El plan de Marruecos para hacer de los combustibles de aviación sostenibles un activo clave

Con un potencial energético único y una visión estratégica, el Reino puede convertirse en un líder regional en la aviación limpia, según un estudio de BCG
El Boeing 737 de CN-ROP Royal Air Maroc - REUTERS/REGIS DUVIGNAU
El Boeing 737 de CN-ROP Royal Air Maroc - REUTERS/REGIS DUVIGNAU
  1. Un potencial estratégico en África
  2. Una oportunidad frente a los retos globales
  3. Tres claves para el impulso marroquí

Impulsado por su enorme potencial en energías renovables y una firme ambición en materia de hidrógeno verde, Marruecos aspira a consolidarse como un actor clave en la transición ecológica del transporte aéreo. Un reciente estudio del Boston Consulting Group (BCG) revela cómo el Reino puede transformar los combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés) en un auténtico activo industrial y estratégico a nivel regional.

En un contexto en el que la industria de la aviación mundial busca urgentemente reducir su huella de carbono, los SAF se perfilan como una solución tecnológica esencial. Sin embargo, su adopción avanza con lentitud. Pese a un crecimiento del 1150% en la oferta durante los últimos tres años, estos combustibles solo representaron el 0,3% del total utilizado en 2024.

Un potencial estratégico en África

Según el estudio de BCG, titulado Sustainable Aviation Fuels Need a Faster Takeoff ("Los combustibles de aviación sostenibles necesitan un despegue más rápido"), el país cuenta con una combinación única de ventajas: abundancia de recursos renovables, infraestructura aeroportuaria avanzada, una posición geográfica privilegiada a las puertas de Europa y una fuerte apuesta por el hidrógeno verde.

“El Reino tiene todos los ingredientes para convertirse en un actor clave de la aviación limpia”, afirma Émile Detry, director general y socio de BCG en Casablanca. Y es que, en un sector caracterizado aún por la cautela —dos tercios de las empresas encuestadas por BCG prefieren observar antes que actuar—, Marruecos destaca por su capacidad de anticiparse a las grandes transformaciones industriales.

Invertir hoy en SAF no solo contribuiría a la descarbonización del transporte aéreo, sino también a reforzar la soberanía energética del país, impulsar un crecimiento verde sostenido y generar empleos cualificados en el sector tecnológico e industrial.

Energía eólica en Marruecos - PHOTO/FILE
Energía eólica en Marruecos - PHOTO/FILE

Una oportunidad frente a los retos globales

El informe también subraya una paradoja preocupante: aunque el 80% de las empresas dicen confiar en su capacidad para alcanzar los objetivos de SAF para 2030, solo el 14% se considera verdaderamente preparada. Además, las inversiones actuales están desequilibradas: mientras los desarrolladores y fabricantes están comprometidos, las aerolíneas y los aeropuertos siguen mostrando reticencia.

Este desajuste abre una ventana de oportunidad para economías ágiles y con visión de futuro. Marruecos, al crear un ecosistema favorable basado en incentivos fiscales, financiación verde y alianzas estratégicas puede posicionarse como destino preferente para las inversiones en SAF y beneficiarse de un efecto de arrastre industrial.

PHOTO/ARCHIVO - Producción de hidrógeno verde en Marruecos
Producción de hidrógeno verde en Marruecos - PHOTO/ARCHIVO

Tres claves para el impulso marroquí

Para transformar este potencial en una ventaja tangible, BCG identifica tres palancas de acción esenciales: Articular una hoja de ruta común entre actores públicos y privados, similar a los mandatos europeos que obligan a incorporar SAF en la matriz energética del sector; lanzar proyectos piloto industriales, aprovechando los polos logísticos del país y en colaboración con socios tecnológicos internacionales; y crear un entorno de inversión atractivo, mediante mecanismos como la fijación de precios del carbono, contratos de compra a largo plazo y un acceso ágil a la financiación climática.

Aunque la producción de SAF, en particular los basados en combustibles electrónicos, como el hidrógeno verde y el carbono capturado, sigue siendo costosa, su adopción se volverá inevitable con el paso del tiempo. En este sentido, los países que se posicionen temprano obtendrán ventajas de escala decisivas.

El estudio concluye que Marruecos, al posicionarse como pionero en la producción y adopción de SAF, no solo puede tomar la delantera frente a sus vecinos, sino también reforzar su autonomía energética en un sector estratégico y proyectar una imagen moderna y comprometida con el futuro del planeta.