Aunque llevamos meses hablando de los distintos candidatos a optar a la Casa Blanca por republicanos y demócratas, lo cierto es que es ahora cuando se produce el pistoletazo de salida oficial de la carrera para elegir al sucesor de Barack Obama.
Con los 'caucus' de Iowa arranca este 1 de febrero el complicado proceso de elecciones primarias en el que los dos grandes partidos que se han ido alternando en el poder desde hace décadas elegirán a su representante en las elecciones del 8 de noviembre.
Así, las primarias demócratas son, desde hace meses, cosa de dos, si bien hay un tercer candidato en liza que se ha resistido a tirar la toalla hasta la fecha pero al que nadie parece dar opciones de alzarse con el premio final.
La candidatura de Hillary Clinton, ampliamente esperada desde que en 2008 fuera derrotada por Obama, es vista como la que más opciones tiene de imponerse, de ahí el que algunos de los que inicialmente anunciaran su intención de plantarle cara hayan ido retirándose de la pugna con el paso de los meses.
Actualmente solo resisten otros dos contrincantes, el senador por Vermont Bernie Sanders y el exgobernador de Maryland Martin O'Malley, sin embargo, los sondeos muestran que el único que tiene alguna opción es Sanders. Las últimas encuestas publicadas acreditan que Hillary Clinton obtendría el 45% de los votos y Sanders el 42%.
Por el lado republicano, aunque muchos no apostaban por él, lo cierto es que el magnate Donald Trump ha subido como la espuma en los sondeos a golpe de polémicas hasta consolidarse en la primera plaza con una cómoda ventaja frente a los otros once candidatos que continúan en la pugna.
En las primarias, Trump sigue siendo el rival a batir, con un 28% de la intención de voto, con Ted Cruz en segunda posición, con un 23%, y el resto de rivales por debajo de los dos dígitos en intención de voto, por lo que la contienda quedaría reducida como mucho a unos cuatro o cinco nombres.
A partir del 1 de febrero
De esta manera, el proceso arranca el 1 de febrero con los caucus de Iowa que celebran ambos partidos, tras lo cual la siguiente cita serán las primarias en New Hampshire el 9 de febrero.
Los dos estados siguientes serán Nevada y Carolina del Sur, si bien en el caso del primero los caucus de los dos partidos se celebran en fecha diferentes (20, republicanos, y 23, demócratas), mientras que las primarias en el segundo también serán por separado (20, republicanos, y 27, demócratas).
Una de las fechas claves en el proceso será el 1 de marzo, el conocido como 'supermartes', ya que en total se celebran primarias o caucus en 15 estados y territorios. Entre los grandes estados que votan esa fecha figuran Georgia, Massachussets, Minnesota, Texas y Virginia.
Otra de las fechas clave será el 15 de marzo, también martes, ya que ese día se vota en Florida así como en otros estados grandes como Illinois,Carolina del Norte y Ohio.
A partir de ahí el calendario está jalonado de primarias y caucus, hasta el 14 de junio, cuando los demócratas votan en las primarias en el Distrito de Columbia.
California, el estado con más delegados en ambos partidos votará en esta ocasión el 7 de junio, al igual en Nueva Jersey.
No se votan candidatos, sino delegados
Al votar en las primarias, los estadounidenses no lo hacen directamente por un candidato, sino por un delegado que se ha comprometido a votar por dicho candidato. Las normas para la elección de los delegados las determina el partido a nivel estatal, por lo que difieren de unos estados a otros.
La asignación de los delegados una vez se han celebrado las primarias en un determinado estado se hace de forma proporcional al número de votos obtenidos en el caso de los demócratas.
Los republicanos tienen un sistema mucho más complejo, que permite que sean los estados los que elijan cómo se hace el reparto, recurriendo en muchos de ellos a la fórmula 'el ganador se lleva todo'.
No obstante, para estas primarias se han fijado una serie de normas. Así en el caso de los estados que celebren las primarias entre el 1 y el 14 de marzo, la concesión de los delegados deberá de hacerse de forma proporcional, mientras que, a partir del 14 de marzo, se autoriza el método de 'winner-take-all'.
Para complicar aún más este panorama, en el caso del Partido Demócrata existen los superdelegados, normalmente cargos del partido o miembros del Congreso que representan el 20 por ciento del total de los delegados y que no están comprometidos con ninguno de los candidatos de antemano.
Mientras, en el caso del Partido Republicano, además de los delegados elegidos en las primarias, cuentan con otros diez más a los que se suma un 'bonus' en función de cómo quedó el partido en dicho estado en anteriores elecciones. Además, también participarán en la convención tres delegados por cada distrito al Congreso y todos los miembros del Comité Nacional Republicano.
En julio, las convenciones
Cuando concluyan las primarias, cada uno de los partidos realizará una convención en la que reúne a todos los delegados (junto a los superdelegados u otros representantes) y en la que se formaliza la designación del candidato a la Presidencia y a la Vicepresidencia.
Este año, los republicanos celebrarán su convención entre el 18 y el 21 de julio en Cleveland, en Ohio, mientras que los demócratas han convocado la suya entre el 25 y el 28 de julio en Filadelfia.