Zbigniew Brzezinski definió la importancia de Irán como pivote geopolítico, a la que se sumaba la posibilidad de constituirse en un actor geopolíticamente activo1. Años después, Robert Kaplan confirmó estos postulados destacando el papel de Irán como baluarte y único actor que controlaba las cuencas de los recursos del Golfo y del Caspio. En relación con Mesopotamia, Kaplan consideraba que desde la fortaleza de los montes Zagros iraníes se descendía con facilidad sobre las regiones del oeste, donde el chiismo es un factor de cohesión con las minorías no iraníes que profesan las distintas variantes de esta confesión religiosa2. Michael Axwothtry fue uno de los autores que más profundizó en el concepto geopolítico iraní, cuando indicó que Irán era más cultura y lengua que raza y territorio, en una clara alusión a los lazos históricos, consuetudinarios, lingüísticos y religiosos que unen a la población de Irán con otros habitantes del Oriente Medio3.
También los investigadores orientalistas consideran a Irán como un núcleo de irradiación de poder. Vladimir Sahzin, aparte de coincidir con los anteriores autores, estima que los iraníes buscan obtener un estatus de potencia regional a través de varias líneas estratégicas. Estas le llevarían a convertirse en un centro mundial panislámico, conseguir el liderazgo regional y crear la estabilidad interna4.
Para los propios iraníes, estas ideas se apoyan en corrientes de pensamiento de tipo nacionalista, que emplean el término Iranshahr (el dominio de Irán) como la recuperación de los territorios que abarcaban desde el río Oxus (Amur Daryá) hasta la cuenca del Éufrates5. Uno de los mayores defensores de estas teorías es el profesor Ali Massoud Ansari, aunque hay que reconocer que esta corriente hunde sus raíces en el historiador y político Hassan Pirnia. Esta visión del futuro iraní era considerada por el profesor Ruhi Ramazani como idealista en los objetivos exteriores, aunque los pasos para llegar a ellos fuesen eminentemente prácticos6.
Trasladando estos conceptos hasta los tiempos recientes, Irán poseía una estructura que facilitaba su expansión hacia el oeste debido a que en la década de los ochenta había creado la organización Badr, durante la guerra con Irak, como un conjunto de milicias chiíes en el territorio iraquí y en cuya formación participó activamente el expresidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad. La dirección de esta organización se apoyaba en la Fuerza Quds, de los Guardianes de la Revolución Islámica iraní o Pashdarán.
La tendencia natural de la geopolítica iraní se acentuó después de que, en 2003, las fuerzas estadounidenses liberasen a Irán de la amenaza iraquí de Saddam Hussein. La desbandada de los miembros del partido Baaz, seguidores de Saddam, condujo a un nuevo orden en el que los chiíes iraquíes adquirieron un mayor protagonismo ante la frustración de suníes y kurdos. En esta situación las milicias proiraníes y los pashdarán se fueron infiltrando en las estructuras políticas, administrativas, sociales y de seguridad del nuevo Irak en el que el chiita proiraní Nuri al-Maliki, ostentaría el cargo de primer ministro hasta el año 2014.
A partir de la caída de Saddam, Irán tuvo de nuevo la oportunidad de volver a mirar hacia Mesopotamia y Levante como una de las zonas de expansión de su influencia, aunque EE. UU., Arabia Saudí o Israel hayan intentado impedirlo, al tiempo que otros actores como Rusia o Turquía hayan intentado modelar esta tendencia a su conveniencia. China comenzó a interesarse por la región, en la cual podía poner en práctica su proyecto de la Franja y la Ruta de la Seda a través de los iraníes.
Las denominadas Primaveras Árabes, que afectaron a Siria en 2011, constituyeron una nueva oportunidad para extender la influencia iraní en la región. En este caso, el presidente sirio Bashar al-Asad se vio en la necesidad de recurrir a los iraníes para poder apuntalar su maltrecho régimen, a cuya llamada Irán acudió a cambio de convertir a Siria en un Estado satélite. Asad se volvería dependiente de la ayuda iraní que le llegó por vía aérea a partir de 2012, parte de la cual se trasladaba por tierra hasta el Líbano7.
La presencia iraní en Irak y Siria acercó al régimen de Teherán a uno de sus más fieles aliados en la región, ya que Hassan Nashrallah, líder de Hezbolá en el Líbano, había jurado en su juventud lealtad al entonces líder iraní, el ayatolá Jomeini.
