Dentro del clima de inestabilidad que atraviesa Jordania, el Ejército asegura poder mantener el control

El Ejército jordano envía un mensaje de seguridad y afirma tener la capacidad de hacer frente a cualquier amenaza

photo_camera AFP PHOTO/JORDANIAN ROYAL PALACE/YOUSEF ALLAN - Fotografía de archivo, el rey Abdalá II, el comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Jordania-Ejército Árabe, asistiendo a un ejercicio táctico realizado por la 60ª Brigada Real Blindada Príncipe El Hassan bin Talal en una base en Zarqa, al este de Ammán

Jordania no vive sus días más tranquilos tras la detención del expríncipe heredero, Hamza bin Husein, por conspiraciones contra el rey Abdalá. Según el viceprimer ministro Ayman Safadi, “han sido interceptadas comunicaciones de Hamzah con una agencia de inteligencia extranjera sobre planes para desestabilizar Jordania”. El que fuera príncipe heredero del país jordano está ahora en arresto domiciliario y han sido detenidos e interrogados, Sharif Hasan bin Zaid, perteneciente a la realeza, así como Bassem Awadallah, antiguo jefe de la Casa Real, exasesor del monarca y exministro de Finanzas. Y no queda ahí. Existen al menos 20 sospechosos más que, de momento, no han sido identificados. 

El príncipe Hamza ha dicho que seguirá el arresto domiciliario, pero que lo hará de forma eventual, ya que afirma “no cumplirá cuando le digan que está prohibido ir fuera y prohibido tuitear y prohibido comunicarse con la gente y solo se le permita ver a la familia”, dijo en un audio difundido a través de Twitter. Sin embargo, desde el Ejército se muestran tranquilos y seguros de su capacidad para lidiar con lo que pueda suceder en los próximos días. El mayor general Yusef al-Hunaiti, presidente del Estado Mayor Conjunto, manifestó que “las Fuerzas Armadas y las agencias de seguridad tienen la capacidad, competencia y profesionalismo para lidiar con cualquier desarrollo que ocurra en los escenarios local y regional en varios niveles”. 

La versión de Hamza dista mucho de lo que se explica tanto desde el Gobierno de Jordania como del propio Ejército. Asegura que el jefe de este fue a su casa para amenazarle y que tiene en su poder grabaciones que lo demuestran, y que ya tienen en sus manos algunos miembros de la familia y amigos fuera de las fronteras jordanas. Además, dice que se trata de una persecución por parte del Gobierno por estar cercano a corrientes contrarias a este, no por ningún tipo de conspiración contra su hermanastro: “No soy el responsable del colapso de la gobernabilidad, la corrupción y la incompetencia que ha prevalecido en nuestra estructura de gobierno durante los últimos 15 a 20 años y que ha ido empeorando. No soy responsable de la falta de fe que la gente tiene en sus instituciones”, dijo en un vídeo difundido por la BBC. 

No parece que la versión del príncipe sea la más creíble, o al menos así lo han manifestado la gran mayoría de países. Rusia, Marruecos, Arabia Saudí, Irán, Estados Unidos, e incluso la Unión Europea, no han tardado en mostrar su total apoyo al rey Abdalá II. Las sospechas sobre el país que puede estar detrás de la ayuda a Hamza bin Husein no están nada claras y la sociedad internacional ha salido rápidamente en bloque a ponerse del lado del Gobierno de Jordania, intentando evitar que se les pueda relacionar con la conspiración del expríncipe heredero. 

El príncipe jordano Hamzah Bin al-Hussein. Un antiguo ayudante de la realeza jordana fue uno de los varios sospechosos detenidos el 3 de abril de 2021, cuando el Ejército advirtió al príncipe Hamzah bin Hussein, hermanastro del rey Abdalá II, que no debía perjudicar la seguridad del país

La sociedad jordana no teme demasiado por la resolución de toda la polémica que rodea el arresto domiciliario del príncipe. El periódico gubernamental Al-Rai dice que “los jordanos no tienen prisa por obtener los resultados de la investigación. Lo importante es que su país evitó un capítulo de disturbios con la sofisticación del liderazgo jordano y los servicios de seguridad, y enseñó a los traidores en Jordania una lección a través de la cual pueden identificar la línea roja a la que no pueden acercarse”. 

Lo que también tienen muy presente es que el haber detenido a ciertas personas que formaban parte de la presunta conspiración, así como la identificación de otros, no es el final del problema que enfrenta Jordania. Todos estos sucesos no son más que el comienzo de una profunda crisis que aún tiene mucho camino por recorrer. Ahmed Awad, director del Centro Phoenix de Estudios Económicos e Informáticos, cree que lo que “se requiere de todas las estructuras estatales es priorizar primero la implementación de la constitución y, segundo, llevar a cabo reformas a las políticas de la administración estatal”. Eso sí, desde el Gobierno de Jordania no pierden de vista en ningún momento los posibles actores extranjeros que puedan estar ayudando Hamza bin Husein, y que tienen claro que no cesarán en sus intenciones. 

Más en Política