Las tropas de Haftar continúan con su ofensiva para liberar Trípoli, mientras que Sarraj ha decidido cambiar su estrategia de una defensiva a otra más combativa

Libia, la ofensiva de Haftar y el contrataque de Sarraj

photo_camera REUTERS/EAM OMRAN AL-FETORI - Miembros del Ejército Nacional Libio (LNA), comandados por jalifa Haftar, salen de Bengasi para reforzar las tropas que avanzan hacia Trípoli

Libia es un país que navega como un barco a la deriva y cuyo futuro depende, en gran parte, del mariscal de campo Jalifa Haftar. Desde el asesinato de Gadafi en 2011 esta nación ha estado sumida en el caos y estabilidad. Las fuerzas de Haftar, respaldadas por Emiratos Árabes Unidos y Egipto, han atacado esta semana las filas del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA por sus siglas en inglés), un Ejecutivo que cuenta con el apoyo de Turquía.  Mientras que el Ejército Nacional Libio al mando del mariscal de campo Haftar ha continuado con su ofensiva para liberar Trípoli de las milicias afines al Gobierno legitimado por la comunidad internacional, el ministro de Interior del GNA, Fathi Bashagha, ha anunciado que desde su Gobierno cambiarán su estrategia de una defensiva a otra más combativa, para así expulsar a las fuerzas de Haftar de Trípoli.  

El general Ahmed al-Mismari, el portavoz del autoproclamado Ejército Nacional Libio ha confirmado el asesinato de al menos 35 soldados del GNA y otros tantos heridos en el frente de Frente Salah al-Din en la capital de Libia. La estrategia de las fuerzas de Haftar se basa en agotar las capacidades de las milicias del Ejecutivo liderado por Fayez Sarraj.  Asimismo, al-Mismari ha advertido durante una rueda de prensa de la “artillería del Gobierno de Sarraj” que amenaza los barrios residenciales del área de Qasr Bin Ghashir, al sur de Trípoli, y ha señalado que “se están produciendo enfrentamientos en el área de Al-Hadba”. Además, ha informado de que el terrorista egipcio Abu Al-Yazqan del frente de Al-Nusra de Al Qaeda se encuentra en Trípoli. 

El brigadier Ahmed al-MIsmari, portavoz del LNA, habla durante una conferencia de prensa en su oficina de Bengasi el 20 de abril de 2019

Al-Mismari ha hecho estas declaraciones después de que uno de los terroristas más destacados del norte de África, el egipcio Hisham al-Ashmawy, acusado de perpetrar varios ataques contra el Ejército y la Policía egipcios, así como el intento de asesinato del exministro de Interior Mohamed Ibrahim, fuese ejecutado este miércoles, según informaron las Fuerzas Armadas y el abogado del reo.

Durante esta rueda de prensa ha criticado que la decisión de Sarraj de traer soldados sirios, aliados del presidente turco, para luchar en Trípoli ha costado al Banco Central enormes cantidades de dinero. El periódico British Guardian emitió un informe –según ha explicado Al-Mismari- que confirma que los combatientes sirios firmaron una serie de contratos en los que se establece que sus sueldos ascienden a 2000 dólares mensuales; sueldos que serían pagados supuestamente por el GNA

El ministro del Interior de Libia, Fathi Bashagha

Por su parte, el ministro de Interior del GNA, Fathi Bashagha, ha confirmado que cambiarán su estrategia de una defensiva a otra más combativa para así expulsar a las fuerzas de Haftar de Trípoli. Bashagha informó a Reuters de su intención de tomar medidas para sacar a Haftar de la capital, tras indicar que las fuerzas del Ejército Nacional Libio habían atacado Trípoli y el aeropuerto internacional de Al-Maiteqa con 60 misiles durante la semana pasada.

Fathi Bashagha ha admitido que “sus esperanzas de que continúe el alto el fuego se han visto frustradas” y ha hecho un llamamiento a Estados Unidos y a Reino Unido para que “presionen a los países que apoyen a Haftar y así acabar con la crisis humanitaria que asola a Trípoli”.  Las autoridades del aeropuerto de Mitiga anunciaron el pasado lunes de la suspensión de la navegación aérea en el aeródromo después de que fuera atacado por las milicias de Haftar con cohetes BM-21 Grad, según ha recogido el Middle East Monitor.

Esta fotografía tomada el 28 de febrero de 2020 muestra a personas inspeccionando los daños dentro de un edificio tras un ataque con cohetes

Las fuerzas del GNA han reconocido este jueves haber atacado las baterías de artillería de las fuerzas de Haftar en el sur de la capital, Trípoli. A través de un comunicado, el centro de la operación Volcán de Furia, una campaña militar lanzada por las fuerzas del GNA, informó que habían atacado las baterías de artillería de Haftar que este martes bombardearon el aeropuerto internacional de Mitiga, según ha informado la agencia de noticias turca Anadolu.

Al mismo tiempo, el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, ha criticado que Haftar y las milicias que le son leales continúen violando el alto el fuego, según recoge The Lybian Observer. Además, ha instado a la comunidad internacional a buscar una salida pacífica a la cuestión libia y ha recordado que su país está al lado del gobierno legítimo de Libia, reconocido internacionalmente, al que seguirá prestando su máximo apoyo.

Más de ocho años después del derrocamiento de Muamar Gadafi, Libia sigue siendo víctima de graves crisis políticas, divisiones sociales y problemas económicos. La violencia armada ha desplazado a miles de familias, ha dañado la infraestructura básica del país y ha afectado gravemente al acceso de los más vulnerables a servicios básicos. Según el Panorama de las Necesidades Humanitarias para 2020 elaborado por Naciones Unidas, el conflicto ha afectado a aproximadamente 1,8 millones de personas, incluidos 268.000 niños. 

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