Tras la proclamación del califato islámico en Mosul por Abu Bakr al Bagdadi en 2014 y la expansión del Dáesh, el nuevo Ejército iraquí se derrumbó como un castillo de naipes. Ante el empuje del Dáesh prácticamente quedaron tan solo las milicias chiíes que se agruparon bajo el nombre de Fuerzas Populares de Movilización (PMF por sus siglas en inglés). Entretanto se creaba una nueva coalición multinacional liderada por los EE. UU. y se comenzaron a reconstituir las Fuerzas Armadas iraquíes. El entonces primer ministro Haider al-Abadi concedió a las PMF un estatus legal que, a la larga, consolidarían el poder de estas fuerzas tras la derrota militar del Dáesh, a finales de 20178.
Existe un creciente activismo iraní en el Oriente Medio a pesar de los esfuerzos de EE. UU. y sus aliados para debilitar la economía de Irán y aislar políticamente a Teherán. Ha habido un aumento en el tamaño y las capacidades de las milicias apoyadas por la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en Irak, Siria, Líbano y Yemen. Irán también está trabajando para establecer un puente terrestre en la región. Sin embargo, Irán tiene debilidades y vulnerabilidades que pueden ser explotadas por los socios EE. UU. y otros actores.
Irán ha establecido una serie de alianzas y actividades propias para crear un puente terrestre en dirección oeste mediante una serie de corredores, cuyo conjunto se suele denominar por los grupos que operan en la zona como Wilayat Imam Ali, lo que se podría traducir como la provincia del imán Ali, yerno del profeta Mahoma9. Las alianzas y esfuerzos a lo largo de estas vías de comunicación habitualmente se refieren como el «eje de la resistencia», concepto que se está reforzando día a día10.
A finales de 2016, los árabes suníes comenzaron a temer que, tras la derrota del Dáesh, esta fuese seguida por algo más peligroso como «un corredor terrestre desde Teherán a Beirut»11. Este concepto aún no estaba desarrollado, pero, a la vista de los resultados sobre el terreno, a lo largo de 2018 los iraníes y sus aliados llegaron a un consenso para su creación, aunque todavía discutían el grado de importancia que podría tener12. No obstante, es posible que los iraníes tuviesen desde hacía mucho tiempo este plan guardado en secreto hasta tener la oportunidad de poder llevarlo a la práctica. El artífice de su preparación y coordinación fue probablemente el general Qassem Soleimani13.
La utilidad de este puente se basaría en tres propósitos complementarios entre sí: Por una parte, proporcionaría una vía de transporte barata para el envío de armamento hacia el Mediterráneo para sus socios; también sería una ruta alternativa al puente aéreo iraní en la región, en el caso de que Israel bombardease alguno de los aeropuertos en los que se apoyan los iraníes para su cadena de abastecimientos; y, por último, serviría para reafirmar la identidad chií en toda la región a través de una vía de comunicación en la que se intercambiasen todo tipo de productos y se pudiesen enlazar a las comunidades afines dispersas por todo el Oriente Próximo14.
El puente se dividiría en dos rutas principales. La ruta norte atravesaría la región kurda de Irak llegando a Kirkuk, Erbil y de ahí a Mosul y Rabia, cerca de la frontera con Siria. Una vez en territorio sirio la autopista M4, que corre en paralelo a la frontera con Turquía, puede acceder directamente al nudo de comunicaciones de Alepo y a la base aérea y puerto de Latakia, donde existe presencia rusa e iraní. Desde Alepo hasta Homs existen excelentes comunicaciones a través de la M5 y posteriormente un corredor puede conducir hasta Beirut, en el Líbano.
La ruta sur atravesaría el centro de Irak y desde Bagdad discurriría por la autopista 1 iraquí hasta alcanzar Al Tanf, al otro lado de la frontera con Siria y desde esta población puede enlazar directamente con Damasco y Beirut.
Se puede considerar una tercera ruta, o un corredor alternativo a la ruta sur, que siguiendo el río Éufrates llegase a la frontera iraquí en Al Qaim y se internase en Siria desde Abu Kamal, pudiendo llegar hasta Dier ez Zor y al nudo de comunicaciones de Homs. A partir de esta población se puede llegar a la ciudad portuaria de Tartus, donde Rusia mantiene su principal presencia naval en el Mediterráneo.
Existe la posibilidad de enlazar ambas rutas principales, continuando a caballo por el río Éufrates hasta llegar a Alepo.
