Para Irán, salvaguardar el programa nuclear prevalece sobre el compromiso con Hezbolá

Mientras asistía a la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, declaró a un entrevistador de la CNN que el grupo militante libanés Hezbolá “no puede enfrentarse solo a un país que está siendo defendido y apoyado y abastecido por países occidentales”.
Cuando se le preguntó si su país apoyaría a su principal apoderado en Oriente Medio ante la embestida militar israelí, respondió vagamente que Irán “defenderá a cualquier grupo que defienda sus derechos y a sí mismo”.
Por lo demás, intentó mantener un tono pacífico y complaciente.
“No queremos ser la causa de la inestabilidad en Oriente Próximo, ya que sus consecuencias serían irreversibles”.
“Queremos vivir en paz, no queremos la guerra”, añadió. “Es Israel quien busca crear este conflicto total”.
El líder iraní no perdió la oportunidad de subrayar el deseo de su país de mantenerse al margen del enfrentamiento entre Israel y Hezbolá.
“Es Israel quien busca crear este conflicto total”, dijo. “Nos están arrastrando a un punto al que no deseamos ir”.
La atención del presidente iraní parecía mucho más centrada en poner fin al enfrentamiento nuclear de su país con Occidente que en hacer frente a la escalada de violencia en el Líbano.
Esta semana, la aviación israelí ha atacado a dirigentes de Hezbolá y centenares de emplazamientos en el interior del Líbano, mientras el grupo lanzaba andanadas de cohetes contra Israel, donde miles de personas han huido de la región fronteriza. Cientos de libaneses han muerto.
De este modo, reflejaba las esperanzas del clero iraní de aliviar las sanciones estadounidenses, que han paralizado la economía del país, y socavar cualquier apoyo en Occidente al recurso de Israel a la opción militar contra el programa atómico iraní. Ni siquiera una guerra que amenazara con defenestrar a Hezbolá podría distraerle del objetivo estratégico.
“Estamos dispuestos a comprometernos con los participantes en el acuerdo nuclear de 2015. Si los compromisos del acuerdo se aplican plenamente y de buena fe, el diálogo sobre otras cuestiones puede seguir”, declaró el martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El presidente Donald Trump había abandonado en 2018 el pacto nuclear de 2015 entre Teherán y seis potencias mundiales y había vuelto a imponer duras sanciones a Irán. Desde entonces, los esfuerzos por revivir el pacto han fracasado.
Para Gran Bretaña, Francia y Alemania, que siguen siendo parte del acuerdo nuclear, existe la sensación de que los líderes de Teherán no cambiaron ni cambiarán de rumbo y que un acuerdo más amplio que abarque el programa nuclear y el papel geopolítico de Irán no es realista por ahora.
Estados Unidos, sus aliados europeos e Israel acusan a Teherán de utilizar su programa nuclear como velo para intentar desarrollar una bomba atómica.
Los analistas creen que Teherán está decidido a mantenerse al margen de una guerra que podría llevar a la destrucción de sus instalaciones nucleares.
Bronwen Maddox, de Chatham House, se hizo eco de la creencia de estos analistas de que, al intensificar la guerra contra Hezbolá, “la intención de Israel puede ser crear las condiciones para un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán”.
Citando a dos funcionarios israelíes, el sitio web de noticias estadounidense Axios afirmó que funcionarios iraníes han dicho a sus homólogos de Hezbolá que buscaban su ayuda que “no es el momento adecuado” para lanzar un ataque contra Israel porque Pezeshkian se encontraba ahora en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU.
Al pedir el respaldo de Irán, Hezbolá estaría solicitando de hecho un cambio de papeles, dicen los expertos, ya que se espera que Hezbolá proporcione una primera línea de disuasión contra Israel si alguna vez intentara enfrentarse al programa nuclear de Teherán.
Ali Vaez, director del Proyecto Irán del International Crisis Group, declaró a The New York Times que se suponía que apoderados como Hezbolá debían defender los intereses nacionales de Irán y no al revés: “Nunca fue el principio que Irán lucharía en su defensa”, dijo.
Pezeshkian incluso se distanció de los hutíes, los apoderados de Irán en Yemen. “No reciben órdenes de nadie”, afirmó. “No es que los yemeníes estén esperando a que les digamos qué hacer o qué no hacer”, aseveró.
Con el propósito de apelar a Occidente, también se distanció de la invasión rusa de Ucrania.
“No aprobamos la agresión rusa contra Ucrania”, afirmó Pezeshkian. “No les hemos suministrado ni les suministraremos ningún misil balístico”.
Rusia ha cultivado estrechos lazos con Irán desde el inicio de su guerra con Ucrania y ha dicho que se dispone a firmar un amplio acuerdo de cooperación con Teherán.
Irán también ha mediado en conversaciones secretas entre Rusia y los rebeldes hutíes de Yemen para transferir misiles antibuque a ese grupo militante, dijeron fuentes occidentales y regionales, un desarrollo que pone de relieve la profundización de los lazos de Teherán con Moscú.
Muchos analistas se mostraron escépticos ante la posibilidad de que el presidente iraní pudiera estar ajustando la política de su país hacia Rusia o hacia sus representantes regionales.
Según los analistas, sólo la Guardia Revolucionaria, que recibe órdenes del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, podría tomar este tipo de decisiones.