La medida del jefe del Ejército de Sudán, Abdel Fattah Al-Burhan, para crear un nuevo organismo con amplios poderes, fue rechazada el sábado por la alianza de las Fuerzas de Libertad y Cambio (FFC) del país. Esta petición otorgaba amplios poderes al Consejo de Asociados para la Transición (CPT), incluyendo la dirección del período de transición, la resolución de divergencias y "cualquier otro poder necesario para implementar sus competencias y ejercer sus poderes".
El Gobierno de transición del primer ministro Abdalla Hamdok ha rechazado la medida, diciendo que Burhan se ha excedido en sus prerrogativas al conferir poderes excesivos al nuevo organismo. El portavoz oficial del Gobierno sudanés, Faisal Mohamed Saleh, dijo en un comunicado el pasado viernes que la decisión de formar este consejo es incompatible con lo que se había acordado en un inicio e instó al general Abdel Fattah Al-Burhan a revisar su propuesta.
Faisal Mohamed Saleh apuntaba que "los poderes (del consejo) mencionados en la decisión de formación, especialmente el párrafo que establece la concesión al consejo de cualquier otro poder necesario para implementar su competencia y ejercer sus poderes, otorga al Consejo la capacidad de hacer de guardián de las diferentes instituciones, y esto contradice el acuerdo político y el documento constitucional".
Asimismo, añadió que la decisión no tenía en cuenta la representación de las mujeres y los jóvenes. Ibrahim al-Sheikh, uno de los principales miembros del consejo de liderazgo del FFC, anunció su rechazo al decreto de al-Burhan diciendo que los poderes del consejo no habían sido aún pactados entre la coalición y el Consejo Soberano.
Ibrahim al-Sheikh explicó que en un inicio se había acordado establecer un consejo consultivo de coordinación para resolver las disputas y divergencias que pudieran surgir entre sus partes y cualquier nueva cuestión que pueda surgir durante la aplicación del acuerdo de paz.
Las Fuerzas para la Libertad y el Cambio fue el movimiento que lideró las protestas masivas contra Bashir y desempeña un papel clave en la política sudanesa. El 11 de abril de 2019 tuvo lugar el golpe de Estado que sacó del poder al entonces presidente Omar al-Bashir. Desde entonces Sudán continua inmerso en un proceso de transición democrática. Tras meses de intensas negociaciones, se acordó con la plataforma civil Fuerzas de la Libertad y el Cambio, un Gobierno de transición encabezado por un civil como primer ministro, Abdalla Hamdok, iniciando un periodo de tres años en el que militares y civiles compartirían el poder hasta la celebración de elecciones.
Aun así, la violencia ha seguido siendo una constante en la región, concretamente en Darfur Occidental, donde el pasado mes de enero los enfrentamientos provocaron que más de 11.000 personas huyeran al país vecino.