Israel se considera directamente afectado por la existencia del puente, ya que a través de él se pueden transportar con facilidad multitud de armamentos en dirección a Siria y Líbano y, posteriormente, ser enviados a los territorios palestinos. Por ello, en 2018, el presidente Netanyahu declaró que este puente trazaría una ruta de Teherán a Tartus en el Mediterráneo, permitiendo a Irán «atacar a Israel desde cerca»15. A lo largo de 2019, el puente sufriría diversos ataques sin que estos pudieran ser atribuidos, aunque el entonces asesor de seguridad iraquí, Abu Mehdi Al-Muhandis16, afirmó que se habían llevado a cabo por «agentes o por operaciones especiales con aviones modernos»17.
Durante 2020, las Fuerzas Armadas israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) aportaron documentación para demostrar la complicidad entre las milicias y Gobiernos proiraníes. Una de las pruebas más significativas fue la reunión entre el líder de Hezbolá en el Golán, Hajj Hashem, y el general sirio, Ali Amad Assad. Apoyándose en diversas evidencias, las IDF han llevado a cabo en Siria numerosas intervenciones contra instalaciones relacionadas con la Fuerza Quds. Además, han declarado que «no tolerarán ninguna presencia iraní en las fronteras israelíes y continuarán actuando para mantener a Israel segura de la agresión de Irán, Hezbolá y Siria»18.
Estos ataques han continuado durante 2021 sobre instalaciones logísticas presuntamente vinculadas con Irán y convoyes de armas con destino a Hezbolá en el Líbano, destacando la muerte de ocho miembros de la Guardia Revolucionaria iraní en las provincias sirias de Latakia y Hama durante el mes de mayo. Sin embargo, los israelíes no han incrementado las intervenciones sobre otros objetivos, posiblemente por mantener contenida una posible reacción de Hezbolá. Probablemente, esta organización chií no quiere desencadenar una respuesta masiva de Israel que abra un nuevo frente en el Líbano, cuando este país se encuentra atravesando una difícil situación económica y política19.
No parece que haya ningún indicio de que tanto Irán como Israel puedan cambiar sus posturas, ya que ambos consideran tener intereses vitales de seguridad en el conflicto sirio. Para los israelíes, el apoyo iraní a Hezbolá es una constante fuente de preocupaciones, que se han exacerbado con la creciente presencia de los iraníes en Siria. Entretanto, las nuevas negociaciones que se han abierto en torno al programa nuclear de Irán han aumentado los temores israelitas y posiblemente saudíes. Si se produjese algún tipo de acuerdo que favoreciese a los iraníes estos podrían ver reducidas las sanciones que padecen y revitalizar su programa de misiles, por lo que el precario equilibrio actual podría tambalearse peligrosamente20. Queda por ver si en futuras negociaciones nucleares estos misiles serán moneda de cambio.
Mientras tanto Turquía ve cómo se le abren nuevas posibilidades como moderador en la región, ya que puede apoyar a los diferentes actores en la zona compensando la presencia iraní. Aunque turcos e iraníes han mantenido unas buenas relaciones durante los últimos años, estas se han enfriado debido al apoyo turco a los azeríes en Nagorno Karabaj. También los turcos se han separado de los iraníes en su percepción del conflicto sirio en la bolsa de Iblib (donde fuerzas turcas se enfrentaron con miembros de Hezbolá) y han llevado temas que se podrían tratar en las conversaciones de Astana a un nivel bilateral con Rusia, lo que excluye a Irán. Otro hecho discrepante han sido los contactos turcos con Arabia Saudí, Egipto e Israel, que han puesto en alerta a la diplomacia iraní21,22.
Sin embargo, turcos e iraníes poseen posturas convergentes sobre el problema kurdo. Los turcos no confían en EE. UU., después que estos ayudasen a los kurdos de Siria en su lucha contra el Dáesh. Por ello, parece que la influencia iraní en la zona podría ser un refuerzo para la seguridad en la frontera sur de Turquía23.
Lejos de los problemas que los actores regionales tienen sobre el terreno, China ve la posibilidad de utilizar las comunicaciones hacia el oeste de Irán como una oportunidad de incrementar la conectividad de los ramales de su Franja y Ruta de la Seda. Al mismo tiempo la región es de interés para las necesidades energéticas de los chinos, debido a que Irak posee importantes yacimientos petrolíferos de los que ya se están beneficiando, al igual que de los recursos iraníes.
