El diplomático español analizó durante el programa de Atalayar en Capital Radio la situación actual en torno a la actualidad mundial tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos

Jorge Dezcallar: “Donald Trump tiene un comportamiento irresponsable y creo que patético”

photo_camera Jorge Dezcallar

Jorge Dezcallar, embajador español, profundizó en la actualidad global y en la situación generada tras las elecciones celebradas en Estados Unidos durante el programa de Atalayar en Capital Radio. Criticó duramente el comportamiento actual de Donald Trump no reconociendo el resultado electoral que dio la victoria a Joe Biden.

¿Qué futuro les aguarda a las relaciones de Estados Unidos con China una vez que Joe Biden asuma la presidencia el 20 de enero?

La verdad que yo creo que aquí hay un acuerdo de los pocos acuerdos que hay bipartisanos en Estados Unidos en considerar que China es un enemigo estratégico. Sobre todo, por su progreso tecnológico por ese plan “made in china” que ha promovido Xi Jinping gastándose 300.000 millones de dólares en promover tecnologías puntas en una serie de empresas. Pero es que, por parte de China, también se ve a Estados Unidos como una potencia muy hostil que intenta impedir a toda costa que China cumpla su legítimo derecho al desarrollo y al liderazgo tecnológico y a acabar con lo que ellos llaman ese siglo de humillación que empezó con las guerras del opio y que termino con la victoria en la revolución Mao. Entonces yo creo que los dos están enfrentados y que esto va a ir a más; probablemente Joe Biden sea muy firme en cuestiones de derechos humanos, más firme que Donald Trump, pero también las ambiciones territoriales de China en el tema del mar de China y, sobre todo, Taiwán evidentemente, pero buscarán cooperación si pueden en los puntos del clima, o de la COVID-19 o de la proliferación nuclear. Es decir, yo creo que van a cambiar las formas, pero creo que la hostilidad de fondo va a mantenerse.

¿Está de acuerdo en la apreciación de que la problemática interior que tiene Joe Biden dentro de Estados Unidos pueda relegar a un segundo plano la agenda exterior, los problemas de Estados Unidos en el resto del mundo?

Sí, sin duda ninguna, su gran prioridad va a ser la agenda doméstica. La agenda doméstica está dominada por tres asuntos esencialmente que son: la economía, la pandemia y las cuestiones raciales como ha sido el asesinato de George Floyd en mayo. Esas son sus grandes prioridades, y luego vendrá la agenda exterior. El acento lo va a poner inicialmente, como cualquiera, en la política doméstica. La gente está sufriendo mucho, ha perdido empleo, la crisis es muy dura y Biden ya ha presentado una serie de proyectos de 2,2 billones de dólares para ayudar a empresas o a gente en dificultades, 400.000 millones en compras domésticas, 300.000 millones en I+D, subir el salario mínimo a 15 dólares y, además, tiene un programa doméstico muy intenso. Y luego la COVID-19 evidentemente, que ha sido uno de los grandes fallos que le ha costado carísimo a Donald Trump en esta campaña presidencial, además de reseñar los problemas raciales. Son asuntos muy importantes todos ellos y van a hacer que la agenda internacional pase a un segundo plano.

A pesar del resultado, ha vendido cara su derrota Donald Trump. Nadie se esperaba, ni siquiera las encuestas, que tuviera un grado de lucha hasta el último minuto en algunos estados en los que se daba ganador con un margen mayor a Joe Biden. ¿No le ha sorprendido esa lucha hasta el final en estados como Nevada o incluso Georgia que se decidió el pasado sábado?

Bueno, a mí lo que me ha sorprendido es que Trump tuviera más seguidores que hace cuatro años. Después de lo que ha hecho durante estos cuatro años eso es lo que me parece realmente sorprendente. Por otra parte, los estados que usted me dice fueron estados tradicionalmente republicanos, como Nevada o Arizona. Arizona yo creo que no ha votado un demócrata desde el año setenta y tantos. Georgia es un estado subprofundo, son estados tradicionalmente republicanos que Joe Biden ha conquistado, aunque sea por poco, realmente es una pica en Flandes. Pero a mí lo que me sorprende, es que Donald Trump haya tenido 70 millones de votos, ha conseguido un 48%. Que tenga 88 millones de seguidores en Twitter me extraña menos porque comprendo que puede ser entretenido seguir las barbaridades que dice continuamente, pero que vaya luego la gente y le vote, y que le vote en mayor proporción que hace cuatro años me parece sorprendente. Eso ha frustrado a los demócratas, les ha quitado escaños en el Congreso y ha impedido que los demócratas se hagan con el Senado. A menos que en una segunda vuelta, que solo va a afectar al estado de Georgia en la que hay dos escaños en juego, Biden haga campaña en Georgia por esos dos escaños. Si no los logra el Senado será republicano y eso puede impedirle sobre todo en la agenda interna, en política exterior los presidentes tienen más margen de maniobra, pero la agenda interna la controla el Congreso.

