Marruecos cambia a Francia por Israel como socio espacial

Marruecos quiere mejorar su red de satélites espaciales. La tensión en la región y la carrera – en la que cuenta con amplia ventaja sobre su rival argelino – por el liderazgo del norte de África obligan a Rabat a aumentar sus esfuerzos en todos los sectores. El espacial es uno de los más importantes, y buena prueba de ello es el acuerdo alcanzado con Israel Aerospace Industries (IAI) para la renovación de dos de sus satélites de observación.
Israel por delante de Francia
Si algo ha dejado claro el Gobierno marroquí es que no le va a temblar el pulso a la hora de priorizar aliados, si de ellos depende la calidad del acuerdo. Así lo ha dejado ver una vez más desplazando a un lado a Francia, quien, junto a Airbus y Thales Alenia Space, era responsable de los satélites anteriores con los que cuenta el reino alauí. Ahora, Israel adelanta a los franceses y se encargará de reforzar las capacidades tecnológicas del país.

IAI actúa como “contratista principal o subcontratista en grandes programas de dominio aeroespacial, terrestre, marítimo y cibernético”. Cuenta con una amplia gama de armamentos, desde sistemas aéreos no tripulados hasta robótica terrestre, pasando por un gran catálogo de armas guiadas y municiones. Pero su especialidad gira en torno a la modernización de helicópteros militares y aviones, por lo que, sumado a su experiencia con satélites de reconocimiento, ha hecho que Marruecos se descante por esta empresa.
Y no lo hace únicamente por renovar los satélites que ya tiene. El Gobierno de Aziz Akhannouch quiere incorporar nuevos satélites de observación, concretamente los OptSat-3000. Estos satélites de última generación, producidos por IAI, ofrecen una resolución de 40 cm, frente a los 70 cm de los actuales satélites Mohammed-VI.
Los motivos del distanciamiento marroquí con Francia
Las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Francia no atraviesan su mejor momento. En realidad, llevan tiempo sin hacerlo. Por un motivo u otro, las desavenencias entre París y Rabat no han sido precisamente pocas en los últimos años. Los acontecimientos recientes no han alejado una tónica que ha terminado por acabar en un distanciamiento hasta el punto de dejar de lado a los franceses y buscar un nuevo socio en el sector espacial.
Sin embargo, desde Francia quieren cambiar esta tendencia. Para ello, el nuevo ministro de Exteriores galo, Stéphane Séjourné, ha comenzado un acercamiento con Marruecos o, al menos, ha mostrado la predisposición de su país a reconducir sus lazos diplomáticos. En una entrevista publicada el pasado domingo por el diario francés Ouest France, el ministro aseguró que el presidente Emanuel Macron le “pidió personalmente implicarse en la relación franco-marroquí”.
Quieren hacer de los lazos con Marruecos una prioridad, pero si hay una barrera que salvar sigue siendo la carpeta del Sáhara. No es ningún secreto que las relaciones diplomáticas de Marruecos con el resto de país están enormemente condicionadas por el apoyo a la propuesta marroquí para la autonomía del Sáhara bajo soberanía marroquí. Y, aunque crecen los rumores sobre un posible reconocimiento de Francia del Sáhara marroquí, todavía no se da ese fundamental paso.
Si bien es cierto que entre Rabat y París existen todavía diferencias – que tampoco se han preocupado con esconder con el rechazo marroquí de la ayuda francesa durante el terremoto que asoló Marruecos o la expulsión de dos periodistas galos por no tener su acreditación en vigor –, el reconocimiento del Sáhara marroquí, como ya hicieran Estados Unidos, España o Alemania, sería un paso clave. De ahí que, si Francia quiere recuperar su posición como aliado fundamental de Marruecos, este reconocimiento se antoje como esencial en esa reconducción de las relaciones diplomáticas entre ambos países.