En 2018, Irán anunció que tenía la intención de construir una línea ferroviaria que conectase el golfo Pérsico con el mar Mediterráneo partiendo de la iraquí Basora y que atravesase la frontera en Abu Kamal, para dirigirse posteriormente dentro de Siria hasta Deir ez-Zour. De este modo, «si los ferrocarriles están conectados entre los tres países, se dará otro paso importante para conectar los ferrocarriles chinos al mar Mediterráneo a través de Irán, Irak y Siria»24.
A finales de dicho año, los tres países alcanzaron un preacuerdo provisional para construir una línea ferroviaria y una autopista que partiese desde Basora y finalizase en el puerto sirio de Latakia, en la costa mediterránea. La primera de las fases era la más modesta y pretendía enlazar Irán con Irak a través de una línea férrea de 32 kilómetros entre las ciudades de Shalamcheh y Basora25. En 2021, está a punto de ponerse en marcha la construcción de la línea férrea entre las dos ciudades mencionadas, conectándose al sistema ferroviario iraní26.
Esta primera fase ha sido muy celebrada por las autoridades iraníes, destacando el presidente Hassan Rohani que el ferrocarril traerá un cambio muy significativo para la región. Tras el anuncio de la apertura de un consulado iraní en Alepo por parte del ministro iraní de Exteriores, Mohammad Jawad Zarif, parece que es posible acometer las siguientes fases hasta llegar al Mediterráneo, ya que su construcción se enmarcaría en el memorándum de entendimiento que recientemente han firmado China e Irán27.
Rusia posee intereses favorables al establecimiento de un puente terrestre a través del Oriente Próximo, no solamente por la continuidad de la presencia en la base naval de Tartus, sino para minimizar el fenómeno del yihadismo y evitar que este se extienda en sus zonas de influencias en el Cáucaso y Asia Central, así como dentro de sus fronteras, principalmente en Chechenia28.
Además, los rusos tienen otros intereses de importancia trascendental, ya que su intervención en Siria debilita a turcos y saudíes, a quienes Rusia considera además aliados de los EE. UU. Rusia percibe a Turquía como una potencia regional en expansión, que choca con sus intereses precisamente en el Cáucaso y Asia Central, donde los turcos han tenido un destacado papel en el conflicto de Nagorno Karabaj29.
Rusia también estima que Turquía puede competir contra las ventas de gas ruso en Europa. Por ello, tiene que controlar el distribuidor energético que constituye la península de Anatolia, buscando cercarlo con su presencia o la de sus socios. En la zona norte, Georgia se encuentra contenida desde los conflictos de 2008 y tanto Armenia como Azerbaiyán se encuentran más controladas desde las referidas disputas de 202030. Esta situación obliga a los azeríes y a los países del Asia Central a negociar con Rusia para el envío de sus productos energéticos.
Igualmente, Turquía se ve inclinada a pactar con Rusia la distribución de estos productos a través de su territorio.
El descubrimiento de gas en las costas del Mediterráneo oriental hace que este sea competitivo en el mercado europeo con el de Rusia. Si los rusos consiguen limitar la influencia de los turcos hacia el sur, podrían evitar que estos controlasen los productos energéticos en el Mediterráneo, por los que compiten claramente en Libia31. Para ello, el establecimiento del puente terrestre iraní reforzaría la presencia rusa y proporcionaría mayor poder a sus socios iraníes y sirios en detrimento de Turquía.
Estados Unidos se encuentra en una línea continuista de repliegue de sus unidades terrestres en los territorios del Oriente Próximo, acentuada desde que el expresidente Trump ordenase la retirada del norte de Siria en 2019, coincidiendo con la ofensiva turca de 2019 durante la operación Fuente de Paz32. A pesar de las críticas de la decisión norteamericana, lo cierto es que los indicadores en la lucha contra el Dáesh se encontraban lo suficientemente cumplidos para que este repliegue se produjese, evitando que verse envueltos en un conflicto caleidoscópico, del que difícilmente podrían desprenderse si continuaban sobre el terreno33. Sin embargo, utilizando la operación Inherent Resolve, EE. UU. tiene la posibilidad de controlar las partes del escenario sirio que le interesan, fundamentalmente los puntos de paso obligado del puente terrestre hacia el Levante. Por ello mantiene una mínima presencia en Siria, en cuyo territorio lleva a cabo incursiones a la vez que apoya a las poblaciones fronterizas con programas de colaboración y ayuda humanitaria34.
