del sector privado en las iniciativas previstas, que se estima alcanzarán los 33.000 millones de dólares en los próximos 13 años.
Los proyectos aprobados abarcan diversos sectores, como la industria, la desalinización del agua de mar, las energías renovables, el turismo, la sanidad, el sector textil, las industrias alimentarias y la acuicultura. El objetivo es dar un impulso adicional al crecimiento económico, abordando al mismo tiempo el problema del desempleo. Se prevé que estos proyectos crearán unas 67.000 nuevas oportunidades de empleo.

Como informa Al Arab, el primer ministro Aziz Akhannouch afirmó el compromiso del Gobierno con la inversión como motor crucial del avance económico. El Estado espera atraer inversiones nacionales y extranjeras, y la reunión del Comité Nacional de Inversiones supone un avance en las políticas de desarrollo de la inversión.
La nueva ley de inversiones prevé incentivos financieros y fiscales en función del sector, la ubicación y el potencial de creación de empleo. Está previsto que las empresas del sector privado lleven a cabo 18 proyectos de inversión con un valor de 1.160 millones de dólares y con una contribución estatal de 62,6 millones. Se espera que estos proyectos generen 17,5 mil empleos directos e indirectos.
Uno de los objetivos clave es la diversificación. Por ello, el 80% de los proyectos aprobados son previstos para regiones situadas más allá del eje Madinaty El Jadida-Tánger. Este enfoque pretende conseguir un desarrollo regional equilibrado y aprovechar las ventajas y recursos únicos disponibles en el país.

Además de las inversiones del sector privado, los proyectos incluyen tres iniciativas de la Compañía Estatal de Fosfatos, valoradas en 6.300 millones de dólares. Esto representa casi la mitad del programa de inversiones de 12.300 millones de dólares de la empresa, cuyo objetivo es aumentar la producción mediante la utilización de energías limpias y crear 25.000 oportunidades de empleo.
El Comité también concedió carácter estratégico a otros seis proyectos de inversión valorados en 5.300 millones de dólares y se espera que generen más de 13.200 empleos directos y 33.100 indirectos. Estos proyectos estratégicos contribuyen a la seguridad hídrica, energética, alimentaria y sanitaria, y se benefician de privilegios financieros y fiscales.
Por otra parte, también se están llevando a cabo negociaciones con empresas que fabrican baterías para coches eléctricos. Estos proyectos cuentan con la participación de inversores extranjeros y nacionales, tienen potencial para el crecimiento del sector y apoyan el objetivo de Marruecos de alcanzar un millón de exportaciones de vehículos en los próximos años.
De esta forma, a través de la Carta de Inversiones y la aprobación de diversos proyectos, Rabat está comenzando el camino hacia un clima empresarial favorable, la creación de empleo y un crecimiento económico sostenible.
A medida que se desarrollen los proyectos y se realicen las inversiones, Marruecos aspira a posicionarse como un actor clave en la economía regional y mundial, beneficiándose de la mayor participación del sector privado en el impulso de su modelo de desarrollo.