La edición de 2023 de uno de los cinco salones aeroespaciales más relevantes del mundo y, sin duda, del principal de los que tienen lugar en Oriente Medio, se celebra del 13 al 18 de noviembre en Dubái, en la Unión de Emiratos Árabes.
La cita que hace desembarcar en la populosa ciudad de Emiratos a miles de directivos de empresas del sector, cada dos años se convierte en un campo de batalla del singular duelo por la supremacía que la firma norteamericana Boeing y la europea Airbus libran desde hace décadas.
Dubái es el escenario en el que vuelven a verse las caras y a competir entre sí el francés Guillaume Faury, al frente de Airbus, y el norteamericano Stanley Deal, quienes ocupan los altos puestos de las dos grandes corporaciones que lideran la fabricación de aviones comerciales de transporte de pasajeros a escala global.

Una y otra compañía intentan en Dubái alzarse con la victoria en anunciar grandes contratos de venta de aviones a las líneas aéreas de todo el mundo, tanto en número de aeronaves como en volumen de negocio. Por el momento, Boeing lleva una amplia ventaja en la incruenta pero interesada contienda que sostiene con el gigante industrial europeo.
El primer día del salón, el jeque Ahmed bin Saeed al-Maktoum, al frente de la compañía estatal Emirates, reafirma su interés por el nuevo bimotor transoceánico 777X de Boeing y compra 90 unidades por algo menos de 52.000 millones de dólares. Convierte a la aerolínea en el principal cliente de tal modelo, con asientos hasta 400 pasajeros. Considerado el sucesor del mítico 747 Jumbo, su destino es ser el relevo de los más de un centenar de Airbus A380 de la compañía para “conectar ciudades de todo el mundo y resistir la presión de Turkish Airlines”.

Airbus por detrás… por el momento
También en la jornada inaugural, la aerolínea de bajo coste SunExpress y Boeing sorprendían a propios y extraños al hacer pública la firma de un contrato cercano a los 5.700 millones de dólares por la compraventa de 45 Boeing 737 MAX ¿Quién es SunExpress? Es una sociedad nacida en 1990 y constituida a partes iguales entre Lufthansa y Turkish Airlines, que en 2022 ha transportado a cerca de “11 millones de pasajeros a 175 destinos en 30 países”, según la propia aerolínea.
Otro gran paquete suscrito por Boeing en Dubái es el protagonizado por Ethiopian Airlines, la aerolínea africana con la flota de aviones más joven y más numerosa ‒144 aparatos‒, que ha firmado por once bimotores 787 Dreamliner. También adquiere una veintena de 737 MAX, modelo en el que Ethiopian vuelve a confiar, a pesar del defecto de diseño que provocó un accidente mortal en marzo de 2019 en el que perdieron la vida 157 personas. La compañía ha recibido plenas garantías del constructor de Seattle de que los defectos han sido “completamente corregidos”.
Flydubai, compañía low-cost filial de Emirates, ha decidido modificar su estrategia comercial, ampliar su mercado de clientes y entrar en los vuelos de larga distancia con la compra a Boeing de 30 aparatos 787 Dreamliner. El goteo de contratos a favor del fabricante americano lo completa Royal Air Maroc y Royal Jordanian, con 2 y 4 aviones 787, respectivamente.

¿Y qué pasa con Airbus? Por el momento, va a mucha distancia de Boeing. Egyptair ha ordenado 10 Airbus A350 y AirBaltic ha encargado 30 A220 por unos 2.700 millones de dólares. Pero Airbus todavía no tiene perdida la batalla de Dubái. Es más, la puede ganar si Turkish Airlines cierra un contrato que lleva meses en negociación.
La transacción que está en juego es por 250 A321NEO de media distancia, un centenar de Airbus A350 de larga distancia y 5 aviones de carga A350F. Guillaume Faury, presidente ejecutivo de Airbus, ha viajado a Turquía y visitado Bilal Ekşi, director general de Turkish Airlines. Lo ha hecho antes de aterrizar en Dubái para asistir al salón de Emiratos. Así que el desenlace de la operación está muy cerca y cambiaría el resultado del duelo.

Países con mayor número de empresas
El Salón de Dubái es uno de los pocos que están abiertos a la industria aeronáutica y espacial de Rusia. El Gobierno de Emiratos no ha puesto obstáculos a su presencia, como si lo han hecho otras ferias semejantes ‒por ejemplo, la francesa de Le Bourget o la británica de Farnborough‒, debido a las sanciones impuestas por Bruselas a Moscú por su invasión de Ucrania en febrero de 2022.
En Dubái, la entidad oficial rusa que centraliza las exportaciones de armamento, Rosoboronexport, concentra en un pabellón nacional de más de 750 metros cuadrados a sus 13 principales fabricantes de aeronaves y sistemas de armas. En su interior y en su zona contigua al aire libre se exponen las versiones de exportación del caza furtivo bimotor de quinta generación Sukhoi Su-57, el polivalente de gran maniobrabilidad Su-35, del helicóptero de combate Mil Mi-28N y del de ataque Kamov Ka-52, este último especializado en destruir vehículos blindados.

En la rama de aeronaves de transporte se puede observar el veterano helicóptero Mil Mi-171Sh y al reactor cuatrimotor estratégico Ilyushin Il-76MD-90A, con sus sistemas a bordo “digitalizados en más del 70%”, según su fabricante. También se muestra los misiles aire-aire para exportación RVV-BD y RVV-MD2 y el misil crucero Kh-69, que armarán al Su-57.
El salón aeroespacial de Dubái de 2023 atrae a muchos centenares de empresas de todo el mundo. La nación con mayor número no es el país anfitrión, Emiratos, que está presente con 131 empresas. Es Estados Unidos, con 133. Siguen en cantidad Reino Unido (50), Francia (49), Italia (45), China (40), Australia (32), Canadá (20), Alemania (19), Arabia Saudí (18), India (16) y Turquía (8).

Israel, país invitado al salón desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas, tan solo acude con cinco sociedades, tres de ellas de gran peso en el sector internacional aeroespacial y de defensa, como son Elbit, Israel Aircrat Industries y Rafael. España está representada por seis firmas: ITP Aero, fabricante de subsistemas de motores aeronáuticos; Satlantis, especializada en el desarrollo de instrumentos ópticos de muy alta resolución para satélites.
También Isdefe, empresa pública de consultoría e ingeniería que colabora con el Ministerio de Defensa de Emiratos en temas de aeronavegabilidad militar; Crisalion Mobility, que desarrolla una aeronave eléctrica (eVTOL) de despegue y aterrizaje vertical para el transporte de pasajeros y cargas; Gaptek, centrada en levantar terminales, hangares, talleres y almacenes innovadores; e Immfly, dedicada a software especializado en aeronáutica.