Rusia y China realizan maniobras navales conjuntas en el Pacífico, incluidos ejercicios de salvamento y antiaéreos, informó el viernes el Ministerio ruso de Defensa.
Moscú y Pekín han reforzado sus relaciones militares durante la última década. Esta cooperación no ha cesado desde la intervención militar rusa en Ucrania en febrero de 2022.
Un vídeo publicado por la agencia de noticias rusa Tass muestra nueve grandes buques navegando en formación, con los miembros de la tripulación en posición de firmes en cubierta.
“Miembros de las Armadas de ambos países realizaron ejercicios antisubmarinos, repelieron un ataque aéreo de un enemigo ficticio, llevaron a cabo ejercicios de salvamento marítimo y perfeccionaron las técnicas de despegue y aterrizaje de helicópteros en las cubiertas de los buques de guerra”, según el Ministerio de Defensa ruso.
“Un destacamento de buques de la Marina rusa y de la Marina del Ejército Popular de Liberación (chino) opera actualmente en aguas del Mar de China Oriental”, precisó.
Esta zona marítima se extiende entre la península coreana, Japón, la isla de Taiwán y China continental.

Un portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, declaró el lunes que ambos países habían realizado recientemente maniobras en “aguas del océano Pacífico occidental y septentrional”.
“Esta operación no está dirigida contra terceros y no tiene ninguna relación con la actual situación internacional y regional”, subrayó.
El ministro de Defensa chino, Li Shangfu, se encontraba esta semana en Rusia para participar en la XI Conferencia de Moscú sobre Seguridad Internacional, organizada por el Ministerio de Defensa ruso.
Rusia y China llevan varios años realizando maniobras militares conjuntas.
En junio, ambos países llevaron a cabo una patrulla aérea conjunta sobre los mares de Japón y China Oriental, lo que llevó a Corea del Sur a desplegar aviones de combate como medida de precaución.
Moscú y Pekín comparten el deseo común de contrarrestar lo que consideran una hegemonía estadounidense.
China ha pedido que se respete la integridad territorial de todos los países, incluida Ucrania, pero nunca ha condenado explícita y públicamente la operación rusa en la vecina Ucrania. Al mismo tiempo, pretende desempeñar un papel mediador en el conflicto.