El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, mantuvo este martes, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, un encuentro con su homólogo iraní, Hasán Rohaní. La reunión, que según recoge fuentes de EFE, despertó interés entre otros Estados, se celebró a iniciativa española, en un intento, según señalan desde Moncloa, de evitar una mayor escalada de las tensiones en Oriente Medio.
El jefe del Ejecutivo español señaló a Irán como un actor clave y de gran influencia en la región y llamó a que ejerza un “rol de moderación y de control”. De esta manera, España evita posicionarse con Alemania, Francia y Reino Unido, países que suscribieron un comunicado responsabilizando a Irán de los ataques a Saudi Aramco. El Ejecutivo de Sánchez considera que no tiene evidencias suficientes para alinearse con las potencias europeas.

Ante la presión de carácter económico ejercida por Estados Unidos, y las tensiones que se están agravando en la región del Golfo, en su encuentro con Rohaní Sánchez pedía que Irán no se desvincule del acuerdo nuclear de 2015, el cual “sigue siendo un instrumento válido y hay que darle una oportunidad”. Tras la retirada del acuerdo de 2015 por parte de Estados Unidos durante el mandato de su actual presidente, Donald Trump, Teherán ha mostrado su insatisfacción con resto de países firmantes europeos a la hora de garantizar sus intereses económicos. El pacto establecía el levantamiento de sanciones sobre el país persa a cambio de la restricción de su programa nuclear.
A pesar de que desde Moncloa niegan que el presidente en funciones se haya posicionado u ofrecido como mediador, en su reunión con Rohaní Sánchez se comprometía con su homólogo a ser el instrumento europeo para evitar las sanciones de Estados Unidos. Posteriormente, en su discurso ante los miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente del Gobierno español mostró su preocupación ante la posibilidad de que “un error (…) degenere en un conflicto de consecuencias graves en Oriente Próximo”, subrayando la necesidad de diálogo y “contención entre las partes” para reducir la tensión en Golfo. Lo cierto es que explícitamente el presidente español abogó ante la Asamblea por hacer “esfuerzos de mediación” para resolver la crisis. Para Sánchez “el desmantelamiento del acuerdo nuclear con Irán significaría un gran fracaso internacional” ya que “constituye un elemento clave de la lucha contra la proliferación nuclear y un hito esencial para la seguridad de la región”, recoge EFE.