¿La actitud de Donald Trump poniendo en duda el sistema ha hecho mucho daño o el sistema democrático de los Estados Unidos es mucho más fuerte que una pataleta de Trump diciendo que ha habido fraude?

Además, que se le acusa de fraude a estados republicanos, se dice que ha habido fraude en Arizona, Nevada, en Georgia, donde los gobernadores son republicanos, no tiene ningún sentido. Yo creo que es patético, la democracia norteamericana es muy sólida, el sistema de reparto de poderes es una cosa muy fuerte y puede con Donald Trump, pero yo creo que esto está haciendo mucho daño. La democracia está en retroceso en el mundo, esto es un dato evidente. Hoy en día, la gente, en una serie de países, piensa que los regímenes autoritarios en los momentos de crisis funcionan mucho mejor porque son capaces de movilizar los recursos y los fondos mucho más rápidamente. Porque no hay que pedir tantas opiniones porque es un señor quien decide e inmediatamente se hace y esto está haciendo que la democracia pierda terreno; esto se ha acentuado ahora. Que Trump se comporte como Lukashenko, que no es partidario de perder elecciones pues es patético, porque se supone que Estados Unidos es una gran democracia que ha intentado propagar por el mundo los ideales del liberalismo. Por tanto, que pase esto en Estados Unidos le hace un daño terrible a la imagen del país y a la democracia en general, yo creo que este hombre es un insensato. Aún recuerdo cuando era embajador en Washington y llegó Obama al poder y recuerdo la elegancia de John McCain en el discurso de aceptación más elegante que recuerdo, aceptando su derrota la primera noche. Ustedes decían hace un rato, igual se está preparando para el futuro a lo mejor se prepara para a partir de ahora recorrer el país haciendo discursos y haciendo mítines, recaudando dinero para montar una cadena de televisión que le haga la competencia a la Fox para presentarse dentro de cuatro años o sino para ser el ‘king maker’, el que decida quién es el candidato. Él va a seguir teniendo mucha influencia, 70 millones de votos son muchos votos. Y hay una cosa que es muy triste que está ocurriendo, y no se habla tanto, Donald Trump tiene un comportamiento irresponsable y creo que patético pero lo que está haciendo el Partido Republicano es vergonzoso. Tengo muchos amigos republicanos que me comentan que sienten vergüenza con lo que está pasando pero que en público no lo dicen.

Precisamente veíamos a Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, acusar este sábado a la empresa española Indra de estar implicada en el fraude de las elecciones. Efectivamente el Partido Republicano se suma en esa cruzada de Donald Trump.

Giuliani está disparando a diestro y siniestro y es otro individuo que resulta penoso en lo que está haciendo. Porque además lo hacen sin presentar pruebas al estilo Trump lanzando acusaciones que no se sustancian luego con un respaldo basado en hechos aportando datos concretos y pruebas. 

Ahí está la fortaleza del sistema americano porque a mí me gustaría que en España cuando un líder político no dijera la verdad cortaran como han cortado al señor Trump. 

Eso es una enorme polémica que está habiendo en estos momentos en Estados Unidos. ¿Uno debe cortar la emisión de alguien que está diciendo mentiras? O, ¿uno debe permitir que la emisión continúe y al final de la emisión decir: “Mire usted, lo que esta diciendo este señor son mentiras”. Eso es un debate de hasta donde debe llegar la libertad de expresión y donde debe llegar también el deber de un periodismo responsable.

Bueno, pero hemos visto una Fox no diremos anti-Trump, pero sí que por primera vez se ha desmarcado de Trump, en estos días pasados en la cobertura de todo lo que ha pasado después de la noche electoral ahí ha habido un desmarque importante de Fox News. 

