Las claves de la construcción de una nueva Europa
La Conferencia sobre el Futuro de Europa es ya uno de los grandes eventos de la Unión Europea. Este acontecimiento pretende ser el motor que acerque a la ciudadanía europea a las instituciones con el fin de que los ciudadanos se sientan escuchados y valorados. En la historia institucional de la Unión Europea la verticalidad y las barreras que sentían los civiles con las figuras políticas han sido uno de los motivos principales del nacimiento de esta Conferencia.
Para acabar con este distanciamiento y apostar por una mayor democratización, la Conferencia se presenta como una gran oportunidad para que la sociedad civil intervenga sobre el futuro de la Unión a través de sus propuestas.
Este proyecto fue propuesto hace tres años por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien apostó por la creación de una gran consulta ciudadana que contase con la capacidad suficiente como para influir en un nuevo proyecto, a gran escala, de la Unión Europea. Posteriormente, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyden, recogió la propuesta y la formalizó dando luz verde al nacimiento de la Conferencia.
Tras su impulso, los jóvenes europeos, emocionados por contar con la oportunidad de poder influir y ver sus propuestas materializadas en el futuro de la Unión Europea, han tomado un papel fundamental en su configuración. En este marco, los jóvenes del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo (CFEME) llevan trabajando de forma asidua los diferentes ideas y medidas que se van a tratar en la Conferencia.
Estas medidas han sido debatidas y recogidas por primera vez en la Asamblea General del Movimiento Europeo que consiguió reunir a 20 Asociaciones Miembro y a 15 Consejos Territoriales. Tras su celebración, la Asamblea anunció cuales deberían ser los contenidos mínimos que deberían estar incluidos en la Conferencia.
El cambio climático y el Pacto Verde, la salud, el fortalecimiento de la economía, la transformación digital, la democracia europea, el futuro de la Unión Europea, la cuestión migratoria y la juventud, entre otros, fueron los principales temas que se recogieron.
Si por algo se está caracterizando el siglo XXI es por ser el siglo que está protagonizando la lucha para acabar con el cambio climático y todas las nefastas consecuencias que derivan de él. Para erradicar esta problemática los jóvenes europeos quieren avanzar en el desarrollo del Pacto Verde para desarrollar un modelo sostenible para conseguir “dar una respuesta efectiva y ambiciosa al problema actual”.c
Además, pretenden "fomentar la economía circular y la transición justa para todos los Estados Miembros” para conseguir que la Unión Europa se erija como un “referente y líder en la lucha contra el cambio climático”, como se habría evidenciado en la COP26 de Glasgow.
La pandemia de la Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de poner en común las políticas transversales en común en este ámbito, salvaguardando la mayor protección de la ciudadanía europea. Además, proponen “reforzar las Agencias Europeas del Medicamento y de Prevención de Enfermedades recogiendo el éxito en la lucha contra la Covid-19” a través del plan europeo de vacunación.
Para conseguir estos objetivos pretenden, del mismo modo, “dotar a la Unión Europea de competencias exclusivas en materia de salud” para contar con la capacidad suficiente como poder hacer frente de manera exitosa a las nuevas pandemias y epidemias.
En la construcción de la nueva Europa, en el ámbito económico “el robustecimiento del Mercado interior y la ampliación de la dimensión industrial de la Unión Europea” ha sido una de las propuestas planteadas más relevantes. Además, pretenden que con el fortalecimiento de la Unión Económica y Monetaria se consiga trabajar a favor de las personas a través de una Unión Fiscal y Monetaria.
Con ello se pretende desarrollar el Modelo Social europeo mediante la incorporación de la Declaración de Oporto adoptada el 7 de mayo al ordenamiento jurídico de la Unión.
Justo a esto y relacionándolo con la aprobación del Pacto Verde, proponen que el plan económico se construya sobre bases políticas de cohesión social que velen por el bienestar y el desarrollo ciudadano.
El avance y el desarrollo de China como potencia mundial, además de la actual política exterior estadounidense y rusa en zonas como en Oriente Medio han evidenciado el importante papel e influencia que ejercen sobre la zona, sin contar con la Unión Europea. Europa atraviesa una crisis en la política exterior y por ello debe volver a recuperar su poder para tratar de defender sus valores.
Con este fin, el Movimiento Europeo aboga por el cambio en la forma de aprobar las medidas en materia de exterior.
En este aspecto defienden el avance “en la consolidación de la mayoría cualificada en la toma de decisiones dejando atrás la unanimidad, o quedando está reservada para aquellos aspectos de la política exterior que afecten directamente a un Estado Miembro”.
Además, otras de las medidas que defienden es el avance en “la ampliación de la noción de autonomía estratégica reforzada” con el objetivo de desarrollar una Política exterior en los ámbitos de seguridad y defensa y conseguir así el proyecto de una “Europa más fuerte” a través del “Strategic Compass”.
El objetivo de esta “Brújula estratégica” es fomentar una cultura europea en común a través de un entendimiento conjunto de los Estados donde se identifiquen las amenazas conjuntas europeas y cómo la Unión, en su defensa, puede ser un proveedor de seguridad.
Hace unos días conocíamos que la Unión prevé ejecutar para el año 2023 las primeras maniobras conjuntas militares de su historia. Así, Bruselas ha considerado primordial apostar por la militarización para conseguir su supervivencia a escala global en un mundo cada vez más militarizado.
La iniciativa ha sido anunciada por el alto representante de Política Exterior, Josep Borrell, tras informar sobre un documento que recoge estas nuevas medidas y señala que “este no es el mundo que los europeos hemos elegido o preferido, pero es el que tenemos que afrontar”, como indica El País.
Por ahora, de la única información que se dispone de manera oficial es que el nuevo Ejército estará compuesto por 5.000 soldados según informa Reuters. Esta nueva formación europea se erigirá para que la Unión tenga la posibilidad de intervenir en caso de conflictos de manera conjunta sin depender de Estados Unidos. Asimismo, pretenden conseguir una mayor autonomía estratégica en pro de la defensa de los valores europeos, amenazados por el nuevo orden mundial.
