Por más de un siglo, la idea de unir ambos lados del Estrecho es una idea que tanto Marruecos como España han tenido sobre la mesa, aunque no fue desde la declaración de 1979 cuando ambos países concibieron la idea de la construcción de una vía ferroviaria que una a los dos continentes.
Por parte marroquí, los trabajos que en España desarrolla SECEGSA desde hace más de 40 años están encomendados a la Société Nationale d´Études du Détroit de Gibraltar (SNED). Por parte española, se ha originado un “relanzamiento” del proyecto, según la empresa estatal que lo promueve, que va a recibir una nueva dotación en los Presupuestos de 2023 para dar el paso definitivo hacia el inicio de las obras, según afirma el Ejecutivo en las cuentas públicas que acaban de presentar.
El proyecto implicará la construcción de un túnel a través del lecho marino submarino en la unión del océano Atlántico y el mar Mediterráneo, mientras el Gobierno intenta reactivar, con el apoyo de Alemania, el proyecto del gaseoducto MidCat, el cual fue rechazado por Francia durante la emergencia causada por la crisis energética europea.
La encargada de realizar los estudios de viabilidad del proyecto por parte española es la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar (SECEGSA), adscrita al Ministerio de Transportes. Esta empresa pública ha revelado recientemente que en 2021 fue incluida en una de las partidas de fondos europeos del Plan de Recuperación español para abordar nuevos estudios sobre esta infraestructura, pese a la tensa relación que entonces todavía vivían las relaciones entre España y Marruecos.
En los presupuestos de 2022 ya se consignó otra partida por esa cuantía para actualizar el anteproyecto del denominado Enlace Fijo Europa-África en el estrecho de Gibraltar. Esa transferencia se dispuso después de la aprobación en abril de 2021 del Plan de Recuperación.
Tras el reciente cambio de Pedro Sánchez respecto a la postura sobre el Sáhara Occidental, y en un contexto político marcado por la progresiva normalización de las relaciones con el régimen alauí, el Gobierno ha incluido una partida de 750.000 euros para la investigación de la viabilidad del proyecto, dentro de los Presupuestos del Estado para el año 2023. Una dotación modesta, que está contemplada en las actuaciones destinadas a la Red Transeuropea de Transporte. Los fondos irán destinados a actualizar un anteproyecto realizado hace más de quince años incorporando los avances técnicos acumulados en los últimos años.
Las últimas cuentas de SECEGSA, recientemente publicadas, corresponden al ejercicio cerrado en diciembre de 2021 y fueron formuladas en marzo de 2022, cuando trascendió el cambio de rumbo de Sánchez sobre el Sáhara. En ellas, SECEGSA señala que “el acontecimiento más relevante” del ejercicio 2021 fue la inclusión en el Plan de Recuperación español de la actualización del anteproyecto de conexión elaborado en 2007, “con la consiguiente financiación mediante Fondos Europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR)”. Hay 2,3 millones comprometidos, condicionados a “estrictos plazos” que SECEGSA no detalla, según informa ElDiario.es
La actualización de ese anteproyecto se justifica en que “los avances técnicos y tecnológicos registrados en los últimos 15 años en el ámbito de la construcción, gestión, explotación y mantenimiento de obras subterráneas y submarinas suponen un salto espectacular”. Según la empresa estatal, la reunión con la empresa alemana líder mundial en equipos de perforación de túneles, Herrenknecht, abrió la puerta a la aceptación del proyecto, que ya no es una utopía. Según SECEGSA, las diversas diferencias entre los reinos español y marroquí por la atención médica del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, no crearon una situación de bloqueo, por lo que la relación con el SNED siguió siendo provechosa.
Debido al carácter geoestratégico del estrecho de Gibraltar, la UE presta mucha atención a la relación entre Europa y África. Pese a que Bruselas está interesada en seguir impulsando la red ferroviaria Europa-África, no es una de las prioridades de la UE.
Haizam Amirah Fernández, investigador principal del Mediterráneo y Mundo Árabe del Real Instituto Elcano, es escéptico respecto a esa conexión euroafricana y afirmó que no es el contexto más favorable, pues la realidad es que, hoy en día, a pesar de los años transcurridos, esas dos sociedades siguen activas. El mayor problema “es hacer coincidir las voluntades políticas y crear las condiciones en las opiniones”, por parte de dos Estados “con unas relaciones de altibajos”.