Al subestimar la invitación de Reporteros sin Fronteras a respetar la libertad de prensa y poner en libertad a los detenidos de opinión, encabezados por el periodista El Kadi Ihsane, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune ha recibido, esta mañana, un verdadero golpe al conocer el voto de la resolución del Parlamento Europeo, que va en el mismo sentido.
Esta resolución no sólo recuerda al gobierno argelino que su violación de las libertades preocupa a toda Europa, sino que, lo que es aún más grave, confirma el aislamiento de Argel en la escena internacional. Con sólo 4 votos en contra de esta resolución, mientras que 536 votaron a favor, está claro que el régimen argelino no tiene muchos amigos, por no decir ninguno. De hecho, el régimen argelino tiene clientes, pero no amigos. Esto es grave para Tebboune y su equipo, que afirman constantemente que la diplomacia argelina ha recuperado su antiguo esplendor.
Por su parte, RSF ha acogido con satisfacción la resolución en palabras de su representante en la UE, Julie Majorczak, que ha escrito: "Con esta resolución, el Parlamento Europeo ha demostrado que no tiene intención de permanecer en silencio ante la represión de los medios de comunicación independientes que quedan en Argelia, a pesar de que este país es un importante socio económico". Dado que la apelación de Ihsane El Kadi se conocerá en los próximos días, instamos a la Comisión Europea y a los Estados miembros de la UE a que hagan todo lo posible para que este periodista recupere su libertad. Las autoridades argelinas deben darse cuenta de que amordazar a los medios de comunicación es un camino peligroso que, en última instancia, no les beneficiará.
En los próximos días podemos esperar una salva del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que denunciarán la lista de periodistas, políticos y blogueros calificados de terroristas, publicada hace algún tiempo en el boletín oficial.
Han comenzado tiempos difíciles para los generales argelinos, que creen gozar de impunidad en el concierto de las naciones chantajeando con su gas desde el estallido de la guerra ruso-ucraniana.