La Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, ha presentado su informe 'No habrá prosperidad sin justicia: la relación entre el Reino Unido e Irán'. El informe, que ha sido realizado durante este año, plantea una serie de medidas que el Gobierno británico debería adoptar para su futura relación con el régimen de los ayatolás.
La propuesta de esta nueva relación se debe al impacto que las acciones de Irán están llevando a cabo y sus injerencias en las situaciones y conflictos que afectan a terceros países de la región, como son el caso de Irak, Yemen, Líbano o el territorio palestino.
Posiblemente, la proposición que más peso tenga en el informe, es la que trata la designación del conjunto de la Guardia Revolucionaria de Irán como grupo terrorista. Según el informe elaborado por el Comité de Asuntos Exteriores, las actuaciones de la IRGC en el apoyo de grupos terroristas y milicias armadas, a través de la instrucción, el apoyo logístico o la financiación, estarían recogidos en la Ley de Terrorismo británica del año 2000, mediante la cual se podría aplicar dicha designación.

El presidente de la Comisión, el parlamentario conservador Tom Tugendhat, considera este paso como algo "natural" dada la vinculación de la IRGC con la violencia y el terrorismo en la región de Oriente Medio. También, como se señala en el informe, la inclusión de la IRGC en este listado de grupos terroristas continuaría las restricciones y sanciones que ya impuso la Unión Europea a algunos de sus miembros, y la designación como organización terrorista extranjera por Estados Unidos el año pasado.
Sin embargo, esta propuesta relativa a la IRGC, no es la única que recoge el informe de la Comisión. Otra de las propuestas es la de buscar un nuevo acuerdo que sustituya el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), firmado en 2015 entre varias potencias nucleares e Irán, con la mediación de la Unión Europea, para controlar y reducir el programa nuclear iraní y, en particular, sus reservas de uranio enriquecido y sus centrifugadoras de gas.

El informe pretende construir un nuevo acuerdo en el que Reino Unido, ahora fuera de la UE, desempeñe un papel fundamental en su consecución. El JCPOA ha sufrido varios altibajos, debido en parte a la salida de Estados Unidos del acuerdo bajo la Administración Trump, y la aplicación de más sanciones a Irán. Además, tras la muerte de Qassem Soleimani en un ataque estadounidense en Bagdad, Irán anunció que continuaría con su programa nuclear. Además, tras la muerte también del científico Mohsen Fajrizadeh, Irán se reafirmó en esa decisión.
Tom Tugendhat, ha comentado al respecto que las "buenas intenciones que llevaron al acuerdo en 2015" no ocultan que el acuerdo se construyó sobre una base muy débil que ahora debe ser fortalecida. en ese sentido, el parlamentario 'tory' apunta a que la llegada de Joe Biden puede facilitar ese nuevo acuerdo que sustituya al JCPOA.

Por último, el informe se centra en aspectos relacionados con la población civil, la protección del pueblo iraní y la vulneración de derechos que lleva a cabo Teherán. En particular, hay una cuestión que apunta el informe y es la detención de ciudadanos con la doble nacionalidad britanico-iraní, y que debe ser considerada como una toma de rehenes por parte de Irán. A este respecto, el informe propone una mejora de las labores consulares para la protección de estas personas y sus familias ante los excesos de las autoridades iraníes.
Todo lo presentado por este informe que ha realizado la Comisión de Exteriores de la Cámara de los Comunes, debe ser estudiado ahora por el Gobierno británico que encabeza Boris Johnson y, en su caso, ser aprobado.