Las personas procedentes de Ucrania que viven en los distintos países del mundo árabe no necesitan refrescar las noticias en sus teléfonos, o estar pegados 24 horas a la televisión para informase sobre la invasión rusa. La información del conflicto les llega a través de amigos y familiares que se encuentran en el país, sufriendo en primera persona las consecuencias de la guerra.
Mia, una inmigrante ucraniana en el Líbano, explicaba en unas declaraciones para el Arab News que se ponía muy “ansiosa cuando un mensaje de texto tarda en ser entregado porque inmediatamente” empieza “a pensar en lo peor, que mis padres y mi hermano menor pueden haber sido asesinados”. A pesar de las preocupaciones y la ansiedad, Mia explicaba que se sentía orgullosa de ser ucraniana y de su familia.

Además del día a día durante el conflicto, las preocupaciones por aquellos que están intentando abandonar el país son igual de grandes. Alissa Alchimali, una ucrania residente en Kuwait, decía en el mismo medio que todos los que conoce “han huido de su hogar, buscando un lugar para quedarse cerca de la frontera o en refugios antiaéreos en su ciudad”. Además, expresaba en el mismo medio su preocupación por la familia de su madrina, quienes se habían quedado a mitad de camino de la frontera con Polonia.
El ataque a Ucrania ha recordado al mundo que las guerras llegan sin previo aviso, y en el momento menos esperado. Iryna, una residente en Dubái, explicaba que al principio todo el mundo era escéptico a una posible invasión rusa, sin embargo, esta situación le ha recordado que la gente siempre piensa que la guerra está alejada de ellos y que nunca les va a tocar, pero ahí estaban “Siria, Bosnia y ahora Ucrania”. Iryna recalcaba sobre este punto que era tan “solo cuestión de tiempo antes de que sepamos quién es el siguiente”, también añadió que “las opiniones políticas, la ignorancia y la indiferencia de las personas empoderan a sus gobiernos”.

Posicionarse sobre la situación en Ucrania para los países de Oriente Medio está siendo bastante compleja. Las nuevas y recientes relaciones entre Rusia y los países árabes dificultan una posición clara sobre el tema, esto los obliga a tener un posicionamiento neutral.
Mientras que el posicionamiento de las democracias occidentales ha condenado de forma unánime la invasión rusa, las monarquías árabes se han mantenido en silencio por el momento. La ausencia de posiciones claras sobre el tema se debe principalmente a la importancia de cuestiones como la energía, las finanzas y la seguridad, según expertos.

El pasado 25 de febrero, Emiratos Árabes se abstuvo, junto China e India, en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la resolución de EE. UU. y Albania exigiendo la retirada de las tropas rusas de Ucrania. Tras esta votación, la agencia emiratí WAM informó de una llamada entre los jefes de diplomacia de Emiratos y Estados Unidos. Después de estas declaraciones, Rusia informó de una reunión en Moscú con los ministros de exteriores rusos y emiratí a principios de la semana que viene.
Mientras, por otro lado, Kuwait y Catar no realizaron ninguna crítica hacia Rusia, pero sí denunciaron la violencia empleado. Arabia Saudita, Omán y Baréin siguen sin opinar nada sobre el conflicto.