El festival de Assilah celebra su 43 edición en un momento clave entre las relaciones entre España y Marruecos, la cita cultural de referencia en el norte de África. Además, la posibilidad de que el rey de Marruecos, Mohamed VI, pueda visitar Argelia en el marco de la cumbre de la Liga Árabe atrae nuevas perspectivas en las relaciones entre Argel y Rabat, al tiempo que el plan de autonomía marroquí gana un mayor apoyo europeo con el respaldo ahora de Bélgica. Nourdine Mouati, consultor y experto analista internacional, analiza toda esta actualidad.
Señor Mouati, usted ha participado en el festival de Assilah ¿qué representa este festival tanto para Marruecos como también para lo que es la escena cultural, social, económica y política de toda la región?
El festival de Assilah es uno de los festivales más longevos de la cuenca mediterránea. Una cita anual donde se juntan tanto artistas como intelectuales de todo el mundo y donde se analizan y se debaten asuntos globales desde una perspectiva tanto humanista como africana.
Quiero insistir en esta visión africana. Uno de los fundadores mecenas de este festival Mohamed Benaïsa, ex ministro de Su Majestad de Asuntos Exteriores y también de Comunicación y Cultura, insistía en que antes, hace ya 43 años, cuando se inició esta gran andadura cultural y humanista, no había festivales, no había encuentros, ni seminarios, ni foros en el sur del país, en África y en otros países en vías de desarrollo.
Y ellos hace ya 43 años en un pequeño pueblo del norte de Marruecos han podido sobrevivir durante todo este periodo y proyectarse a nivel mundial con unos medios muy ajustados. Es un milagro cultural y un ejemplo de lo que África puede lograr con pocos medios, pero con mucha voluntad y creatividad.
Como bien sabes y como estás viendo estos días en los que nos acompañas, Asilah es un verdadero vergel cultural y una de las ciudades con mejores infraestructuras culturales del mundo. Aun siendo pequeña tiene dos centros culturales de gran proyección global y una ciudad que también alberga un legado artístico, literario, humanístico, africano y árabe de incalculable valor. Como bien decía Mohamed Benaïsa es el Davos cultural. Hay que elogiar la labor que ha realizado para lograr que esta cita anual sobreviva en las condiciones actuales.
Además, creo que debemos aprovechar nuestra antena y también con la revista Atalayar para animar a que personalidades españolas no dejen pasar esta ocasión porque es una pena que la representación española sea tan escasa teniendo en cuenta que es una oportunidad muy favorable para estrechar lazos.
Sí, desgraciadamente digamos que la participación española en el festival de Assilah, en este foro tan importante tanto como a nivel africano como árabe, es marginal. No se entiende que ahora España tenga esa vocación hacia el continente africano y no participe en una de las citas culturales e intelectuales más importantes de África como lo es Assilah.
Por eso quiero elogiar también vuestra labor, la labor de Atalayar, de estar presentes, conocer de cerca esta importante cita cultural y conocer también a la gente que acude a este foro donde se debaten asuntos globales, insistiendo desde esa perspectiva africana.
Esperamos que tanto la participación cultural española como la prensa y los medios de comunicación actuales se interesen por esta cita, que es muy importante en esa visión del Gobierno y de los intereses de España en su proyección del continente africano y en los países árabes. Esperemos que en la 44º edición haya una participación española importante a gran escala y con otros medios, además de Atalayar.
¿Qué podemos esperar si se confirma oficialmente la presencia del rey de Marruecos Mohamed VI en la cumbre de Argel de la Liga Árabe?
Va a ser un hecho histórico, especialmente conociendo un poco los últimos acontecimientos que ha habido en esa política hostil desgraciadamente del régimen argelino hacia Marruecos. Como bien has mencionado, Su Majestad siempre ha tendido la mano. Marruecos es un país de paz, es una nación estable que aspira a tener las mejores relaciones con sus vecinos y principalmente con Argelia, a la cual nos unen lazos fraternales y creo que esta visita marcará un punto de inflexión en las relaciones.
Lo esperamos y seguro que el pueblo de Argelia reservará una acogida muy cercana y empática hacia Su Majestad. Todos deseamos que las relaciones entre los países hermanos, Argelia y Marruecos, sean las mejores posibles. Compartimos muchos lazos a nivel cultural e incluso familiares, y esperamos que los dirigentes militares de Argelia se den cuenta del gesto de esta visita e inicien ese proceso de vuelta y normalización de las relaciones. Es importante para estabilizar una zona como es el Magreb y para encontrar solución al gran desafío que es el Sahel. Creo que va a ser un hecho histórico que va a cambiar muchas cosas en la región para bien y esperemos que la Junta Militar que gobierna Argelia se dé cuenta de que es hora de enterrar el pasado.
