Antonio López-Isturiz: “No se ve en Europa el entusiasmo por unos Acuerdos de Abraham que son fundamentales para todos”
El secretario general del Partido Popular Europeo repasó en una entrevista durante el último programa de Atalayar en Capital Radio la actualidad europea y celebró los avances para alcanzar la paz en Oriente Medio gracias a los acuerdos entre Israel y los países árabes.
¿Qué le parece esa operación que tendrá a nivel histórico pocos precedentes, la vacunación de cientos de millones de europeos de manera coordinada, con la Unión Europea y la agencia del medicamento como autoridades suficientes como para coordinar todo lo que va a significar la llegada de la vacuna?
Bueno a pesar de que nuestro presidente del Gobierno se ha apresurado a atribuirse el mérito, esto se trata de una gran coordinación y previsión de la Unión Europea. Se ha descubierto, a través de la pandemia, que había una descoordinación porque los verdaderos dueños, los verdaderos jefes de la Unión Europea siguen siendo los Estados miembros. Lo cual en esta cuestión yo no reniego, me considero un gran europeísta, pero como decimos: unidos en la diversidad, con máximo respeto a todas las tradiciones de cada país miembro. También es importante que ante las crisis cada vez mayores que nos presenta la globalización, el mundo actual, es necesario esa coordinación y esa unidad de los 27 Estados miembros europeos para afrontar estos retos que se presentan. Juntos podemos salir adelante, perdóname la expresión, que a veces simplifico un poco, pero solitos en este momento en el mundo actual: España duraría cinco minutos, Italia siete, Alemania veinte…, es lo máximo que duraríamos en estos momentos a las, por ejemplo, complicadas batallas económicas con Estados Unidos, China, la India… Es decir, unidos podemos hacer cosas, esta Unión Europea es una garantía de cara al exterior y también hacia el interior, ahí donde la Unión Europea ha podido reaccionar, lo ha hecho con el reparto de fondos y esa previsión de las vacunas. El otro día estaba en una reunión de ministros de sanidad de la familia del Partido Popular Europeo, que yo como secretario general coordino, y era un placer escuchar al ministro de sanidad alemán Jens Spahn, un buen amigo, hablando de cómo en Alemania hace un mes que ya se estaba previendo cómo repartir la vacuna, todo esto mientras nosotros estábamos discutiendo si son galgos o son podencos.
En España se ha llegado tarde a casi todo…
Por eso es precisamente la Unión Europea acude en nuestra ayuda donde es necesario, por ejemplo, en los ciertos errores que puede haber cometido nuestro Gobierno, algunos muy mencionados como el reciente episodio del Consejo General del Poder Judicial. En fin, la Unión Europea es ese mecanismo corrector se va convirtiendo cada vez más en una garantía de libertad.
Hungría y Polonia, a los que luego se ha sumado Eslovenia, mantienen ese veto al fondo de reconstrucción, lo hicieron en el Consejo Europeo virtual de finales de la semana pasada. ¿De qué manera puede la Unión Europea convencer a estos Estados reticentes al reparto de los fondos que se aprobaron en verano?
La Comisión u otros Estados miembros como Alemania, que es el que ejerce actualmente la Presidencia de la Unión Europea, tienen muchos mecanismos. Para los que no conozcan bien los entresijos de las discusiones europeas, me gustaría advertirles que siempre en estos Consejos Europeos, las soluciones vienen precedidas de grandes declaraciones y choques de trenes, que luego se resuelven en el ultimo minuto a las seis de la mañana del ultimo día del Consejo Europeo en diciembre, cuando se celebre precedido por este Consejo donde no se alcanzó ninguna solución. Porque el próximo Consejo será presencial, eso es otra historia, ahí todo el mundo se va a ver las caras y va a haber unas discusiones de profundidad, va a ser un consejo muy duro. Pero normalmente la historia de la construcción europea nos indica que lo normal y deseable sería que en ese consejo se alcanzara un acuerdo. Dicho esto, si no ocurriese, desde luego yo estoy con el estado de derecho, como esta el Partido Popular Europeo, y desde luego las responsabilidades irán hacia Hungría, Polonia y Eslovenia. Tres estados miembros de la UE, que han decidido esto dentro de esa libertad que tienen los Estados miembros. No podemos ni se puede bloquear el presupuesto de la UE para los próximos 7 años y, sobre todo, ese tan esperado fondo de recuperación, esos 140 mil millones para España, 27 mil de los cuales ya se tendrán para el año que viene, una cuestión fundamental para nuestra recuperación económica. Yo confío y sé que hay gente muy razonable en estos momentos en las instituciones europeas que esta negociando a contrarreloj, con otras negociaciones que tenemos también encima como el Brexit.
Precisamente sobre el Brexit, se puede pensar que realmente, si los británicos pudieran, darían marcha atrás porque están viendo el peligro y el pozo en el que se están metiendo. Pero en este momento no hay políticos con la altura suficiente como para reconocer tal error.
Es verdad, no tenemos mucho Churchill en estos días. Los británicos, efectivamente podría dar la impresión, pero el primer ministro y el grupito que lo rodea, que llegó a través del Brexit a copar el partido conservador y el Gobierno del Reino Unido, son los que están en el poder ahora mismo, son los que están negociando. Yo comparto una reflexión que escuché hace poco, que decía que iba en el sentido de que para ellos sería terrible que al final hubiese un acuerdo con la Unión Europea porque luego la pregunta siguiente sería: ¿y para este viaje estas alforjas? Yo creo que Boris Johnson, en su fuero interno, tenía en Trump una garantía de que el gran problema que tenia el Reino Unido tras finiquitar duramente su relación con la Unión Europea, buscaban ese tratado totalmente entregado entre el Reino Unido y Estados Unidos, cosa que Trump podía haberle proporcionado. Sin embargo, eso ha cambiado, ese panorama ha cambiado. Veremos si al final yo me equivoco con esa percepción sobre Boris Johnson y se apresta a concluir una negociación final con la UE, algo que también tiene que suceder en diciembre porque a partir del 31 se acabó la fiesta.
