Con motivo de la celebración de la 35º cumbre de la Unión Africana en la capital etíope, Adís Abeba, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita concedió una entrevista al medio galo France24. El jefe de la diplomacia marroquí dialogó con los periodistas Marc Perelman y Florence Morice sobre varios asuntos que afectan directamente al Reino alauí y a sus intereses, como la crisis en Libia, las relaciones con Argelia e Israel o la cuestión del Sáhara Occidental.
Respecto a Libia, Bourita reafirmó la posición de su país hacia una “solución realista y práctica” de la crisis que vive la nación norafricana desde la caída de Muamar Gadafi en 2011. Marruecos ha participado activamente en varias negociaciones entre los diferentes actores libios organizando mesas redondas de diálogo. Además, la jefa de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Liba (UNSMIL), Stephanie Williams ha contado con Rabat durante sus consultas con los socios regionales e internacionales de Libia.

El Reino alauí siempre se ha mostrado muy comprometido con una solución pacífica en Libia, no solo para poner fin a un conflicto que dificulta la vida de millones de libios, sino porque la inestabilidad e inseguridad del país también supone un desafío para otras naciones de la región. Libia puede convertirse en la puerta del creciente yihadismo del Sahel hacia la zona del Magreb. De hecho, el pasado mes de enero finalizó con un nuevo enfrentamiento entre grupos afines al Daesh y el Ejército libio en el sur del país. Por otra parte, el alto número de mercenarios de diferente origen dificultan el establecimiento de la seguridad en Libia.

“Libia no es un país vecino geográficamente, pero sí muy cercano. Su estabilidad nos afecta, pero su inestabilidad también”, recalcó Bourita en la entrevista, recordando que los vínculos entre ambos estados “son muy importantes y antiguos”. Respecto a las actuales instituciones libias, el ministro marroquí destacó su papel para que “el estado libio continúe con su trabajo y se prepare para las futuras elecciones”. La celebración de comicios, previstos el pasado 24 de diciembre, no es un fin “en si mismo”, tal y como aseguró Bourita, sino que, “lo más importante es restaurar la estabilidad en Libia”. “El objetivo es resolver la cuestión de la legitimidad, pero sin perder la estabilidad de Libia. Por eso necesitamos este equilibrio; cómo avanzar hacia las elecciones, pero sin crear caos”, explicó.

Por otra parte, Bourita hizo referencia también a las conferencias internacionales llevadas a cabo en Europa para tratar de llegar a una solución política en Libia. El diplomático marroquí apoya esas cumbres, sin embargo, cuestiona si las hojas de ruta que se desarrollan en esas reuniones se adaptan al “contexto libio”. “Ese es el verdadero problema”, afirmó.
Rabat se ha presentado como un moderador entre las partes libias, aunque en varias ocasiones ha expresado su apoyo al Gobierno de Unidad Nacional (GNU), dirigido por Abdul Hamid Dbeiba, para lograr una resolución política. El pasado mes de noviembre, durante una conversación telefónica con su homóloga libia, Najla Al-Mangoush, Bourita felicitó al Ejecutivo libio, reconocido internacionalmente, “por la sabiduría que ha demostrado desde que asumió sus funciones”, según informó el portal de noticias Maroc.ma. En este sentido, cabe destacar la decisión del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos de reabrir su consulado en Trípoli después de 8 años cerrado.

La cuestión palestina y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel han estado presentes durante la entrevista a Bourita. El ministro reiteró que Rabat “está comprometido con el pueblo palestino”, al igual que apoya “una solución de dos Estados”. “El restablecimiento de las relaciones con Israel no cambiará en modo alguno la posición de Marruecos sobre la cuestión palestina”, subrayó.

Respecto al estatus de Israel como miembro observador de la Unión Africana, asunto que ha causado bastante polémica, el diplomático marroquí asegura que su país está “a favor de la implementación de los textos de esta organización”. La UA ha aplazado el debate sobre el estatus de Israel hasta la siguiente Asamblea General que se celebrará el año que viene. Varios países africanos como Sudáfrica, Argelia, Namibia o Zimbabue han expresado su desacuerdo a que el Estado hebreo actúe como miembro observador de la organización.

En este sentido, Bourita indica que, Sudáfrica, “uno de los países que están impulsando este debate”, recibió al embajador israelí hace una semana; además, recuerda que “tiene una embajada con una bandera israelí ondeando”. “¿Cómo podemos aceptar una realidad en casa y venir e imponer lo contrario a nivel de la Unión Africana?”, añadió.

Como era de esperar, el ministro también dialogó sobre su vecina Argelia, con quien no mantiene relaciones diplomáticas desde el pasado mes de agosto. Debido a las múltiples acusaciones argelinas hacia Marruecos, Bourita admitió que, desde hace bastante tiempo, ya no sigue “lo que dice Argelia o la diplomacia argelina”. “Veo que hay muchas contradicciones”, reveló. Asimismo, cuando fue preguntado por un posible enfrentamiento militar directo, el ministro aseguró que el enfoque del rey Mohammed VI “es no escalar y centrarse en lo que nos une y no en lo que nos desune”. “Marruecos nunca ha buscado la confrontación”, agregó.

Finalmente, sobre la cuestión del Sáhara, Bourita recalcó que “Marruecos está comprometido con una solución en el marco de las Naciones Unidas, y en el marco de la autonomía bajo la soberanía marroquí”. Del mismo modo, recordó que es Argelia quien no reconoce la resolución de la ONU y quien rechaza participar en las mesas redondas planteadas por el enviado del secretario general de la ONU para el Sáhara, Staffan De Mistura. “Argelia ha demostrado que es la verdadera parte de este problema”, zanjó.