Henar Hernández
Pie de foto: El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el 21 de marzo de 2019, recibió el compromiso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer la disputada anexión de los Altos del Golán por parte de Israel, que tomó de Siria en 1967. Benjamin Netanyahu escribió en su cuenta personal de Twitter: "¡Gracias presidente Trump!". Mandel NGAN / AFP
Donald Trump escribía ayer a las 6 de la tarde en su cuenta oficial de Twitter el siguiente mensaje: “Después de 52 años, ha llegado el momento de que Estados Unidos reconozca de forma plena la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, que es de importancia estratégica y de seguridad crítica para el Estado de Israel y para la estabilidad regional”. Esta ha sido la primera vez que una administración estadounidense ha manifestado, de forma explícita, el deseo de oficializar el reconocimiento de la soberanía territorial israelí sobre los Altos del Golán, ubicados en el sur de Siria. Aunque se desconocen los siguientes pasos requeridos para materializar este mensaje de Trump, todo apunta a que, en una semana, coincidiendo con la recién anunciada visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu a la Casa Blanca – prevista para el lunes 25 de marzo – tras la invitación del presidente estadounidense, esta nueva medida diplomática se oficialice. Todo esto se ha propiciado tras la gira de esta semana del secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, por Oriente Medio. En ella, el funcionario estadounidense ha visitado Kuwait, Líbano e Israel con el objetivo de buscar un “frente unido” contra Irán, pero la prensa estadounidense ya alertaba - y como lo adelantó ATALAYAR - de la posible utilización de esta gira por la administración Trump para lanzar el inminente reconocimiento.
Las reacciones en la comunidad internacional no se han hecho esperar. Netanyahu, que se enfrenta a unas elecciones legislativas el próximo 9 de abril rodeado de polémicas – la Fiscalía israelí anunció que le imputará por cohecho, soborno y fraude en tramas de corrupción como la del caso 4000 o caso Bezeq – y con la popularidad bajo mínimos, vio el mensaje de Trump como un soplo de aire fresco para su legislatura y así lo expresó, también, en su cuenta de Twitter: “En un momento en el que Irán busca utilizar a Siria como una plataforma para destruir a Israel, el Presidente Trump reconoce con valentía la soberanía israelí sobre los altos del Golán. ¡Gracias presidente Trump!” Tras la publicación de este mensaje, ha llegado la reacción de Siria, en cuyo territorio se ubican los Altos del Golán. Desde el Ministerio de Exteriores sirio aseguran que el Golán “seguirá siendo árabe y sirio” y que “ahora Damasco tiene más intención de liberar el Golán utilizando todos los medios posibles”. También han calificado el mensaje de Trump como “irresponsable” y alegan que supone una amenaza para la paz y la estabilidad internacional. Del mismo modo, acusan a EEUU de tener un “sesgo ciego hacia la entidad sionista”, es decir, Israel.
Pie de foto : Una foto de archivo tomada el 6 de octubre de 2018 muestra una foto del presidente sirio Bashar al-Assad cuando los miembros de la comunidad drusa asisten a un mitin en la aldea drusa de Majdal Shams en los Altos del Golán, anexados a Israel. JALAA MAREY / AF
Otros países que han condenado esta decisión “diplomática” que cambiaría el estatus del Golán son Rusia, cuya portavoz del Ministerio de Exteriores ha afirmado que “cambiar el estatus de los Altos del Golán pasando por encima al Consejo de Seguridad es una violación directa de las decisiones de la ONU”. En esta línea, Naciones Unidas ya emitió sendas resoluciones en 1967, 1973 y 1981 en las que instaba a Israel a desocupar el territorio sirio, el cual se lo había anexionado de forma unilateral tras la Guerra de los Seis Días de 1967.
Asimismo, el presidente turco, Rayyip Erdogan, ha explicado durante un encuentro de la Organización Islámica de Cooperación que Turquía no puede permitir la legitimización de la ocupación de los Altos del Golán, puesto que esta decisión de la Casa Blanca conduce a la región “al borde de una nueva crisis” y, con ello, a nuevas tensiones. En la línea de Turquía, fuentes oficiales de Irán acusan a EEUU de provocar una “nueva ola de enfrentamientos” y definen el reconocimiento como "ilegal".
También se ha pronunciado China, cuyo gobierno ha pedido que se respeten las resoluciones de la ONU en esta materia de 1967, 1973 y 1981, entre otras.
