Ankara ha rechazado la iniciativa egipcia para un alto el fuego en el país y se prepara para nuevas batallas contra el LNA

Egipto muestra músculo militar frente a Turquía en Libia

PHOTO/AP - Camiones del Ejército de Egipto llevan tanques en un convoy militar

“Una intervención [militar] de Egipto frustraría los planes de Turquía y obligaría al Gobierno de Unidad Nacional (GNA) a regresar al camino diplomático”, exponen desde South Front. Para muchos analistas, de hecho, esta sería la única vía en la que Ankara volviese a aceptar la senda del diálogo sobre un plan de paz para Libia. En estos momentos, tras la victoria sobre la capital, Trípoli -campo de batalla desde hacía 14 meses, cuando el Ejército de Liberación Nacional (LNA) lanzaron una ofensiva para tratar de recuperarla de las manos de su facción rival- el presidente de la nación euroasiática, Recep Tayyip Erdogan, está más convencido que nunca de que puede ganar la guerra en todo el país, gracias también al empleo de drones y a las ganancias conseguidas en el cielo libio. 

Así, según han informado medios locales, los siguientes movimientos de Turquía en el país norteafricano contemplan la “liberación” de todas las ciudades importantes que se encuentran en estos momentos bajo dominio del LNA. Entre ellas, destaca la localidad petrolera de Sirte, sobre la cual el propio Erdogan ha reconocido su interés en los recursos energéticos. “Hay elementos dentro del GNA que quieren capitalizar los éxitos recientes y avanzar lo más al este posible [el bastión de Haftar]. Hasta ahora, sin embargo, se han encontrado con resistencia en Sirte, que es probable que luche duro contra el GNA”, explica la investigadora principal de la Escuela de Estudios de Seguridad del King’s College London, Alison Pargeter, en Al-Monitor.

Por todo ello, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, ha rechazado la iniciativa egipcia para implementar un cese de las hostilidades en Libia, país que lleva en guerra civil desde el año 2011 y cuya situación ha empeorado drásticamente con el recrudecimiento de los conflictos entre las dos facciones enfrentadas y la propagación del coronavirus.

El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu

El presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, tras mantener una reunión la semana pasada con el comandante del LNA, el mariscal Jalifa Haftar, y el presidente del Parlamento libio -bajo el control del GNA-, Aguila Saleh, presentó una hoja de ruta para la nación norteafricana en la que se incluía la entrada en vigor de un alto el fuego a partir del lunes día 8 de junio y la salida de todos los mercenarios y potencias extranjeras involucradas actualmente en el conflicto. El plan fue apoyado inmediatamente por Estados Unidos, Rusia y Emiratos Árabes Unidos, entre otros países. 

“La iniciativa de alto el fuego de El Cairo nació muerta. Si se firma un alto el fuego, debe hacerse en una plataforma que reúna a todos, por lo que la llamada al cese de las hostilidades para salvar a Haftar no nos parece sincera o creíble”, ha declarado Cavusoglu en el periódico turco Hurriyet. Ankara muestra así su intención de estar en la mesa de negociaciones sobre el futuro de Libia, al mismo nivel que El Cairo, aunque pretende que no participe el LNA, al que acusa de ser “el principal obstáculo para la paz” en la nación norteafricana.

Hace una semana, cuando el GNA estaba consiguiendo importantes victorias territoriales en el país, Haftar le pidió a Al-Sisi explícitamente apoyo para poner fin a la intervención turca en la nación norteafricana, que ha sido la principal responsable de que el LNA no pudiese hacerse con el control de Trípoli durante los 14 meses que duró el asedio. Entonces, y según desveló el medio Egypt Independent, el presidente egipcio le trasladó al mariscal que “no permitiría ninguna amenaza a sus fronteras occidentales”. Y dicho y hecho. El jefe del Estado Mayor del Ejército egipcio, el general Mohammed Farid Hegazy, ha asegurado este miércoles que las Fuerzas Armadas “están en el más alto grado de preparación para el combate para enfrentar todos los desafíos y peligros”. Las declaraciones se han producido durante una reunión con comandantes, oficiales y soldados en la región militar occidental, en la frontera con Libia.

Mohamed Farid Hegazy, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas egipcias

“La estricta posición turca obliga a Egipto a considerar la acción militar directa para evitar que el GNA obtenga una victoria militar”, explican desde South Front. El 7 de junio, este mismo medio reveló que El Cairo había enviado convoyes masivos de tanques de batalla a la región fronteriza en la jornada previa a la entrada en vigor del alto el fuego, que por el momento no se ha respetado con los últimos enfrentamientos.

Este movimiento egipcio se habría realizado con el objetivo de disuadir las aspiraciones turcas de controlar el enclave geoestratégico de Sirte, aunque por el momento no ha tenido éxito, porque los combates siguen intensificándose, causando la muerte de al menos 19 civiles, de acuerdo con la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL).

El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, reuniéndose con el comandante libio Jalifa Haftar y el presidente del Parlamento libio Aguila Saleh en la capital, El Cairo

Con este escenario, y como explica el analista Diego Cupolo en Al-Monitor, “los acontecimientos aumentan las perspectivas de nuevos conflictos entre los bandos en guerra de Libia y ponen en duda el futuro político de Haftar, pero los observadores dicen que quedan muchas incertidumbres, ya que el resultado de las batallas en Sirte y Jufra dependerá en gran medida del apoyo militar de los patrocinadores extranjeros del LNA”. El investigador especializado en Libia en el Instituto Clingendael, Jalel Harchaoui, añade, en esta línea, que Turquía podría perder la legitimidad con la que cuenta entre algunas secciones del pueblo libio si continúa con sus ataques, sobre todo, en Sirte. “La intervención turca en Trípoli era de naturaleza defensiva, lo que podría ser aceptado por los residentes libios, pero apoyar una ofensiva contra Sirte podría verse como un acto de agresión que podría irritar los sentimientos locales y provocar una reacción inesperada”, advierte. 

Cabe recordar, en este punto, que la Unión Europea ha lanzado este miércoles una petición para el cese de las hostilidades en Libia, que agravan la catástrofe humanitaria en el país. Un llamamiento que, hasta ahora, no ha sido escuchado. Este miércoles también se había convocado la tercera sesión de las conversaciones militares conjuntas (Comité 5+5), entre delegaciones de ambos bandos, celebradas bajo el paraguas de la ONU. Habrá que esperar a ver si arroja algún resultado concreto. Hasta el momento, todos los intentos de resolver el conflicto por esta vía han fracasado. Tanto Egipto como Emiratos Árabes Unidos, aliados tradicionales del LNA, siguen recordando que “la solución política es la única aceptable en Libia”.
 

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