Quería preguntarle por otro asunto porque usted es también presidente de la delegación de relaciones con Israel del Parlamento Europeo. Quiero preguntarle por ese acercamiento que se está plasmando entre Israel y algunos países árabes.
Me pilla desprevenido y me alegra muchísimo porque me parece un tema fundamental. Poca gente pregunta por un asunto que es crucial e incluso tiene consecuencias para España y su entorno. Fíjese en lo que está pasando en estos momentos con el Frente Polisario y Marruecos, con el tenderete que tenemos montado en el Gobierno social-comunista con el señor Pablo Iglesias, por llamarlo de alguna manera. Porque parece ser que Marruecos podría unirse a estos acuerdos entre Israel y los países árabes, lo que ha provocado la apertura de un consulado de Emiratos en el Sahara. Un problema que el Frente Polisario ha visto claramente venir y de ahí su reacción. Son momentos difíciles que se están viviendo en la zona del Sahara. Fíjese hasta dónde llegan las repercusiones de este asunto.
¿Pero dónde está la parte positiva de todo esto? Una parte que no la verán en la prensa europea, por eso me alegro de que en este medio hagan hincapié. No se ve en Europa un entusiasmo por unos acuerdos que son fundamentales, es decir, se están sentando en la mesa enemigos tradicionales declarados como Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán, y países que se podrían unir en el próximo futuro, se habla de Marruecos, se habla de Arabia Saudí... El paso enorme que se puede dar para lograr, no digo la paz que evidentemente es lo que todos deseamos en esa zona, sino simplemente que la estabilidad empiece a fluir. Me consta que, entre estos países, mientras nosotros hablamos, ya está ocurriendo, empresarios israelís y emiratís volando de un lugar a otro, creando un tejido económico que podría perfectamente ayudar a subsanar muchísimas cuestiones en el área de Oriente Medio. Este hecho contiene unas repercusiones tremendamente importantes, pero aquí estamos un poco con nuestra actitud cainita. ¿Quién era el valedor de esos acuerdos? El señor Donald Trump, que me puede caer mejor o peor, pero por lo menos hay que darle la enhorabuena, porque la verdad es que lo que no había conseguido el “santo” de Obama, lo ha hecho Donald Trump.
Trump ha tenido luces y sombras y esto ha sido una luz definitivamente.
Reconozcámoslo y seamos caballeros. Los europeos, en vez de estar aquí escondidos, deberíamos estar corriendo a tomar posiciones en un acontecimiento que también puede tener unas repercusiones muy positivas para Europa en muchos campos: seguridad, economía, comercio, las aplicaciones son múltiples. Pero bueno, espero y deseo que, como ya sabemos y me consta después de hablar durante estos meses con el equipo de campaña del señor Biden, en su próxima presidencia va a apoyar este proceso. Espero que los europeos entonces nos dejemos impregnar de esa ilusión.
Lo que ocurre es que Irán tiene un papel muy preponderante en la región en pugna con Arabia Saudí, pero lo que está en juego son esos 120.000 millones de dólares que Irán tenía congelados en bancos internacionales y que gracias a los acuerdos para el programa nuclear se iban a desbloquear. Creo que hay muchos Gobiernos europeos que están más por la cuestión económico-comercial de posibles acuerdos con Irán, que de otras cuestiones que sean quizá más relevantes.
Es un tema muy delicado, porque además sobre todo de los acuerdos que hemos hablado, evidentemente vamos a ver en las próximas semanas y meses gente que intentará lógicamente actuar contra ellos porque nos les conviene diplomáticamente hablando. El caso de Irán ha sido clarísimo, con declaraciones públicas, también lo ha hecho Hizbulá, la organización terrorista financiada por el régimen iraní. Yo siempre hago una distinción entre el régimen iraní y los iranís, porque hay mucha distancia entre una cosa y la otra. Luego está el tema del papel muy turbio de Turquía en su relación con los Hermanos Musulmanes y las actividades llevadas a cabo en Siria, en Libia; sin olvidarnos de Qatar. En fin, países que lógicamente no han mostrado su apoyo, todo lo contrario, lo han criticado. Debo decir también que ha habido consecuencias positivas. Los palestinos han pasado de un inicial rechazo a estos acuerdos, a sentarse de nuevo en la mesa negociadora con los israelís. Por otro lado, Líbano, país tradicionalmente en conflicto permanente con Israel, también se ha sentado a una mesa de negociación para tener una discusión que tenían pendiente sobre los límites marítimos entre ambos países.
Y hay un paso que se ha dado hoy por parte de Emiratos que declara grupo terrorista a los Hermanos Musulmanes.
Sin duda, y aquí en Europa seguimos desojando margaritas donde hay Estados y Gobiernos que no reconocen a Hizbulá como organización terrorista. Otros si, Alemania, Reino Unido y otros tantos ya han nombrado a Hizbulá como organización terrorista en su versión militar y en su versión política. Sin embargo, otros países y en España no lo hacemos, que creo que deberíamos estar curados de estas cuestiones porque hemos tenido ejemplos en nuestro país. Hizbulá es una organización terrorista y como tal debe ser calificada.