En este punto, cabe resaltar que el próximo 31 de marzo tendrá lugar en Túnez la cumbre anual de la Liga Árabe. Su secretario general, Ahmed Aboul Gheit, quien estuvo ayer en Madrid con motivo de la celebración del 74º aniversario del establecimiento de la organización panárabe, ha declarado que “la Liga Árabe apoya plenamente el derecho sirio a su territorio ocupado, tenemos una posición clara basada en resoluciones sobre este tema”. Siria, cuya participación fue suspendida en el año 2011 con el estallido de la guerra, podría volver a formar parte de la Liga Árabe a partir de la celebración de la próxima cumbre, pues cuenta con el apoyo de otros miembros como Túnez o Argelia. Sin embargo, Aboul Gheit manifestó durante su estancia en Madrid que “no veo aún que la situación esté lista para que regrese. Para ello, al menos un país tiene que presentar una resolución y convencer a los otros miembros de la vuelta de Siria. No hay nada así sobre la mesa por el momento”. En cualquier caso, la decisión de Donald Trump podría suponer el acercamiento entre la Liga y Siria, pues ambos la rechazan frontalmente.
Pie de foto: Una foto de archivo tomada el 20 de enero de 2019 muestra esculturas de silueta de soldados israelíes junto a un cartel para turistas que muestran las respectivas distancias a Damasco y Bagdad desde un puesto del ejército en el Monte Bental en los Altos del Golán anexados a Israel. JALAA MAREY / AFP
La situación entre Israel y los países árabes podría seguir tensionándose con el Plan de Paz, un proyecto de la administración Trump para solventar el conflicto entre el gobierno de Netanyahu y Palestina y que está previsto que se presente tras las elecciones israelís del 9 de abril. El plan contemplaría una “solución regional” que no agradaría las demandas palestinas, puesto que EEUU ya reconoció a finales de 2017, también de forma unilateral y de la misma manera que con los Altos del Golán, a Jerusalén, de forma indivisible, como la capital de Israel y trasladó su Embajada allí, cuando antes había sido establecida en Tel Aviv. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) proclamó el Estado de Palestina y situó su capital en Jerusalén, que, a instancias de Naciones Unidas, debería haberse mantenido neutral y bajo control internacional.
Asimismo, Mike Pompeo, en su visita a la ciudad ayer, visitó por primera vez como representante del gobierno de EEUU desde que se reconociese a Jerusalén como capital de Israel el Muro de las Lamentaciones, acompañado por Netanyahu.
Los Altos del Golán
Los Altos del Golán se localizan en el sur de Siria. Su extensión abarca 1800 kilómetros cuadrados, que se dividen entre diferentes "administradores": 1200 kilómetros cuadrados están bajo ocupación militar de Israel, unos 235 kilómetros cuadrados están controlados por la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) creada el 31 de mayo de 1974 y el resto (cerca de 200 kilómetros cuadrados) permanece bajo soberanía siria.
Pie de foto: La foto tomada en los Altos del Golán ocupados por Israel el 27 de septiembre de 2018 muestra a miembros del personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en una torre de vigilancia en el cruce fronterizo de Quneitra con Siria. Photo by JALAA MAREY / AF
En 1967, entre el 5 y el 10 de junio, tuvo lugar la Guerra de los Seis Días, un conflicto regional que resultó en que Israel se anexionó la península del Sinaí y la franja de Gaza que pertenecían a Egipto; Jerusalén Este y Cisjordania, pertenecientes a Jordania y los Altos del Golán sirios. Este primer enfrentamiento derivó, en 1973, en la Guerra del Yom-Kippur, en la que Egipto y Siria combatieron contra Israel, apoyado por EEUU, para recuperar los territorios que este les había arrebatado 6 años antes. Tras varios meses de conflicto, se firmó el Acuerdo de Alto al Fuego ese mismo año – como lo había requerido Naciones Unidas en dos resoluciones – que culminó con la celebración de la Conferencia de Paz en Ginebra, que contó con la participación de Israel, Egipto y Jordania y a la que no asistió Siria. Como resultado del encuentro, Israel le devolvió a Egipto el territorio ocupado en la península del Sinaí y el Canal de Suez, pero no hubo modificaciones en la cuestión siria.
Pie de foto: Una foto de archivo tomada el 19 de octubre de 1973 muestra al Ministro de Defensa de Israel, Moshe Dayan, mirando hacia el lado sirio de los Altos del Golán, cuatro días después del comienzo de la Guerra de Yom Kippur. AFP
Así, en 1981, Israel aplicó su legislación nacional a los Altos del Golán, materializando la anexión del territorio, lo que fue condenado por Naciones Unidas. Desde entonces, los gobiernos israelís – y ahora con Netanyahu – han ido aprobando nuevas leyes que pretenden la expulsión definitiva de los habitantes árabes de los Altos del Golán a través de la construcción de asentamientos ilegítimos. El objetivo último sigue siendo, así, la tan ansiada “israelización” del territorio, que podría ser catalizada por el reconocimiento estadounidense.