La lira turca ha vuelto a establecer un mínimo histórico. El previsible nuevo recorte del tipo de interés de referencia del Banco Central de Turquía ha provocado un nuevo descenso estableciendo por debajo de las 14 liras el cambio con el dólar. Esto ocurre tras la intervención del pasado viernes de esta misma entidad que lo argumentaba diciendo que “interviene directamente en el mercado a través de transacciones de venta debido a formaciones de precios poco saludables en los tipos de cambio”. No obstante, este anunció no ha evitado un nuevo desplome de la moneda turca que ya ha perdido un 48% de su valor frente al dólar a lo largo de este año.
Recep Tayyip Erdogan nombró a Nureddin Nebati como nuevo ministro de Finanzas de Turquía tras la dimisión de Lutfi Elvan. La inflación, disparada hasta el 20%, ha provocado que el coste de vida haya aumentado exponencialmente, poniendo en una situación económica muy complicada a miles de familias turcas. Para revertir esta desastrosa realidad financiera se espera que el Ministerio encabezado ahora por Nebati tome nuevas medidas. Por el momento, lo que ha hecho es descartar un aumento de las tasas de interés, algo con los que se había especulado con la llegada del ministro: “No subiremos la tasa de interés; verá que podemos hacer esto sin aumentar las tasas”, aseguró Nureddin Nebati.

El presidente otomano está ejerciendo una gran presión sobre el Banco Central para reducir los costes de endeudamiento. Mientras tanto, el Gobierno echa la culpa a ciertos movimientos de especulación dentro de sus fronteras. El propio Nebati cree que existen “algunas transacciones manipuladoras y especulativas dentro del país”, ya que, dice, la lira no está siendo atacada desde el exterior. Sin embargo, las palabras tanto del nuevo ministro como de Erdogan están teniendo un efecto contraproducente en la economía turca. Cada vez que el presidente habla de la “guerra económica” que está librando el país, los mercados responden negativamente contra la lira.
La reducción de los tipos de interés tampoco ha conseguido hacer frente a la constante caída. Hace poco menos de un mes, se redujo en 100 puntos básicos, elevando a su vez a los 400 puntos básicos la bajada del precio de la moneda sólo desde el verano. En ese momento, Erdogan decía que “los tipos de interés son la causa, y la inflación es el resultado”, reafirmando una postura totalmente contraria a la que se está siguiendo en la mayor parte de las economías mundiales.
Y es que, a pesar de las declaraciones del nuevo ministro de Finanzas, los expertos avisan de que no existe otra alternativa si de verdad quieren salir de la compleja situación que atraviesa la economía de Turquía. Tim Ash, estratega de mercados de BlueBay Asset Management para el periódico Financial Times, ya avisó a mediados de noviembre que “seguramente el (Banco Central) no pueda recortar los tipos hoy mismo, ni siquiera un mantenimiento sería suficiente, tienen que subirlos, y de forma agresiva”. Por lo tanto, el Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan se vería contra las cuerdas, a no ser que decidan cambiar una postura que continúa lastrando la economía de todo el país.