Con motivo de su Semana de la Comunicación, Europea Media organizó una mesa redonda con periodistas expertos en información internacional para abordar en su programa en directo la retransmisión de la guerra en Ucrania. El panel de expertos, moderado por Rosa María Mateos, fue compuesto por Javier Martín Domínguez, periodista con una gran experiencia en la cobertura de conflictos internacionales y miembro del Club Internacional de Prensa; Javier Fernández Arribas, director de Atalayar y Fernando Ávila, profesor de la Universidad Europea y periodista internacional.
La mesa redonda titulada “Guerra Informativa y de Redes en Ucrania”, trató acerca de cómo los medios de comunicación y los aficionados informan sobre la guerra abierta tras la invasión rusa a Ucrania la madrugada del 24 de febrero. Una guerra que muchos, como coincidieron los ponentes, llaman de la “primera guerra in situ”. El teléfono móvil e internet se han convertido en las principales herramientas y canales de difusión de contenido proveniente de los frentes de batalla.
“No solo los móviles, sino también los satélites”, señaló Martín Domínguez, primer ponente en intervenir. “La tecnología está permitiendo a las potencias seguir el movimiento de tropas en directo. Con nitidez y geolocalización exacta. Es un cambio para la información pública, y también para la inteligencia militar”, añadió. Una información que, de acuerdo con el Martín Domínguez, los estados implicados en la guerra están “controlando y filtrando mucho”. Hizo referencia a uno de sus libros de cabecera “The First Casualty”, para recordar que la primera víctima de las guerras es la verdad, una constante desde la decimonónica guerra de Crimea, que contó con el primer periodista de guerra de la historia. “Si un bando no oculta o controla la verdad, le está dando la ventaja al enemigo”.

Martín Domínguez apuntó en su intervención, que algo muy significativo del conflicto en Ucrania es el papel de los dirigentes opuestos, Putin y Zelenski. Ambos son grandes protagonistas mediáticos y actores del control de la información. “Estamos viendo a dos maestros del control de la información. Putin y Zelenski. Es algo inédito. Dos jefes de Estado siendo la punta de lanza de la batalla informativa”.
El control férreo que se está ejerciendo sobre la información que viene de Ucrania es un punto en el cual Javier Fernández Arribas coincide con su compañero Martín Domínguez. “No están dejando a los periodistas pasar a la primera línea de batalla. Nos llegan sobre todo imágenes de los resultados de los bombardeos, pero no es como en Bosnia o en Kosovo”, comentó Fernández Arribas.
Zelenski está usando la información de una forma similar a la del Gobierno separatista de Bosnia durante el asedio de Sarajevo en la guerra de Yugoslavia, según relata Fernández Arribas. “El Gobierno tenía tres equipos de televisión listos para salir a grabar los resultados de los bombardeos enemigos. Hacían lo que llamábamos ‘shopping’, es decir, en cuanto terminaba el bombardeo, obtenían material de la destrucción causada por el ataque, para posteriormente enviar esas imágenes a las cadenas de televisión occidentales. Así el Gobierno de Sarajevo tenía algo con lo que negociar y pedir la intervención internacional, tal y como sucedió a posterior”, dijo Arribas, y compara esa situación de los años 90 con la que en 2022 se está dando por parte de Zelenski para obtener el apoyo y las armas de los países de occidente. Martín Domínguez añadió que “es una guerra que está levantando muchas sensaciones y emociones. Ha revivido a la OTAN y ha cohesionado mucho a la Unión Europea por la presencia de un enemigo común”.

El director de Atalayar valoró también las apariciones de Zelenski por retransmisión en parlamentos occidentales, o en el Foro de Doha. Un logro, según Fernández Arribas, de Zelenski, que consigue sortear los ataques de misil rusos. “Alguien debe de estar ayudando a Zelenski proporcionando la asistencia técnica suficiente para encriptar sus retransmisiones. Si Rusia captase la señal de Zelenski, podría ser capaz de bombardear su posición y neutralizarle”, resumió, tal y como sucedió con la periodista rusa asesinada en Kiev con un misil de precisión.
La mesa redonda comentó también la visiblemente mala capacidad militar rusa en este conflicto. Mucho menor de lo que se esperaba de la segunda potencia militar del mundo. Radios anticuadas que permiten a los ucranianos interceptar las comunicaciones, vehículos civiles de pésima calidad o una línea logística incapaz de abastecer a las tropas, que abandonan sus vehículos blindados o se retiran en desbandada. “De mientras, Rusia muestra sus últimos hitos tecnológicos, y no sabemos hasta qué punto son reales”.
Tal y como coincidieron los tres periodistas, la información que se está dando e interpretando del lado ruso de la contienda debe de ser totalmente distinta a lo que se percibe desde el lado occidental. Sin contar, tal y como analiza Martín Domínguez, el contexto ruso y su población.
Por lo que comentaron los ponentes, entre la visión occidental y la rusa, salvando a las élites del país que constituyen una clara minoría, hay un abismo. Los rusos, con la televisión controlada en mayor parte por el estado, ven la guerra de Ucrania bajo el prisma de una propaganda que desde años ensalza los logros de la Unión Soviética, el Imperio Ruso, y un pasado glorioso.
Una visión, que como lamentaron los ponentes, a veces incluso, llega a penetrar en occidente, una situación de la que hay que cuidarse.