El Gobierno de Rajoy aprueba la nueva estrategia exterior para incrementar el papel de España en el mundo

Redacción Atalayar
Foto: Una reunión del Consejo de Ministros.
El Consejo de Ministros tramitó este viernes la denominada Estrategia de Acción Exterior, que fijará las líneas maestras de la política exterior española para los próximos cuatro años. A la reunión del Gabinete, que estuvo encabezado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudieron todos los miembros del Ejecutivo. La Estrategia de Acción Exterior impulsará el papel del presidente del Gobierno como vértice central en la toma de decisiones políticas. Con esta nueva iniciativa, cuyo estatus será similar al de la Estrategia de Seguridad Nacional, España se dotará por primera vez de un marco legal de Estado para ejercer la política exterior. Es lo que ocurre en otros países de nuestro entorno, donde la política exterior es una cuestión de Estado y el gobierno de turno sigue al pie de la letra las líneas maestras en este ámbito y defiende los intereses generales del país. En España, desde el restablecimiento de la democracia, hace casi 40 años, la política exterior siempre ha sido un sujeto de disputa entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. La estrategia del actual Ejecutivo establece por primera vez una política exterior que no se guía por términos exclusivamente geográficos sino que se fundamenta, según La Moncloa, en “la coherencia, transparencia y eficacia”. El Gobierno fija también la promoción y proyección de valores e intereses de España en el mundo y otros objetivos, como la construcción de una Unión Europea (UE) cada día más integrada y una relación renovada con América Latina. El Gobierno tiene previsto adoptar la estrategia con las aportaciones que reciba por parte de los partidos políticos en su trámite parlamentario y las que lleguen de otros organismos del Estado. En este sentido, el papel del PSOE, como principal partido de la oposición, será clave.
Continente africano
La nueva Estrategia de Acción Exterior podría consolidar el papel de España en el Magreb. Su presencia económica es importante en Marruecos, ya que España es el primer socio comercial y segundo inversor después de Francia en este país. La relación política y diplomática con Marruecos es también muy importante y ha mejorado notablemente en los últimos años, mientras que en el caso de Francia se ha deteriorado. España es también un socio estratégico de Argelia y mantiene una presencia económica notable en Túnez, Libia y Mauritania. Además, la diplomacia y las empresas españolas se están abriendo camino en el resto del continente africano. España ya no es un convidado de piedra o un mero subalterno de otras potencias europeas, como ocurrió en el siglo XIX, cuando el colonialismo se repartió África, o a principios del siglo XX. España tiene ahora voz propia e intereses que defender en África, especialmente en países como Sudáfrica, Senegal, Guinea Ecuatorial y las antiguas colonias portuguesas. En la última cumbre de la Unión Africana (UA), el presidente Mariano Rajoy fue el único líder occidental que participó en este evento de gran calado político y económico. Por todo ello, una nueva estrategia exterior será bienvenida, si se aplica y el Gobierno cuenta con el apoyo de los principales partidos parlamentarios. Madrid no lo tendrá fácil, porque París no quiere perder su influencia en las zonas francófonas de África, Estados Unidos hace todo lo posible por ganar terreno en el continente y una superpotencia emergente como China se ha convertido en el nuevo imperio en esta parte del planeta.
Estado palestino
En otro orden de cosas, Suecia será el primer país de la UE que reconocerá el Estado palestino, según declaró el nuevo primer ministro sueco, Stefan Lofven, que se dispone a encabezar un gobierno de coalición de centro-izquierda tras su triunfo en las elecciones legislativas. Hungría, Polonia y Eslovaquia reconocieron en su día el Estado palestino, pero lo hicieron antes de incorporarse a la UE. La ONU, por su parte, aprobó en 2012 un reconocimiento “de facto” del Estado palestino, pero tanto la UE como la mayoría de los países europeos no han dado ese paso, a la espera de que las negociaciones entre israelíes y palestinos den algún fruto. La decisión de Suecia produjo una gran satisfacción en el Gobierno palestino que preside Mahmud Abas, pero no será bien recibida por parte de Israel y Estados Unidos, que están en contra de lo que denominan “decisiones unilaterales”. Dado el prestigio de Suecia como país importante dentro de la UE y mediador en conflictos diplomáticos, los observadores creen que el paso dado por el nuevo Gobierno de Estocolmo puede “contagiar” a otros países europeos que simpatizan con la reivindicación palestina de contar con un Estado propio. Es el caso de España. El Gobierno conservador sueco, que abandona el poder, es contrario a la decisión de Lofven, y subraya el carácter “temerario” de la medida, ya que la nueva coalición de centristas y verdes solo tiene una mayoría relativa de escaños en el nuevo Parlamento. En el ámbito de las malas noticias en el mundo árabe, cabe destacar que el número de muertos causados por el terrorismo de los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria en los últimos tres meses alcanza la cifra de 27.000, según la ONU. Irak vive desde junio pasado una guerra abierta contra los yihadistas del EI que han proclamado un califato en zonas de este país y en Siria. Los guerrilleros kurdos han pedido a Turquía que intervenga para frenar el avance de los combatientes yihadistas que siguen avanzando pese a los repetidos ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos. En Irak, el ejército apoyado por combatientes voluntarios chiíes dice haber recuperado territorio de manos yihadistas. Según el Ministerio de Defensa, tomaron una treintena de aldeas al este de Bagdad. En este contexto, el Parlamento turco adoptó el jueves de esta semana un texto que autoriza a Turquía a combatir el yihadismo en Siria y en Irak.