Redacción Atalayar/Agencias
Grecia celebra unas elecciones vitales para su futuro más inmediato y para cierta estabilidad de la Unión Europea con una jornada de reflexión "sui géneris". Lejos de los estrictos cánones que exigen silencio político, las carpas electorales de los partidos seguían repartiendo propaganda y también se ha escuchado alguna que otra declaración partidista.
El primer ministro en funciones y dirigente conservador, Andonis Samarás, se ha acercado hasta la carpa central de su partido en la plaza de Syntagma, donde, rodeado de cámaras, se ha dado un pequeño baño de masas entre los seguidores de su partido. Al coro de "Hellás, Hellás, Andonis Samarás" (Grecia, Grecia, Andonis Samarás) el líder de Nueva Democracia se ha dirigido a las cámaras seguro de su victoria. "Somos fuertes. El 14 % de los indecisos están con nosotros", ha pronosticado.
El principal partido de oposición, el izquierdista Syriza, por su parte, ha ofrecido un almuerzo a representantes de los medios de comunicación, una práctica habitual en las jornadas de reflexión, al que ha acudido Alexis Tsipras y buena parte de la cúpula de la formación. Tsipras ha evitado hacer un pronunciamiento tan claramente político como Samarás y a la pregunta de si en el futuro tenía previsto ponerse corbata, ha afirmado que lo haría "el día en que Grecia consiga una quita de la deuda".
El líder del partido izquierdista griego Syriza, Alexis Tsipras, ha afirmado hoy que con una mayoría absoluta en las elecciones griegas del próximo domingo tendría las "manos libres" para renegociar la deuda de su país.
Una mayoría absoluta es "una necesidad, si queremos tener las manos libres y un fuerte poder de negociación" con los acreedores del país, ha indicado el presidente de Syriza.
A partir del lunes, aseguró Tsipras, Grecia "volverá a recuperar su dignidad" y "dejará de ser gobernada por los correos electrónicos mandados por personal de segunda categoría de la Unión Europea".
Entre el fervor de sus partidarios y los sondeos unánimes que pronostican su victoria, nada parece impedir que Alexis Tsipras se convierta el próximo domingo en el primer jefe de un gobierno europeo abiertamente antiausteridad.
Pese a ello, Tsipras, de 40 años, advirtió a la multitud congregada el jueves por la noche en la plaza Omonia, en Atenas, que la tarea será "difícil" y que posiblemente se produzcan "grandes enfrentamientos".
Aun así, prometió que con Syriza en el poder Grecia negociará con sus aliados europeos "con firmeza y determinación" la restructuración de su deuda "odiosa e insostenible", que supone en la actualidad el 175% del PIB griego, unos 300.000 millones de euros.
Se trata de un discurso que los griegos, tras seis años de recesión y con un desempleo aún por encima del 25%, desean oír. Los sondeos son unánimes: el partido de Tsipras ganará el domingo, por delante de la Nueva Democracia del actual primer ministro conservador Andonis Samarás, en el poder desde 2012.
Según las encuestas, la distancia entre ambos iba de los dos puntos el jueves por la noche (32,1% frente al 30,1%, según el instituto Metrisi para el sitio web Provocateur.gr) a los nueve (30,2% frente al 20,3%, según Palmos Analysis para TVXS.gr).
Actos paralelos
Otros líderes políticos, como el presidente del socialdemócrata Pasok y ministro de Exteriores, Evángelos Venizelos, hicieron apariciones ante las cámaras, aunque con mensajes más moderados. En Salónica, la segunda mayor ciudad griega y su circunscripción electoral, Venizelos celebró la jornada de reflexión en un restaurante frente al mar, al que asistieron periodistas locales. El líder socialdemócrata llamó a los ciudadanos a votar con "sangre fría" y, sobre todo, con "reflexión", que para "eso sirve esta jornada".
Fuera del recorrido de los políticos hubo algunos actos abocados a invitar a la participación masiva en las urnas. Uno de ellos, de carácter más pintoresco, tuvo lugar en el café-librería "Poems and Crimes", que a su vez es la sede de la editorial Gavriilidis, que publica los libros de Petros Márkaris, el popular creador del comisario Kostas Jaritos. Como viene haciendo ya desde la década de los años setenta, el propietario de la editorial y librería, Samuel Gavriilidis, montó una mesa electoral propia, con papeletas de todos los partidos y alguno más de ficción, así como una improvisada casa de apuestas.
Según explicó este editor, en las anteriores elecciones los resultados de las apuestas, que se cuelgan la noche anterior a los comicios en la página web de la editorial, permitieron hacer un pronóstico bastante fiable.
Campaña del miedo
Otra acción electoral la protagonizó la plataforma Avaaz en una plaza céntrica de Atenas. En un gran panel en el que se podía leer "Votamos lo que nos dicta el corazón" había colgadas fotografías y comentarios de transeúntes dispuestos a "dar la cara" y hacer frente a las "campañas del miedo que se han estado orquestando desde Europa, y en particular, en Alemania", según ha declarado Daniel Boese, uno de los organizadores.
Las elecciones han despertado un interés mediático sin precedentes, especialmente de los medios extranjeros. Casi medio millar de periodistas de 45 países, casi el doble que en las generales de 2012, se han acreditado para cubrir estos comicios que tanta expectación han despertado en Europa.