Ha concluido la segunda jornada de la Cumbre de la OTAN, una Cumbre que ya se ha tildado como “histórica” tanto por el contexto en el que se ha celebrado como por los avances conseguidos tras la publicación del nuevo Concepto Estratégico.
La jornada de hoy ha ido dedicada al flanco sur en un momento en el que las amenazas procedentes del auge del terrorismo en Sahel no dejan de acrecentarse. En una rueda de prensa ofrecida a los periodistas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha enfatizado, en primer lugar, en que todos los miembros de la Alianza están comprometidos con Ucrania. Del mismo modo, y abordando el tema de la seguridad en la zona de Oriente Medio y Norte de África, se ha tratado el auge del terrorismo en la región “como una de las mayores amenazas para la seguridad” por lo que se ha acordado una lucha conjunta contra el terrorismo “en todas sus formas”.

El regreso del Daesh como principal amenaza
Stoltenberg ha alertado sobre el regreso del Daesh y como este supone una de las amenazas más importantes para todos los países. Asimismo, ha anunciado la cooperación militar con Mauritania con el objetivo de frenar su acercamiento con Rusia y como país estratégico para frenar el yihadismo, algo que ya se anunció en la primera jornada de la Cumbre. Del mismo modo ha afirmado que los países miembros habrían acordado, de forma unánime, “capacidades adicionales de seguridad” destinadas a este fin.
Y es que una de las más importantes amenazas yihadistas se encuentra precisamente en el Sahel. Con la retirada de las tropas occidentales, como Francia en Malí, estos países han experimentado un vacío de seguridad que los grupos extremistas han sabido cubrir. Al crecimiento del yihadismo en la región se le suma también una problemática que a menudo pasa por desapercibida: las mafias y los traficantes.
Estas organizaciones criminales no solo tienen entre sus objetivos el tráfico de armas y drogas. Las personas siguen sufriendo los intereses de estas mafias, acrecentadas más por la inseguridad y por las pocas alternativas de poder subsistir en sus países de origen, a menudo escenarios de cruentos conflictos armados.
Haciendo alusión al artículo 5 del Tratado de Washington, Stoltenberg ha recalcado que “la OTAN protegerá a todos los aliados de cualquier amenaza. De eso no hay duda (…) nuestro compromiso es fuerte y claro”.

Novedades del Concepto Estratégico
La aprobación del nuevo Concepto Estratégico ha traído consigo nuevas medidas que repercuten a todos los países miembros. Entre ellos destacan el levantamiento del veto turco que permite, finalmente, la adhesión de Finlandia y Suecia al Tratado del Atlántico Norte. Además, China ha entrado por primera vez en el Concepto como una “amenaza” que desafía “nuestros intereses, seguridad y valores” occidentales, algo reseñable ya que evidencia un cambio de la estrategia de la OTAN hacia Asia en ese camino por defender las democracias y los valores occidentales.
Otra de las cuestiones más destacadas es la forma en la que los integrantes de la OTAN se han referido a Rusia como una de las amenazas más importantes para la seguridad internacional como consecuencia de la invasión rusa sobre Ucrania, alejándose así de su condición como “socio estratégico”, algo que estaba estipulado en el anterior documento que recogía el Concepto Estratégico de entonces. Acusan a Moscú de haber sobrepasado “todos los límites” y recalcan que “la zona euroatlántica no está en paz”. Por este mismo motivo Stoltenberg, ha reiterado en la importancia de la defensa colectiva como punto clave para velar por el orden y la seguridad internacional.
En esta misma línea se posicionó el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, durante su encuentro con el rey de España, Felipe VI, tras declarar que “estamos dispuestos a hacer frente a las amenazas de agresión porque francamente no hay otra opción”