Rusia ha denunciado presiones por parte de Estados Unidos y Francia hacia países africanos para que no acudan a la cumbre

La cumbre Rusia-África 2023 suscita presiones estadounidenses y francesas

El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una reunión con miembros del servicio en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 27 de junio de 2023
SPUTNIK/MIKHAIL TERESHCHENKO
photo_camera El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una reunión con miembros del servicio en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 27 de junio de 2023 SPUTNIK/MIKHAIL TERESHCHENKO

Desde que hace año y medio Rusia iniciara la invasión de Ucrania, el Kremlin aumentó de forma considerable sus esfuerzos por afianzar vínculos con otras regiones que pudiesen compensar el terreno que, como no podía ser de otra manera, iba a perder en Occidente. Los países europeos impusieron un bloqueo al Gobierno de Vladímir Putin que los rusos han intentado evadir gracias a su apuesta por el Sur Global. Este concepto hace ver a África como uno de los focos de desarrollo y crecimiento, algo que desde luego está demostrando con cada vez más fuerza.

De ahí que los rusos viesen una ventana de oportunidad en el patio trasero de la OTAN, como así denomina el diplomático Jorge Dezcallar al norte africano en su obra Operación falsa bandera: Del Kremlin a Tinduf. Argelia, su aliado más cercano en la región, no es la única muestra de las intenciones rusas que siguen avanzando con paso firme, como deja ver la segunda Cumbre Rusia-África que tendrá lugar mañana 26 de agosto en San Petersburgo. Un evento al que ha confirmado su asistencia el presidente de Sudáfrica, en buena parte motivado por los lazos que unen a su país con Rusia, como es el acuerdo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

SPUTNIK/ALEXEY NIKOLSKY - En esta foto de archivo tomada el 27 de julio de 2018, el presidente ruso, Vladimir Putin, da una conferencia de prensa al final de la 10ª cumbre BRICS (acrónimo de la agrupación de los mundos)
SPUTNIK/ALEXEY NIKOLSKY - En esta foto de archivo tomada el 27 de julio de 2018, el presidente ruso, Vladimir Putin, da una conferencia de prensa al final de la 10ª cumbre BRICS (acrónimo de la agrupación de los mundos)

Cyril Ramaphosa, presidente sudafricano, ha confirmado su asistencia a la cumbre, a la que irá acompañado por Naledi Pandor, ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación, y Khumbudzo Ntshavheni, ministra de la Presidencia responsable de la Agencia de Seguridad del Estado, entre otros altos funcionarios. Ha sido la nota emitida por la Presidencia la que indica los temas a tratar en esta reunión, entre los que destacan la cooperación en política, seguridad y comercio.

También mencionan un especial interés en unir esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y la prevención de una carrera armamentística. Será en este mismo evento en el que los jefes de Estado africanos que forman parte de la Misión de Paz en relación con la guerra entre Ucrania y Rusia aborden la cuestión con Putin. Aunque la realidad es que la esperanza de alcanzar un acuerdo en esta ocasión es remota, sobre todo después de la creciente tensión de Rusia con países occidentales tras “las presiones” denunciadas desde el Kremlin.

PHOTO/ARCHIVE - Cyril Ramaphosa, presidente sudafricano
PHOTO/ARCHIVE - Cyril Ramaphosa, presidente sudafricano

El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha asegurado que “prácticamente todos los países africanos han sido sometidos a presiones sin precedentes por parte de Estados Unidos”. A lo que añadía que “la Embajada de Francia tampoco estuvo ni está con los brazos cruzados”, acusando también al país de Emmanuel Macron de presionar a ciertos países para no acudir a esta cumbre. Peskov considera que esta postura “merecer ser condenada”, y dice que “están aportando su granito de arena” para que no se lleve a cabo la reunión de la que espera salir con la emisión de cuatro declaraciones finales y un Plan de Acción de tres años, como también afirmó el comunicado sudafricano.

La presión denunciada por Rusia no es sino una muestra de la tensión que genera en Occidente la cada vez más fuerte posición de Moscú en África. Junto a China, están consiguiendo ampliar su área de influencia y ganando peso con un elenco de países que no deja de crecer. Y la respuesta de los países africanos, que en su mayoría han permanecido neutrales durante el desarrollo de la invasión rusa de Ucrania, no está siendo ni mucho menos contraria a las aspiraciones rusas.

PHOTO/ARCHIVO - El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov
PHOTO/ARCHIVO - El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov

El ejemplo de Sudáfrica no es el único, aunque sí uno de los más contundentes. Miran por el interés propio, y en su agenda, una de las prioridades es el BRICS, al que, además, muchos países están pugnando por entrar. El acuerdo que une a los cinco países mencionados anteriormente se basa en la cooperación económico-comercial, y supone un fuerte vínculo entre naciones que comparten características demográficas y, cuando se firmó a principios de siglo, también de expectativas de crecimiento económico.

De hecho, está prevista una cumbre del BRICS en Johannesburgo del 22 al 24 de agosto. Una reunión de la que también se tratarán los primeros puntos en esta ocasión en tierras rusas, donde Rusia y Sudáfrica esperan estrechar sus vínculos y allanar el camino de cara a finales del mes de agosto. Esta postura sudafricana deja ver que, lejos de repudiar de forma sistemática a Moscú, como hace Occidente desde hace año y medio, están aprovechando para fomentar sus lazos con el Kremlin. Y es precisamente esta voluntad de cooperación la que debe preocupar especialmente a Estados Unidos que no atraviesa su mejor momento en cuanto a política exterior en África y Oriente Medio se refiere.

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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