Bassil fue ministro de Relaciones Exteriores y yerno del presidente Michel Aoun

Estados Unidos sanciona al libanés Gebran Bassil por vínculos con Hizbulá

photo_camera PHOTO/AFP - Bassil fue ministro de Relaciones Exteriores y yerno del presidente Michel Aoun

Estados Unidos está preparado para imponer sanciones al líder del partido cristiano, Movimiento Patriótico Libre (FPM), de Líbano y aliado de Hizbulá: Gebran Bassil, según adelantaba el medio estadounidense Wall Street Journal.

Un funcionario estadounidense y otra persona informada sobre el plan dijeron al rotativo americano que Estados Unidos está preparando sanciones contra Bassil por ayudar a Hizbulá, una organización terrorista designada por Estados Unidos y respaldada por Irán.

Se espera que la medida revolucione los intentos de formar un nuevo gabinete en el Líbano mientras el país enfrenta una crisis económica y política.

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La decisión ya ha sido aprobada en principio por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y el secretario de Estado Mike Pompeo, quien se espera que revele las sanciones en Washington este viernes.

Bassil es el exministro de Relaciones Exteriores del Líbano y presidente del partido político Movimiento Patriótico Libre que fue creado por su suegro, el actual presidente del Líbano, Michel Aoun.

Hace solo dos semanas, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos impuso nuevas sanciones contra las figuras de liderazgo de Hizbulá y las entidades iraníes. Apuntó a Nabil Qaouk y Hassan Baghdadi, miembros del Consejo Central ejecutivo de Hizbulá.

Cuando se impusieron las sanciones, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven T. Mnuchin, dijo: "Los altos líderes de Hizbulá son responsables de crear e implementar la agenda desestabilizadora y violenta de la organización terrorista contra los intereses de Estados Unidos y los de nuestros socios en todo el mundo".

A principios de este año, Estados Unidos amplió el alcance de las sanciones a los funcionarios libaneses para incluir a miembros que no pertenecen a Hizbulá. Ali Hasan Khalil, exministro de Finanzas y principal asistente político del presidente Nabih Berri, fue sancionado junto con el exministro de Obras Públicas, Yousef Fenianos.

vista del silo de grano que fue dañado en una explosión en el puerto de Beirut, Líbano, el 26 de octubre de 2020

El Líbano ha estado sin Gobierno desde agosto después de que Hassan Diab renunciara tras la mortal explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut.

Los legisladores designaron a Mustapha Adib, embajador de Líbano en Alemania, para formar un nuevo Gobierno. También renunció después de no poder formar el ejecutivo que quería, libre de la influencia de los partidos políticos tradicionales.

Saad Hariri fue nominado el 22 de octubre para intentar formar un gobierno. Aunque los informes sugirieron que había avanzado rápidamente en sus esfuerzos por formar un nuevo gobierno, el impulso parece haberse desacelerado en los últimos días.

El nuevo Ejecutivo tendrá que abordar la peor crisis que vive el país desde la guerra civil de 1975-1990. Una crisis bancaria, el colapso monetario, una pobreza creciente y las deudas estatales agobiantes, unidos a la crisis sanitaria como consecuencia del coronavirus, y a las secuelas de la gran explosión de agosto en el puerto de Beirut que mató a casi 200 personas y causo daños millonarios, hacen de Líbano un país al borde del abismo.

El Primer Ministro libanés designado Saad Hariri se dirige a los periodistas en el Palacio Presidencial de Baabda, al este de Beirut, Líbano, el jueves 22 de octubre de 2020

El sistema político del Líbano asigna el puesto de primer ministro a un musulmán sunita, y el regreso de Hariri será recibido con consternación por muchos manifestantes antisistema que han pedido el fin del sistema de distribución de poder del país.

Un año de la salida de Hariri 

El último Gobierno de coalición del líder suní Hariri fue derrocado hace casi exactamente un año cuando las protestas se apoderaron del país, furiosas con la élite gobernante del Líbano. 

Las protestas comenzaron en contra de los planes de cobrar impuestos por las llamadas realizadas en Whatsapp, pero rápidamente se convirtieron en manifestaciones contra la corrupción política endémica y la crisis económica.

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