La activista por los derechos de las mujeres ha sido acusada de “propaganda” y de “alterar el orden público”. Tras el comienzo de las actuales protestas antigubernamentales fue detenida por “incitar los disturbios”

Irán condena a cinco años de cárcel a Faezeh Hashemi, hija del expresidente Rafsanjani

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La activista y exdiputada iraní Faezeh Hashemi, hija del expresidente Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, ha sido condenada a cinco años de cárcel por “propaganda” y actos contra la seguridad nacional, según ha informado su abogada Neda Shams. No obstante, tal y como ha destacado la letrada en Twitter, “la sentencia no es firme” y apelará el veredicto dentro del plazo permitido por la ley.

Hashemi, de 60 años, ha sido acusada de “alterar el orden público al participar en reuniones ilegales”. Sin embargo, esta no es la primera vez que enfrenta cargos de este tipo. En 2012 fue arrestada y sentenciada a seis meses de cárcel por “propaganda contra la República Islámica”. En ese año las autoridades también le prohibieron participar en actividades políticas.

En 2022 un fiscal de Teherán la acusó de nuevo de “propaganda contra el sistema” y en septiembre, tras el comienzo de las protestas por el asesinato de la joven kurda Mahsa Amini, Hashemi fue detenida por “incitar los disturbios” en la capital, según informa Reuters.

El padre de la activista, el expresidente Rafsanjani, fue uno de los fundadores de la actual República Islámica. Durante su mandato desde 1989 a 1997 abogó por reparar los lazos con Occidente, algo que provocó críticas internas.

Hashemi se suma a la larga lista de personas condenadas por el régimen desde que comenzaron las protestas. También es extensa la lista de personas asesinadas y sentenciadas a muerte. De acuerdo con cifras de Iran Human Rights, al menos 481 manifestantes han muerto durante las protestas, mientras que 109 están en riesgo de ejecución.

Por el momento, las autoridades ya han ejecutado a 4 hombres desde diciembre: Mohsen Shekari (23 años), Majidreza Rahnavard (23 años), Mohammad Mehdi Karami (22 años) y Seyed Mohammad Hosseini (39 años). El régimen los acusó de atacar a agentes de seguridad en juicios ilegales. Durante el tiempo que fueron detenidos fueron objeto de brutales torturas.

Tal y como narró el abogado de Seyed Mohammad Hosseini, su cliente fue golpeado con las manos y las piernas atadas y con los ojos vendados. “Recibió patadas en la cabeza que le hicieron perder el conocimiento, golpes en las plantas de los pies con una barra de hierro y descargas eléctricas en diferentes partes del cuerpo”, añadió el letrado, Ali Sharifzadeh.

Mohammad Ghobadlou y Mohammad Boroughani, en riesgo de ser ejecutados de manera inminente

A pesar de las críticas internacionales, el régimen iraní continúa sentenciado a más ciudadanos a muerte. De hecho, los jóvenes Mohammad Ghobadlou y Mohammad Boroughani, de 22 y 19 años respectivamente, podrían ser los próximos en ser asesinados por las autoridades. La Corte Suprema de Irán confirmó su sentencia hace unos días, el paso anterior a las ejecuciones.

Con el objetivo de evitar su muerte, decenas de personas se trasladaron a las afueras de la prisión de Karaj, cerca de Teherán. Familiares y manifestantes pidieron la liberación de los jóvenes a la vez que gritaban consignas contra el régimen de los ayatolás.

Los iraníes en el exilio continúan organizando protestas contra el régimen, respaldando y dando voz a sus compatriotas y exigiendo a los gobiernos occidentales que corten los lazos con la República Islámica de Irán. A pesar de las condenas internacionales, ningún país ha llegado a tomar esa decisión, tal y como piden los iraníes. Ciertas naciones como Países Bajos o Italia sí han llamado a consultas al embajador iraní, mientras que otras como Alemania o Reino Unido preparan nuevos paquetes de sanciones o plantean designar a la Guardia Revolucionaria como grupo terrorista.

El presidente canadiense, Justin Trudeau, es uno de los líderes occidentales que más se han involucrado con el pueblo iraní. Trudeau ha asistido a manifestaciones organizadas por los iraníes residentes en Canadá y ha aprobado importantes sanciones contra la élite militar y política de Teherán.

Por su parte, el mandatario francés, Emmanuel Macron, invitó al Elíseo a cuatro activistas iraníes. Entre ellas se encontraba Roya Piraei, cuya madre murió en las protestas, y la conocida periodista Masih Alinejad, famosa por iniciar una campaña que anima a las mujeres iraníes a quitarse el hiyab. Desde la sede de la Presidencia francesa, Macron concedió una entrevista a la radio pública gala junto con las activistas. 

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