Se elegirá entre el presidente Museveni y los opositores Bobi Wine y Patrick Amuriat

Elecciones en Uganda: tensiones, protestas y detenciones

photo_camera REUTERS/BAZ RATNER - Vallas publicitarias de las elecciones del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y el líder de la oposición y candidato presidencial Robert Kyagulanyi, también conocido como Bobi Wine, se ven en una calle de Kampala (Uganda)

Con 18 millones de votantes inscritos, las elecciones presidenciales en Uganda se celebran este 14 de enero en un ambiente de tensiones sociales entre los partidarios del presidente Museveni y la oposición, liderada por el músico y político Bobi Wine. El tercer candidato de entre los otros 11 que se presentan es Patrick Amuriat, exparlamentario del partido Foro por un Cambio Democrático (Forum for Democratic Change), del exlíder Kizza Besigye, que era el que, hasta estas elecciones, lideraba la oposición. 

El presidente Yoweri Kaguta Museveni, de 76 años, lleva en el poder desde 1986, después de haberlo obtenido tras una lucha armada de cinco años contra el Gobierno de Milton Obote y el general Idi Amin Dada. Museveni comenzó su carrera con políticas estadistas tras el conflicto con las milicias de Obote y Amin hasta que se liberalizó en la década de los 90, entrando en los programas del Fondo Monetario Internacional (FMI). La economía ugandesa creció en la década de los 90 y a principios de los 2000 al 7%, recibiendo inversiones extranjeras directas en los sectores de banca y telecomunicaciones. Desde mediados de la década de los 2000, el Parlamento ugandés ha ido cambiando las leyes para permitir que Museveni siga presentándose a las elecciones. Ejemplos de esos cambios legislativos han sido las dos enmiendas a la Constitución ugandesa en la que se establecía un límite de dos mandatos de cinco años y un límite de edad para presentarse a las elecciones presidenciales de 75 años. 

Vista general de la entrada de la sede de la comisión electoral en Kampala, Uganda, el 12 de enero de 2021

Robert Kyagulanyi Ssentamu, más conocido como Bobi Wine (38 años), entró en política después de haberse hecho famoso por ser músico de reggae, en 2017, cuando se presentó al Parlamento como independiente. Posteriormente se unió al partido Plataforma Nacional de la Unidad (National Unity Platform) que lideraría y con el que se ha presentado a estas elecciones. Durante la campaña electoral, Wine se ha centrado en la cuestión de la corrupción, el desempleo de los jóvenes y la inversión en servicios públicos. Patrick Amuriat lleva siendo parlamentario desde el año 2001 hasta 2016 en el partido del exlíder de la oposición Besigye, sustituyéndole a la cabeza de la formación política en 2017. 

Pantalla que muestra cómo debe marcarse una papeleta de votación durante las próximas elecciones en la sede de la comisión electoral en Kampala (Uganda)

En las últimas elecciones de 2016 la oposición acusó al Gobierno de manipular el resultado de los comicios. En los meses de campaña electoral de estas elecciones la situación ha empeorado produciéndose detenciones y brutalidad policial entre los partidarios de la oposición. Bobi Wine ha sido arrestado en repetidas ocasiones y sus actos de campaña han sido impedidos por la Policía bajo el pretexto de las medidas anticoronavirus. Hace una semana, tuvo que evacuar a sus hijos a Estados Unidos porque había recibido amenazas de secuestro. El equipo de campaña del candidato ha sido detenido en dos ocasiones: en un primer momento, arrestaron a todo su equipo la víspera de Año Nuevo y el pasado 7 de enero arrestaron a su equipo de repuesto. Por otro lado, Patrick Amuriat también ha sido detenido en varias ocasiones, incluyendo el día que fue nominado por su partido. La Comisión Electoral ugandesa ha sido también criticada por haber prohibido los eventos de campaña electoral justo en los lugares donde, de acuerdo con fuentes locales, la oposición encabezaba las encuestas. Bobi Wine ha decidido presentar una denuncia contra el presidente Museveni ante la Corte Penal Internacional por el acoso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hacia su persona, habiéndole detenido, al igual que al candidato Amuriat, por aparcar en un lugar prohibido o por conducción temeraria. En el caso de Wine, un policía sentado en la parte trasera de su coche disparó presuntamente botes de gas lacrimógeno contra él. Facebook ha tenido que cerrar una serie de cuentas de miembros del Gobierno ugandés por intentar manipular el debate público antes de las elecciones de este jueves. 

De acuerdo con Dennis Ssebugwawo, ugandés, contable y cofundador de la organización internacional no gubernamental La Campaña de Responsabilidades Humanas Universales (The Campaign for Universal Human Responsibilities): “La mayoría de los ugandeses ya no cree en las elecciones, pero en todas ellas participan. Cada vez que se celebran elecciones, hay una lucha entre la gente que se opone al Gobierno y las fuerzas de seguridad, muchos pierden la vida y otros sufren heridas graves, algunos son secuestrados, se pierden propiedades. (…) El entorno en el que los candidatos han hecho campaña ha sido anormal, caracterizado por constantes arrestos parciales, asesinatos, limitaciones debidas a la pandemia, disturbios tanto de la oposición como del Gobierno en el poder, la conducta de los cuerpos de seguridad hace considerar que esto no es lo que alguien llamaría un ambiente en el que se puede desarrollar unas elecciones justas”. Aún así, en estas elecciones, a diferencia de las anteriores, la oposición tiene esperanzas de poder ganar ya que cuenta con el apoyo del electorado más joven, siendo la media de edad en Uganda de 17 años. 

Perfiles del líder ugandés, Yoweri Museveni, en el poder durante 35 años, y de su contrincante, Bobi Wine, excantante de reggae, antes de las elecciones presidenciales del 14 de enero

Organismos regionales como la Comunidad del África Oriental o la IGAD han enviado misiones de observación para las elecciones. La Unión Europea, que sí que mandó observadores electorales las pasadas elecciones, ha decidido no enviar ninguno este año, aludiendo a la falta de cumplimiento del Gobierno ugandés con las recomendaciones sobre transparencia en los sondeos. Por su parte, la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha emitido un comunicado en el que expone su preocupación por los arrestos, muertes y brutalidad policial que se han sucedido en estos últimos dos meses. Los días 18 y 19 de noviembre 55 personas perdieron la vida en manifestaciones en contra de los arrestos de los líderes de la oposición Wine y Amuriat. Se teme que, independientemente del resultado, la inestabilidad continúe en los próximos meses.

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