EE. UU. mantiene en siria un «pequeño» contingente de unos 900 militares, que parece que el presidente Biden no tiene prisa por replegar. Desde sus posiciones principales, tienen la capacidad de llegar hasta la orilla oriental del río Éufrates controlada por la amalgama de milicias de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), aliadas de los kurdos de la Rojava35. Mientras, en la otra orilla se encuentran las tropas rusas y del Gobierno sirio36.
No obstante el discurso norteamericano de apoyo a las milicias locales en su lucha contra el Dáesh y la asistencia humanitaria a la población civil o la protección de recursos petrolíferos, lo cierto es que estas las posiciones en Siria se encuentran a caballo del ramal central del puente terrestre iraní, por lo que las fuerzas estadounidenses tienen la capacidad de controlar esta vía de comunicación sobre el terreno.
En una situación parecida se encuentra un pequeño puesto de avanzada en Al Tanf, en la carretera entre Bagdad y Damasco y próximo a la triple frontera. Los estadounidenses reconocen que puede ejercer presión en las comunicaciones de Irán hacia el oeste, negándole la utilización de la ruta sur del puente terrestre, por lo que en diversas ocasiones se han producido escaramuzas con milicias proiraníes. Las tropas norteamericanas están coordinadas con el grupo rebelde sirio Maghawir al-Thawra, quien expulsó al Dáesh del área que ahora controla. Al tener limitada su libertad de movimientos, las fuerzas del Dáesh se mezclaron con los 100 000 beduinos que viven en la zona, en la que se encuentra el campo de refugiados de Rukban37.
La situación de las fuerzas norteamericanas en Irak constituye una significativa capacidad de combate, centrada sobre el nudo de comunicaciones de Bagdad, en las que se apoyan las posiciones avanzadas en Siria. La Base Avanzada de Operaciones de Skyes en Tall’Afar cierra el corredor de movilidad de la zona norte del puente terrestre.
Hay que tener en cuenta que después de la muerte de Soleimani por parte de los norteamericanos, el Gobierno iraquí solicitó su repliegue mediante una resolución no vinculante. Tras conversaciones diplomáticas entre estadounidenses e iraquíes, durante la primavera de 2021, se llegó a la conclusión que las fuerzas de seguridad iraquíes habían incrementado sus capacidades, por lo que las fuerzas de combate norteamericanas podrían replegarse. Esto ha cambiado su estatus a fuerzas de asesoramiento, pero la realidad es que actualmente permanecen 2500 militares en suelo iraquí38.
Sin que aun haya una apuesta en firme por el futuro de la presencia estadounidense en Irak, la administración Biden deberá tomar una importante decisión sobre su continuidad, con el riesgo de utilizar un pensamiento táctico para decisiones estratégicas.
Este pensamiento, a corto plazo, puede llevar a importantes errores al subestimar la importancia de Irak, debido a que ya no existe la dependencia estadounidense de sus recursos petrolíferos, aunque sí que la tiene con otros actores como puede ser China. Para los norteamericanos, la trascendencia iraquí no debería pasar por focalizarse en la lucha contra la insurgencia del Dáesh, sino en contener y disuadir a Irán para evitar que Irak se convierta en un puente estratégico que una a los iraníes con Siria y Hezbolá y que, más a largo plazo, podría desestabilizar a Jordania y los Estados árabes del Golfo. La influencia norteamericana en Irak sería también un freno a la interferencia turca y una barrera a las influencias rusa y china39.
La tendencia geopolítica natural de Irán es la de extenderse desde su baluarte montañoso hacia las zonas más llanas de Mesopotamia y Levante. A lo largo de estas existen numerosas poblaciones afines a los iraníes que, en estos momentos, no se encuentran constreñidas por la acción de Gobiernos autoritarios.
El tablero de ajedrez levantino es extremadamente complejo y quien sepa los intrincados movimientos de sus piezas posiblemente sea el que obtenga la ventaja sobre el resto de los actores interesados. El general Qassem Soleimani sabía perfectamente cómo utilizar el sectarismo que se vive en la zona por encima de las estructuras administrativas que, en muchas ocasiones, no son más que una mera fachada con la que los occidentales intentan relacionarse infructuosamente.
Los planes a largo plazo de Irán posiblemente incluyen el enlace con las zonas favorables para su expansión, por lo que necesita una red que conecte a estas para extender su influencia mediante instrumentos de poder diplomático, informativo, militar y económico como actor en un conflicto, a los que se debería añadir el poder político del Estado iraní y el social de su cultura. Para ello, necesita el establecimiento de un puente terrestre que pueda extender lo que los iraníes entienden como «eje de resistencia».
