Qatar y Turquía toman posiciones en Siria

Tras apoyar a los grupos rebeldes durante la guerra civil, Doha y Ankara buscan consolidar su influencia en la nueva etapa de Siria
<p>El presidente turco, Tayyip Erdogan - REUTERS/ MURAD SEZER</p>
El presidente turco, Tayyip Erdogan - REUTERS/ MURAD SEZER

Qatar y Turquía mueven ficha tras la caída de Bashar Al-Assad en Siria y se convierten en los primeros países en enviar delegaciones al país para establecer lazos con el nuevo gobierno.

La delegación turca estuvo integrada por el ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, y el jefe de inteligencia, Ibrahim Kalin, mientras que Doha estuvo representado por Khalfan bin Ali bin Khalfan Al-Batty Al-Kaabi, jefe del Servicio de Seguridad del Estado. Ambas delegaciones estuvieron acompañadas por “equipos asesores”, según señala un comunicado del Ministerio de Información interino de Siria.

Ambos países han apoyado a los grupos rebeldes contrarios al régimen durante la guerra civil siria. Qatar ha brindado apoyo financiero, diplomático y, en algunos casos, militar a estas milicias, algunas de ellas con vínculos con facciones radicales e islamistas.

Por su parte, Turquía se ha centrado en respaldar al Ejército Libre Sirio (ELS) -un grupo contrario a Damasco- con el fin de derrocar al Gobierno sirio, limitar la influencia de Irán y de los kurdos en la región.

Doha y Ankara buscan ahora influir directamente en la nueva etapa de Siria. Se espera que Qatar desempeñe un papel clave en el apoyo a las nuevas autoridades, proporcionando los fondos necesarios en esta delicada etapa. Por su parte, Turquía garantizará la seguridad del nuevo Gobierno fortaleciendo su respaldo militar. Asimismo, trabajará en su legitimación diplomática e impulsará la participación de sus empresas en las tareas de reconstrucción.

Por otro lado, frente a Turquía y Qatar, se encuentran Rusia y Emiratos Árabes Unidos, que buscan facilitar una transición política que aglutine a diversas fuerzas y minorías.

En una llamada telefónica, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, abordó la situación en Siria con su homólogo emiratí, el jeque Abdullah bin Zayed Al Nahyan. Ambos ministros coincidieron en la necesidad de organizar una conferencia internacional lo antes posible con el objetivo de iniciar un diálogo nacional integral que involucre a todas las fuerzas políticas y étnicas.

Este diálogo nacional y la transición también deberán alinearse con los intereses y la seguridad nacional de Israel. Aunque el Gobierno de Benjamín Netanyahu no desea involucrarse directamente en el ámbito político, no permitirá que Siria se convierta nuevamente en una herramienta del régimen iraní para armar a Hezbolá y para lanzar ataques contra territorio israelí. 

Por el momento, y con el objetivo de proteger su seguridad nacional, Israel ya ha destruido el 80% de las capacidades del ejército de Al-Assad. Igualmente, las Fuerzas de Defensa de Israel han eliminado más del 90% de los sistemas de misiles estratégicos tierra-aire de Siria. 

Estados Unidos también busca preservar sus intereses en Siria. Con el fin de abordar el futuro del país, el Secretario de Estado Antony Blinken ha viajado a Oriente Medio. 

Blinken ha reiterado en Jordania y Turquía el apoyo de Washington a una transición inclusiva, liderada por Siria, hacia un gobierno responsable que respete los derechos de las minorías.

Asimismo, desde Estados Unidos han hecho hincapié en que las nuevas autoridades impidan que Siria sea utilizada como base del terrorismo o represente una amenaza para sus vecinos, y garanticen que los arsenales de armas químicas se destruyan de forma segura. Israel se ha encargado de destruir muchas de las fábricas y arsenales de armas químicas del antiguo régimen para evitar que caigan en manos de grupos extremistas.