En 2018 el diplomático iraní, Asadolá Assadi, fue detenido en Alemania por un intento fallido de ataque con bomba contra una manifestación pacífica del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI), grupo opositor en el exilio, que se iba a reunir pacíficamente a las afueras de París. Junto a él, se detuvo en Bruselas a una pareja belga de origen iraní que portaba un paquete con explosivos y un detonador. Ambos admitieron que el paquete se lo había entregado Assadi, pero desconocían el contenido de este. Un cuarto hombre fue detenido en París por ser cómplice del ataque, siendo condenados los tres iraníes a penas de 15 a 18 años de prisión.
Los investigadores encontraron que los explosivos habían sido traídos en un vuelo comercial desde Teherán hasta Austria, por ello, Francia acusó al Ministerio de Inteligencia iraní de estar detrás del ataque, congelando los activos a Saeid Hashemi Moghadam, un alto cargo de este ministerio y al diplomático Assadi. Más tarde, Bélgica pidió la extradición del funcionario para que fuera condenado por sus tribunales como los atacantes, dictaminando una condena de 20 años en 2021. El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní condenaba el arresto, juicio y sentencia de “ilegal y una clara violación del derecho internacional, especialmente de la Convención de Viene de 1961”. Sin embargo, el abogado de la acusación, Georges-Henri Beauthier, declaraba que el funcionario no tenía inmunidad por actos criminales y terroristas, sino únicamente en las funciones relacionadas con su cargo.
Iran's diplomat-terrorist Assadollah Assadi was released by the Belgian government in the context of a shameful deal with the Iranian regime.
— NCRI-FAC (@iran_policy) May 30, 2023
He led an extensive network of terrorism and espionage in Europe.
Therefore, we are reposting our article on how his operatives used… pic.twitter.com/yzLFaNwtzN
En 2022, comenzaron a negociar Irán y Bélgica un intercambio de presos que sería entre el funcionario iraní y el trabajador humanitario belga Olivier Vandecasteele, detenido en ese año y condenado a “40 años de cárcel y setenta y cuatro latigazos por espionaje, cooperación con Estados Unidos y contrabando de divisas, entre otros delitos”. Unos cargos imputados totalmente desconocidos como aseguraba la familia del condenado, que inició una huelga de hambre durante su encarcelamiento como protesta contra la condena. La familia denunció el aislamiento total y las condiciones en el que se encontraba el trabajador, llevándole a una pérdida significativa de peso y problemas preocupantes dentales y estomacales.
En diciembre, el Tribunal Constitucional belga suspendió la aplicación del acuerdo hasta pronunciarse sobre el recurso que presentaron en contra las organizaciones de opositores iraníes. La toma de rehenes es parte de la política de extorsión y presión que lleva a cabo el régimen iraní para la obtención de concesiones, por lo que aceptar este acuerdo es ceder al chantaje consideran muchos expertos. No obstante, a principios de marzo de 2023, confirma el Tribunal la constitucionalidad del acuerdo, solicitando formalmente la entrega del ciudadano belga a Irán y dictaminando el deber de avisar a los demandantes de la liberación de Assadi para iniciar acciones legales, pero el gobierno no informó.

Omán ha actuado de mediador entre las dos partes enemistadas por sus buenas relaciones con los Estados occidentales y con el gobierno iraní. Fue el Ministerio de Relaciones Exteriores de Omán el que confirmó que, de acuerdo con lo establecido, los prisioneros fueron liberados y transportados desde Bruselas y Teherán a la capital de Omán el viernes pasado. La llegada de ambos a sus respectivos países fue grabada y emitida por las televisiones nacionales, Vandecasteele llegó a la base aérea militar de Melsbroek, donde le esperaba para recibirlo su familia, tras estar encarcelado más de 400 días en Irán.
Por su parte, la televisión estatal iraní fue la encargada de dar la noticia de que Assadi se encontraba ya en Teherán, mostrándolo junto con otros funcionarios y el portavoz del gobierno. La noticia también se hacía pública en el Twitter del ministro iraní de Relaciones Exteriores que declaraba la alegría que suponía para el país la vuelta del “diplomático inocente que fue arrestado ilegalmente contra el derecho internacional”.