Esta extensión se pretende realizar a costa de causar un riesgo existencial sobre otros actores de la región, como pueden ser las poblaciones árabes o kurdas del Oriente Próximo o el propio Estado de Israel, por lo que las pretensiones iraníes deben ser muy medidas para no cometer errores de cálculo. Por ello, aunque su objetivo final sea extremadamente idealista, lo pasos a seguir son cautelosos y pragmáticos.
Los objetivos iraníes se superponen además con los de otros actores estatales de la región, en la que cabe destacar el papel de utilitarismo de Turquía y la oposición de Israel y los Estados del Golfo, creando de este modo un conglomerado de alianzas volátiles que cambian con facilidad según se desarrollen los acontecimientos.
Para una mayor complicación, el papel de las potencias globales es muy significativo en la zona. Los intereses chinos e iraníes parecen ir de la mano, debido a que el puente terrestre iraní favorece la iniciativa china de la Franja y Ruta de la Seda, al tiempo que le puede proporcionar acceso a los recursos energéticos. Por ello, se prevé una posición cada vez más activa por parte de China.
Rusia tiene su propia agenda, por lo que el puente terrestre iraní le sirve para recuperar su estatus en el Mediterráneo y controlar el corredor energético de Turquía, al tiempo que puede evitar que los turcos entren en conflicto con los intereses rusos en Libia, el Cáucaso y Asia Central.
Los EE. UU. se encuentran en un momento crucial para tomar una determinación que les permita recuperar la iniciativa a largo plazo que siempre han tenido los iraníes. Si EE. UU. considerase un repliegue de la zona estaría facilitando los intereses iraníes, al tiempo que los de rusos y chinos. Si, por el contrario, mantuviese una firme huella sobre el terreno, correría el riesgo de desgastarse en esfuerzos que, como hasta ahora, no han obtenido los beneficios deseados. Una estrategia de contención a los iraníes y de equilibrio entre el resto de los actores podría ser menos costosa y más práctica, aunque tendría que cambiar sus objetivos cortoplacistas por otros más lejanos como estabilizar Irak a través de programas efectivos que eviten la corrupción de las instituciones y mejore las capacidades de las fuerzas de seguridad iraquíes. La cooperación con Turquía también ayudaría a esta finalidad, más que su actual alianza con el PYD sirio.
La Unión Europea ha sido la gran ausente en un tema en el que, por su propia idiosincrasia, podría tener un papel mucho más activo. Los europeos son buenos negociadores y tienen una formidable capacidad de entendimiento y diálogo, por lo que podrían representar un extraordinario papel como interlocutores entre todos los actores; entre los que se podría perfectamente incluir a Irán, que se encuentra gracias a la mediación de Europa en proceso de negociación de su programa nuclear. Por supuesto, las ganancias para el viejo continente podrían ser relevantes, ya que alejarían el espectro del yihadismo, las crisis migratorias y podrían conducir a la diversidad de accesos a los productos energéticos, que podría redundar en un abaratamiento de costes y control de proveedores.
José Ignacio Castro Torres*
COR.ET.INF.DEM
Doctor en Estudios de Paz y Seguridad Internacional
Analista del IEEE
- 1 BRZEZINSKI, Zbigniew. The grand chessboard: American primacy and its geostrategic imperatives. Basic books, 1997. p. 41.
- 2 KAPLAN, Robert D. The revenge of geography: What the map tells us about coming conflicts and the battle against fate. Random House Trade Paperbacks, 2013. pp. 267-272.
- 3 AXWORTHY, Michael. A history of Iran: Empire of the mind. Basic Books, 2016. p. 3.
