Valoris Capital pone en marcha un fondo que fomentará la autoproducción de electricidad de media tensión

Marruecos sigue aumentando su cartera de inversiones centradas en las energías verdes. Valoris Capital ha puesto en marcha un proyecto bajo el nombre de Valoris Alternative Investments Fund (VAIF) que tiene como objetivo “fomentar la autoproducción de electricidad de media tensión para los industriales y empresas agrícolas marroquíes”. Este modelo de negocio se centrará en el principio de inversor tercero, es decir, Valoris se encargará de invertir, operar y comercializar activos energéticos antes de venderlos a sus clientes.
Valoris – empresa matriz de la filial Valoris Capital – pone así su segundo fondo en marcha en menos de dos años. Ya en 2022, se centró en las PYME con el Valoris Equity Fund, su primer fondo de inversión que acabó con un cierre de 300 millones de dírhams – algo más de 27 millones de euros –, y mantiene un objetivo de alcanzar los 800 millones para el año que viene.

Según el director general de Valoris Capital, Mokhlis El Idrissi, lo que busca la compañía es “contribuir a la estrategia real de desarrollar una economía competitiva, pero baja en términos de emisiones”. Además, destaca el momento de auge que están atravesando las energías verdes y que, sobre todo, están impulsando desde el reino marroquí. Por eso han fijado un capital objetivo de 550 millones de dírhams – 50 millones de euros – para este nuevo fondo, que contará con una inversión de mil millones – 91,4 millones de euros –.
Desde Valoris Capital pretenden crear una infraestructura con capacidad para 120 MWp (megavatios pico), lo que supondría un ahorro de 120.000 kilotones de CO2 al año. Para lograrlo, cuenta con una serie de inversores entre los que se encuentran organizaciones de previsión, un banco y OICVM (organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios). Además, al no tratarse de un fondo de capital privado, el subyacente hace posible obtener beneficios en el corto plazo, sin tener que esperar al final de vida del fondo.

Este en concreto cuenta con una duración prevista de 14 años y, además, tiene también el respaldo de contratos a medio y largo plazo. El Idrissi afirma que “el cliente no se preocupa de los aspectos técnicos, transfiere la gestión material de esta infraestructura, es decir el mantenimiento y la operación, a cambio de un contrato de servicio que va desde 6 a 14 años”. Este apartado es realmente importante ya que permite mantener la capacidad de endeudamiento, una de las grandes preocupaciones en el país debido al nivel de endeudamiento de muchas empresas actualmente en Marruecos.