Nosotros durante este festival de Assilah hemos hablado de este tema. Ha habido una importante conferencia sobre el separatismo en el continente a la que han venido dirigentes de muchos países; desde Mali, Chad, Mauritania o incluso Arabia Saudí, personas que siguen de cerca los asuntos africanos. Con ellos hemos insistido en que los separatismos, al final, destruyen el futuro de África, y todos hemos compartido esa visión panafricanista, de federación de los 54 países que conforman este continente de gran proyección hacia el futuro. Esperamos que esos conflictos, como el de Argelia y Marruecos, se solventen y podamos tender juntos hacia esa tan ansiada unión africana.
En un momento en el que el Covid ha castigado a estas economías del norte de África y sigue soportando otras crisis como la energética o la alimentaria causada por la invasión rusa de Ucrania, creo que los ciudadanos marroquíes y argelinos podrían beneficiarse de esa buena relación, con la apertura de la frontera, el espacio aéreo e incluso podrían defender sus intereses frente a la Unión Europea, China, Rusia o Estados Unidos, ¿verdad?
Sí, además es de lógica. Marruecos es una potencia agrícola mientras Argelia destina mucho dinero a comprar alimentos: hay una complementariedad entre ambos países. Argelia tiene unas reservas de gas, Marruecos está ahora diversificando sus fuentes de energía como con las energías renovables, pero son dos economías complementarias.
La mano de Su Majestad siempre ha estado tendida y ahora les toca mover ficha a los dirigentes de Argelia. Que se den cuenta de una vez por todas que Marruecos es un país hermano y con él podemos construir un futuro muy importante en todo el norte de África. La integración de los 5 países del Magreb fue una idea que apadrinó Hasán II pero que desgraciadamente ha sido desechada por países que buscan apoyar y generar conflictos apoyando a movimientos separatistas.
Es ahora, como bien se dijo en este foro de Asilah por parte de varios dirigentes africanos, de olvidar ese pasado colonial que nos ha generado movimientos separatistas, microestados que son inviables y problemas que afectan también al continente europeo. Por ello hay que atender hacia esa visión de integración entre los países, de más complementariedad y cooperación entre todos los países que conforman el continente del futuro que es el continente africano.
Argelia está también sucumbiendo a la crisis de Ucrania y está notando el aumento de los precios en la alimentación. Marruecos en ese aspecto, y si ustedes están al tanto, es un país potencia en los fertilizantes, de los que va a destinar un gran donativo para países africanos con el objetivo de que no se vean afectados por este crecimiento incontrolado de los precios.

Y, además, que puedan sentarse a negociar en el marco de Naciones Unidas esa propuesta de autonomía de Marruecos que, por cierto, en las últimas horas ha recibido también el respaldo de Bélgica. Otro país europeo que, junto con Alemania y España, están apoyando una solución en favor de los saharauis.
Sí, ayer tuvimos la visita de la ministra de Asuntos Exteriores de Bélgica, Hadja Lahbib, que por cierto es de origen cabil, de Argelia. Bélgica ha mostrado su apoyo al plan de autonomía marroquí, que es un plan principalmente para que esa gente que vive en los campamentos de Tinduf y que vive en condiciones muy precarias puedan volver e instalarse en ese país natal que es Marruecos. Para que esa porción, que es del sur de Marruecos, pueda volver y dar ya carpetazo a este conflicto que ya ha durado mucho tiempo y que desgraciadamente lo ha hecho porque los dirigentes de Argelia han financiado y armado a un movimiento separatista militar responsable de varias tragedias y asesinatos.
En un mundo globalizado, con los desafíos que tenemos con el cambio climático y con la crisis alimentaria, ya no tiene razón de ser que estos países apoyen a movimientos separatistas que, al final, degeneran, como lo hemos visto durante estos últimos años, en movimientos terroristas que amenazan la estabilidad de varios países.
Yo creo que ya es hora de solucionar este conflicto artificial. Ya es hora de que Argelia se siente en la mesa de negociación. Marruecos ha sido siempre un país generoso hacia Argelia y hacia sus vecinos y creo que al final lograremos esa tan ansiada paz en una zona tan delicada como lo es el Sáhara o la zona del Sahel.
Con el apoyo de Bélgica, que primero se inició con el apoyo de Estados Unidos, luego de Alemania y luego de España, queda claro que es un conflicto que no tiene razón de ser y que es hora de que haya paz. Y la mejor solución es el plan de autonomía de Marruecos que ha pregonado desde 2007 para que esta gente que vive en condiciones precarias y que viven sometidos a un grupo militar puedan volver a sus casas, reencontrarse con su familia. Al fin, que podamos generar una zona de prosperidad entre Marruecos y Argelia.