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- 10 AHMADO, Nisan. “Experts: Iran Eyes Reuniting Its 'Axis of Resistance”, VOA, January 27, 2021. Disponible en: https://www.voanews.com/extremism-watch/experts-iran-eyes-reuniting-its-axis-resistance (consultado 06/06/2021)
- 11 TROFIMOV, Yaroslav, “After Islamic State, Fears of a ‘Shiite Crescent’ in Mideast”, The Wall Street Journal, September 29, 2016. Disponible en: https://www.wsj.com/articles/after-islamic-state-fears-of-a- shiite-crescent-in-mideast-1475141403 (consultado 05/06/2021)
- 12 MCMASTER, H.R.; ADESNIK, David; BEN TALEBLU, Behnam. “Burning bridge: The Iranian land corridor to the Mediterranean”, Foundation for Defense of Democracies. Disponible en: https://www.fdd.org/analysis/2019/06/18/burning-bridge/ (consultado 06/06/2021)
- 13 CHULOV, Martin “Amid Syrian chaos, Iran’s game plan emerges: a path to the Mediterranean”, The Guardian, October 8, 2016. Disponible en: https://theguardian.com/world/2016/oct/08/iran-iraq-syria-isis- land-corridor (consultado 06/06/2021). Para ver en detalle la importancia que Soleimani tuvo en la configuración de la región se sugiere la lectura del siguiente documento: CASTRO TORRES, José Ignacio. Qassem Soleimani: El liderazgo desde el otro lado de la colina. Documento de Análisis IEEE 33/2019. Disponible en:
- http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2019/DIEEEA33_2019CASTRO_Soleimani.pdf
- 14 Ibid. hay que tener en cuenta que Irán transporta por vía aérea a Siria una gran cantidad de personal y materiales de gran interés para el régimen de Asad.
- “Full text of Netanyahu’s 2018 address to AIPAC”, The Times of Israel, 6 March 2018. Disponible en: https://www.timesofisrael.com/full-text-of-netanyahus-2018-address-to-aipac/ (consultado 06/06/2021)
- 16 Abu Mehdi Al-Muhandis fue uno de los líderes de la milicia Hashed Al Shaab y murió junto a Qassem Soleimani en Bagdad a principios de 2020. Para una mayor información sobre este hecho se sugiere la lectura del siguiente documento: CASTRO TORRES, José Ignacio. Qassem Soleimani: Una muerte que abre la caja de Pandora. Documento Informativo IEEE 01/2020. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_informativos/2020/DIEEEI01_2020CASTRO_SoleimaniMuerte. pdf
- 17 AHRONHEIM, Anna. “Israeli satellite imaging shows how Iran’s land bridge is under attack”, August 22, 2019. Disponible en: https://www.jpost.com/middle-east/israeli-satellite-imaging-irans-land-bridge-is- under-attack-599410 (consultado 06/06/2021)
- 18 “Hezbollah in Syria: What You Should Know”, IDF. Disponible en: https://www.idf.il/en/minisites/hezbollah/hezbollah-in-syria-what-you-should-know/ (consultado 06/06/2021)
- 19 “Why Iran absorbs Israeli-inflicted blows on its militant proxies in Syria”, Arab News, May 16, 2021.
- 20 WIMMEN, Heiko “Syria: How to prevent Israel-Iran shadow war spinning out of control”, Middle East Eye,
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- 21 DALAY, Galip. “Turkish-Iranian Relations Are Set to Become More Turbulent”, German Marshall Fund, February 9, 2021.. Disponible en: https://www.gmfus.org/publications/turkish-iranian-relations-are-set- become-more-turbulent (consultado 06/06/2021)
- 22 SAIDEL, Nicholas. “Israel Needs a Reset With Turkey to Contain Iran”, Haaretz, Mar. 24, 2021. Disponible en: https://www.haaretz.com/middle-east-news/.premium-israel-needs-a-reset-with-turkey-to- contain-iran-1.9650545 (consultado 06/06/2021)
- 23 BEHRAVESH, Maysam. “How Iran views the Turkish invasion of northern Syria”, Middle East Eye, 12 October 2019. Disponible en: https://www.middleeasteye.net/news/how-iran-views-turkish-invasion-
- 24 "هکبش یلیر ناریا هب یاهروشک قرش هنارتیدم لصو یم دوش /La red ferroviaria de Irán se conecta a los países del Mediterráneo oriental", IRNA, 18 de agosto de 2018. Disponible en: http://www.irna.ir/fa/News/83004528 (consultado 06/06/2021)
- 25 “Iran-Iraq-Syria Plan to Move Ahead on Historic Transnational ‘Land-Bridge’ Railroad”, The International Schiller Institute (consultado 06/06/2021)
