El emir de Qatar visita Irán en un intento de mediación

La llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos ha cambiado por completo el panorama geopolítico de Oriente Medio, debilitando el poder de Qatar como país mediador debido a las drásticas variantes que han afectado la dinámica política y militar de la región.

Dadas las circunstancias, el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y el presidente de la República de Irán, Masoud Pezeshkian, se reunieron en Teherán con el objetivo de mantener esfuerzos conjuntos y ampliar las asociaciones ya existentes.
Pese a que el emir enfatizó en el “diálogo constructivo y en el respeto mutuo” como base para las relaciones con Irán, Qatar ha visto cómo su papel en la región es cada vez menor, pese a haber sido hasta ahora un actor clave en la negociación no solo en el conflicto de Gaza, sino en cualquier intento de negociación internacional.
Finalmente, el emir aclaró que el país qatarí está comprometido con el éxito del acuerdo de Gaza y los esfuerzos continuos para establecer un Estado palestino.

Desconfianza hacia Qatar
El aislamiento de Irán y el endurecimiento de la postura de Estados Unidos han incrementado la presión en torno al país árabe, sobre el que pesan severas sanciones y una más que posible acción militar por parte de Washington y sus aliados.
Sobre la visita, distintos observadores concuerdan que, durante la Administración de Joe Biden, el encuentro no habría tenido mucho sentido; y señalan que la llegada de Trump ha sido la motivación principal de la visita del emir qatarí a la capital de Irán. Los expertos argumentan que Qatar no ha comprendido la naturaleza del conflicto e impacto de la guerra.
Parte de los fundamentos de Estados Unidos sobre las dudas de Qatar se basan en la ausencia de resultados en las negociaciones como intermediario en el conflicto con Hamás, Irán y los talibanes.
Para el nuevo Gobierno de Estados Unidos, Qatar podría estar jugando un papel contradictorio para los intereses norteamericanos. Como consecuencia, Trump mantiene su política de “máxima presión” sobre Irán, una intención que comunicó a Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel.

Mediación en Siria
La llegada de Ahmed Al-Sharaa a la Presidencia de Siria supone una nueva oportunidad para Qatar de actuar como mediador y apoyar a Irán para llegar a acuerdos con el nuevo Gobierno sirio. Esto implicaría mayor atención a la búsqueda de la estabilidad del país tras el derrocamiento del régimen de Bashar Al-Assad.
La inestabilidad política y posición geográfica y estratégica de Siria hace de la nación un foco de interés para todos los países de la zona. Tanto turcos como iraníes quieren aumentar su influencia militar mediante el establecimiento de bases militares e influencia directa sobre el Ejército, sectores claves para el antiguo régimen.
En cambio, la propuesta del emir de Qatar podría entrar en conflicto con los intereses que estratégicos que tienen tanto Turquía como Irán en Siria, ya que ambos países buscan ser actores internacionales de influencia militar, política y económica, por lo que se mantiene la duda sobre si las propuestas qataríes podrán satisfacer las necesidades de todos los agentes.