Hay de todo, anoche estaba viendo un programa de Fox un programa tremendo en el que se recogían todas las alegaciones que están haciéndose sin fundamentos o sin pruebas sobre votos ilegales, máquinas trucadas para que cuenten mal, etc. Mire yo creo que la Fox en algún momento se desmarcó y por eso Trump le ha cogido mucha manía, pero es que lo que está ocurriendo es tremendo. Lo que está pasando es muy gordo y los profesionales lo que han debido ver es que hay cosas que no pueden pasarse por alto, es que es demasiado. 

La llegada de Joe Biden, ¿cómo va a afectar a Europa? ¿Puede haber una división entre Francia y Alemania? Estamos viendo al señor Macron ya defendiendo esa autonomía estratégica de Europa y, por otro lado, estamos viendo a la señora Merkel y su ministra de Defensa defendiendo justamente lo contrario es decir un reforzamiento de la Alianza transatlántica.

Yo creo que no es incompatible, efectivamente tienen corazoncitos diferentes. Macron ha impulsado desde un primer momento lo que yo creo que es necesario que tengamos que es una autonomía estratégica. Porque lo que ha hecho Donald Trump es romper la confianza que teníamos en EEUU como garante último de la seguridad en Europa. Yo creo que eso es muy grave, porque los europeos hemos confiado en los americanos desde la primera guerra mundial hasta ahora y nos ha ido muy bien, nos ha ido tan bien que hemos abandonado nuestra defensa en sus manos y eso está muy mal. Y desde hace varios presidentes se está hablando que ustedes deben contribuir más a su propia defensa. No puede ser que nosotros tengamos que sacarles las castañas del fuego en Yugoslavia o en Libia porque ustedes son incapaces de hacerlo no. Es decir, yo creo que Europa debe hacer eso porque además en cuatro años puede volver otro Trump y nosotros tenemos que asegurar nuestra defensa; tenemos que hacernos mayores tenemos que destinar dinero a eso, que comprendo que es difícil en un momento de crisis como el que estamos viviendo. Dicho esto, yo creo que no es incompatible el revitalizar la Alianza transatlántica. Estados Unidos y Europa juntos tenemos el casi el 40% del PIB mundial y el 50 % del comercio mundial, somos una gran potencia y además tenemos otra cosa muy importante que son valores, unos valores que están basados en la civilización judeocristiana en el renacimiento en la ilustración; poner la duda en el centro del debate racional, poner el ser humano en el centro del mundo; y esto son valores que no comparten en el mundo islámico y que no comparten en Asia. Entonces estamos llamados a acercarnos yo creo que no es incompatible buscar el entendimiento y buscar al mismo tiempo una capacidad de una autonomía que no sea una rival de la otra, sino que puede ser complementaria de la otra. Y yo creo que avanzaríamos mucho si Europa puede hablar con una sola voz en defensa de sus intereses económicos o en defensa de sus derechos o de sus libertades; sus valores y al mismo tiempo respaldar esta voz con una potencia militar cuando haga falta.

Hemos hablado con Rebeca Grynspan lo que es el voto hispano, lo que está representando y lo que ha representado en Estados Unidos, y la necesidad de que el nuevo presidente también preste mayor atención a la cooperación con América Latina en unos momentos tan complicados por el coronavirus. 

Sí, lo que pasa que AL para ningún presidente ha sido una prioridad. Ahí tenemos el caso de Cuba, tenemos el caso de Venezuela, como casos más destacados, pero está México, está lo que está pasando en Chile está Brasil en fin el continente sudamericano debería ser muy importante en la agenda norteamericana, pero tienen otras prioridades, miran hacia otro lado, no acaban de entenderlo. Yo creo que los hispanos el día que se den cuenta de la influencia que tienen no se lo creerán; son el 14%, el día que los hispanos sean conscientes de su poder entonces comprenderán; y ya lo son en algunos estados por ejemplo en Colorado, en Arizona, en Nevada, en Florida, donde la minoría cubana y la minoría venezolana son muy potentes y están muy dolidas con todo lo huele a izquierda a socialismo, etc. Pero una cosa muy interesante es el voto religioso, es un tema interesantísimo en Estados Unidos, los evangelistas han votado un 80% a favor de Trump, los evangelistas protestantes blancos, los judíos el 68% a favor de Joe Biden; los católicos divididos, unos votos completamente divididos entre Biden y Trump. Es un análisis fascinante el que hay que hacer ahí.