- 26 “Iraq Ties Itself to China Via Belt & Road Rail Links Between Basra and Iran’s Shalamcheh”, Silk Road Briefing, May 19, 2021. Disponible en: https://www.silkroadbriefing.com/news/2021/05/19/iraq-ties-itself-to-
- 27 “Rouhani Says Shalamcheh-Basra Railway to Connect Iran to Iraq, Syria, and the Mediterranean”, Asharq Al-Awsat, Friday, 14 May, 2021. Disponible en: https://english.aawsat.com/home/article/2972166/rouhani-says-shalamcheh-basra-railway-connect-iran- iraq-syria-and-mediterranean (consultado 06/06/2021)
- 28 BLANK, Stephen. The Foundations of Russian Policy in the Middle East, en: Russia in The Middle East (Theodore Karasik and Stephen Blank, Eds). The Jamestown Foundation. Washington, DC. 2018. p.40. 29 Para un estudio en mayor detalle de los intereses geopolíticos en el Cáucaso se sugiere la lectura del siguiente documento: CASTRO TORRES, José Ignacio. Nagorno Karabaj: un nudo gordiano en mitad del Cáucaso. Documento de Análisis IEEE 34/2020. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2020/DIEEEA34_2020JOSCAS_Nagorno.pdf
- 30 KEMOKLIDZE, Kakhaber; SESKURIA, Natia. “Targeting Turkish–Georgian Relations: Russian Disinformation is Taking a Local Turn”, RUSI, Commentary, 20 May 2021. Disponible en: https://rusi.org/commentary/targeting-turkish-georgian-relations-russian-disinformation-taking-local-turn
- 31 RUMER, Eugene; SOKOLSKY, Richard. “Russia in the Mediterranean: Here to Stay”, Carnegie Endowment for International Peace. May 27, 2021. Disponible en: https://carnegieendowment.org/2021/05/27/russia-in-mediterranean-here-to-stay-pub-84605 (consultado 07/06/2021) No obstante, en este punto se abre una disyuntiva para Rusia, por haber sido excluida del reparto de la explotación de los recursos del Mediterráneo. Dependiendo cómo evolucionen los acontecimientos podría darse el caso en que rusos y turcos colaborasen por una confluencia puntual
- 32 “Trump orders US troops out of northern Syria as Turkish assault continues”, The Guardian, 13 Oct 2019. Disponible en: https://www.theguardian.com/world/2019/oct/13/trump-us-troops-northern-syria-turkish- assault-kurds (consultado 07/06/2021)
- 33 WILLIAMS, Katie Bo. “In Syria, US Commanders Hold the Line - and Wait for Biden”, Defense One, March 21, 2021. Disponible en: https://www.defenseone.com/threats/2021/03/syria-us-commanders-hold- line-and-wait-biden/172808/ (consultado 07/06/2021)
- 34 “USAID ‘Syria Program”, COMBINED JOINT TASK FORCE OPERATION INHERENT RESOLVE Public
- Affairs Office, April 27. #LifeAfterDaesh. Progress highlights in Iraq and Syria. Disponible en: https://www.inherentresolve.mil/Portals/14/CJTF-OIR%20Press%20Release-20210506-01- Life%20After%20Daesh%20Highlights.pdf (consultado 07/06/2021)
- 35 Para un estudio en mayor detalle de las relaciones entre los distintos grupos de la zona se sugiere la lectura del siguiente documento: SÁNCHEZ TAPIA, Felipe. Conflictividad en la frontera sur de Turquía. Panorama Estratégico de los Conflictos 2020. Instituto Español de Estudios Estratégicos. pp. 83-116.
- 36 CLOUD, David S. “Inside U.S. troops’ stronghold in Syria, a question of how long Biden will keep them there”, Los Angeles Times. March 12, 2021. Disponible en: https://www.latimes.com/politics/story/2021-03- 12/us-troops-syria-civil-war-biden (consultado 07/06/2021)
- 37 MAGRUDER, Daniel L. Jr. “Al Tanf garrison: America’s strategic baggage in the Middle East”, Brookings, Friday, November 20, 2020. Disponible en: https://www.brookings.edu/blog/order-from- chaos/2020/11/20/al-tanf-garrison-americas-strategic-baggage-in-the-middle-east/ (consultado 07/06/2020)
- 38 LOVELUCK, Louisa. “U.S. and Iraq conclude talks on troop presence”, The Washington Post, April 7, 2021. Disponible en: https://www.washingtonpost.com/world/us-iraq-talk-troops/2021/04/07/e9a15998- 97cb-11eb-8f0a-3384cf4fb399_story.html (consultado 07/06/2021)
- 39 CORDESMAN, Anthony H. “Correcting America’s Grand Strategic Failures in Iraq”, Center for Strategic and International Studies. April 1, 2021. Disponible en: https://www.csis.org/analysis/correcting-americas- grand-strategic-failures-iraq (consultado 07/06/2021)