Se ponen en marcha los primeros tramos de ayuda financiera del Estado marroquí para los afectados por el terremoto de 6,8 grados en la Escala Richter que asoló diversos enclaves como Al-Haouz, Taroudant, Marrakech, Chichaoua, Ouarzazate, Casablanca o la zona del Alto Atlas en general.
El jefe del Gobierno, Aziz Akhannouch, presidió el lunes en Rabat la quinta reunión de la Comisión Interministerial encargada de aplicar el programa de rehabilitación de viviendas y ayuda planteado según las directrices del rey Mohamed VI e, implementando este mismo, se acordó dar una ayuda de emergencia de 2.500 dirhams al mes durante un año a las familias cuyas viviendas cayeron total o parcialmente a consecuencia del movimiento sísmico ocurrido el 8 de septiembre, la cual se repartirá desde el 6 hasta el 16 de octubre.
Las familias involucradas que no hayan recibido esta ayuda financiera durante el periodo citado podrán reclamar a las comisiones provinciales competentes para que estimen el caso y decidan en consecuencia, como informó en un comunicado oficial el Gobierno marroquí.

La Comisión Interministerial también decidió establecer una iniciativa para acondicionamiento y mejora de accesos en varias carreteras, cuya primera etapa consistirá en abrir y ensanchar la carretera entre Ouirgane y Tlat N'Yacoub y la carretera entre Tizi N'tasset y Tafoughalet, y también para la concesión de ayudas a los agricultores y ganaderos en las zonas afectadas.
El Ejecutivo liderado por Aziz Akhannouch también tomó la determinación de que se activen ya los proyectos de rehabilitación más urgentes, a través de estudios arquitectónicos y técnicos, principalmente en lo relacionado con la reconstrucción y mejora de más de 1.000 centros escolares, más de 40 centros de salud y lugares religiosos y de carácter histórico.
Todas estas iniciativas, que van en beneficio de diversos ámbitos como la vivienda, infraestructuras, cultura, agricultura, turismo, educación, salud, etc., van a contar con la financiación mediante créditos por valor de 2.500 millones de dírhams a través del Fondo Especial destinado a la rehabilitación y ayuda tras la fuerte sacudida que supuso el terremoto, con el objetivo también de acelerar los plazos de ejecución de las obras necesarias. Todo ello después de que se aprobasen todas estas ayudas en una reunión interministerial previa celebrada a finales del mes de septiembre.

El jefe del Gobierno también hizo un llamamiento a los diversos servicios implicados para que continúe la gran movilización de cara a una aplicación rápida e integrada del programa de ayuda y rehabilitación, lo que beneficiará a las regiones afectadas promoviendo su desarrollo económico, social y cultural, como informó la agencia oficial de noticias marroquí MAP.
Ya son varias las reuniones llevadas a cabo por la Comisión Interministerial del Gobierno de Marruecos para hacer frente a las graves consecuencias del terremoto sufrido por el país norteafricano.
A las pocas horas de la tragedia, el rey Mohamed VI se implicó y lideró varias reuniones enfocadas a coordinar el dispositivo de emergencia.
En primer lugar, se movilizó a las Fuerzas Armadas Reales marroquíes y a los servicios de emergencia nacionales para trabajar sobre el terreno en el rescate de víctimas.

Posteriormente, llegó la petición de ayuda a cuatro países (España, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Reino Unido) para que cooperasen sobre el terreno con los servicios marroquíes en tareas de ayuda y rescate de víctimas. El propio monarca Mohamed VI justificó la no solicitud de respaldo a otras naciones que se ofrecieron a colaborar por el principio de soberanía nacional marroquí para tomar sus propias decisiones y por el principio también de que la mejor ayuda es la útil y necesaria, descartando así una sobresaturación de asistencia que podría haber perjudicado la buena coordinación que sobre el terreno tuvieron los equipos de ayuda y emergencia marroquíes y extranjeros que estaban presentes sobre el terreno.
Una vez llevadas a cabo estas primeras intervenciones, llegó el turno para otros cónclaves interministeriales en los que se plantearon otros aspectos, como ayudas económicas a los afectados y planes de reconstrucción para rehabilitar viviendas e infraestructuras dañadas por el seísmo. Incluso también la activación de mecanismos aseguradores por parte del Estado marroquí a través de consorcios de seguros paramétricos, que son aquellos que ayudan a limitar el impacto financiero de eventos climatológicos devastadores o desastres naturales. Así, en el marco del seguro sellado por el Gobierno marroquí en 2020 en caso de catástrofe natural (el primero de este tipo en África), el grupo asegurador Gallagher Re pagará casi 3.000 millones de dirhams a Marruecos, unos 200 millones de euros. También había opción de otra mutua de seguros que cubre el riesgo sísmico en Marruecos, con una cobertura de hasta 1.000 millones de dólares, pero sólo se esperaba un reembolso parcial en este caso.