Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Agencia de Energía Atómica de Irán (AEOI, por sus siglas en inglés), ha declarado que el país puede enriquecer el uranio con una pureza de hasta el 90%, lo que es suficiente para fabricar armas nucleares.
En una entrevista en la televisión nacional el 7 de enero, Behrouz Kamalvandi dijo que Irán tiene la capacidad de producir uranio en varios porcentajes de pureza hasta el 90%.
"Nuestros logros son tan grandes que podemos enriquecer fácilmente el uranio en diferentes porcentajes hasta en un 90%", dijo Kamalvandi a la televisión estatal. "Si se requiere un enriquecimiento superior al 20% en algunas áreas, la AEOI puede hacerlo", expresó Kamalvandi.
Con esto se pretende presionar al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, para negociar rápidamente en relación con el acuerdo nuclear (JCPOA, por sus siglas en inglés). La última confiscación por parte de Irán del buque MT Hankuk Chemi se ha dado cuando un diplomático surcoreano tenía que viajar precisamente a la República Islámica para negociar la liberación de miles de millones de dólares en activos iraníes que ahora están congelados en Seúl.
Un portavoz del Gobierno iraní dijo el 4 de enero que el complejo Shahid Almohammadi de la instalación nuclear subterránea de Fordow había comenzado el proceso de producción de uranio a una tasa de hasta el 20%.
Esto excedía el compromiso de 3,67% del Plan de Acción Integral Conjunta (JCPOA). Sin embargo, la proporción del 20% sigue siendo mucho menor que el 90% que se pretende alcanzar para fabricar armas nucleares.
Javad Zarif, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, confirmó que el Parlamento había aprobado el continuo enriquecimiento de uranio de Irán con un 20% de pureza. Además, Teherán también siguió el proceso adecuado de notificar este plan a la Agencia Internacional de energía Atómica (OIEA).
El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, en mayo de 2018 se retiró unilateralmente del JCPOA y volvió a imponer sanciones contra la red financiera de Irán y la industria de exportación de petróleo, presionando así a Teherán para que regresara de vuelta a la mesa de negociaciones.
En respuesta, el régimen de los ayatolás redujo una serie de compromisos en el acuerdo, incluido el aumento del límite de enriquecimiento de uranio.