Mohamed bin Zayed recibe al ministro de Relaciones Exteriores turco
Turquía sigue dando pasos en sus esfuerzos por estrechar los vínculos con los líderes regionales. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan lleva años ganándose a pulso un ambiente de crispación en su política exterior, pero los últimos meses parecen indicar un cambio de tendencia en la estrategia otomana que pretende mostrar una cara más amigable. A la visita de Mohammed bin Zayed al-Nahyan, príncipe heredero de Abu Dabi, a Turquía, se suma ahora la de Mevlut Cavusoglu, ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, a tierras emiratíes. Un nuevo episodio en el acercamiento entre ambos países que parecen entenderse cada vez mejor.
En esta ocasión, el escenario del encuentro ha sido el palacio de Shati, donde bin Zayed y Cavusoglu se reunieron para estrechar los vínculos entre Abu Dabi y Ankara. El ministro turco trasladó los deseos de crecimiento y prosperidad de parte del presidente Erdogan, a los que el jeque emiratí correspondió con un mensaje de estabilidad y desarrollo para el pueblo de Turquía. Durante la reunión se trataron algunos temas de inversión y cooperación económica, así como asuntos políticos en un delicado contexto de disputas regionales también tratado por Emiratos durante la 42ª cumbre del Consejo de Cooperación de para los Estados Árabes del Golfo en Riad.
Ambos representantes estaban de acuerdo en que existe una tarea pendiente en cuanto a cooperación. Tanto Turquía como EAU quieren profundizar en unas relaciones que creen pueden ser muy beneficiosas para los dos países. La participación de los turcos en la Expo Dubái 2020 fue muy apreciada por los emiratíes, cuyo evento está teniendo un papel fundamental a la hora de alinear visiones entre países y buscar la cooperación en el desarrollo sostenible de la comunidad internacional. Este objetivo de sostenibilidad es uno de los considerados más importantes de cara los desafíos globales a los que se debe hacer frente, como el Cambio Climático.
Todo esto fue abordado en una reunión en la que participaron el jeque Tahnoun bin Zayed Al Nahyan, asesor de Seguridad Nacional, Abdullah bin Zayed Al Nahyan, ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, y Mohammed bin Hamad bin Tahnoun Al Nahyan, asesor de Asuntos Especiales del Ministerio de Asuntos presidenciales. La reunión en Emiratos es una continuación de la que fue la primera visita en 10 años del príncipe heredero de Abu Dabi a Turquía, y que refuerza unas relaciones que ya consiguieron un gran impulso en territorio turco con la aceptación por parte de los emiratíes a inyectar 10.000 millones de dólares en Turquía.
Las inversiones en energía y tecnología son los campos en los que se va a centrar la milmillonaria inversión que Emiratos Árabes Unidos va a hacer en Turquía. El fondo de inversión de la capital, Abu Dhabi Development Holding (ADQ) también cerró un acuerdo en materia de cooperación bancaria, sanitaria, portuario y logística, además de la que está prevista sea una fuerte inversión en infraestructuras con el Turkish Wealth Fund (TWF). Esta inyección de capital es un salvavidas para Ankara viendo el momento que atraviesa la lira turca y su continuo desplome en los mercados internacionales.
El distanciamiento que impidió durante tantos años la cooperación entre Emiratos y Turquía llega a su fin impulsado en gran parte por las necesidades que ha dejado el paso de la pandemia de la COVID-19 en todas las economías mundiales. Y no sólo eso. Recep Tayyip Erdogan vive sus horas más bajas desde su llegada a la presidencia de Turquía en agosto de 2014 y ve la inversión extranjera como una de sus únicas alternativas para revertir la situación económica del país. El presidente ha visto en Emiratos un fuerte aliado y no parece haber opción mejor que el líder regional para impulsar la economía turca.
