Las relaciones franco-marroquíes se enfrentan a retos en medio de la disputa territorial

Los círculos políticos y los analistas marroquíes expresan sus dudas sobre las posibilidades de una reconciliación sólida entre Marruecos y Francia. A pesar de los recientes intentos de acercamiento, muchos creen que estos esfuerzos siguen limitándose a meros mensajes políticos “positivos” sin acciones sustanciales. El principal obstáculo a superar es el reconocimiento del Sáhara marroquí.
Como informa el medio Al-Arab, el presidente francés, Emmanuel Macron, transmitió sus deseos de reforzar las relaciones bilaterales en un telegrama dirigido al rey Mohamed VI con motivo de su vigésimo cuarto aniversario de ascenso al trono. Al tiempo que elogiaba los logros y la modernización de Marruecos bajo el reinado del Rey, Macron subrayó que Francia siempre ha dado prioridad a la cooperación con Marruecos.

Sin embargo, existen dudas sobre la sinceridad de estos mensajes, especialmente dada la ausencia de cualquier indicación sobre la visita de Macron al Reino, anunciada anteriormente pero que nunca ocurrió. Los expertos opinan que es esencial adoptar medidas y decisiones concretas, ya que las recientes acciones francesas han afectado a los intereses de Marruecos en diversas cuestiones.
El profesor Mohamed Lakrini, experto en Relaciones Internacionales y Derecho, sugiere que Macron necesita rectificar sus posiciones anteriores sobre Marruecos, como la acusación del caso de espionaje Pegasus, las restricciones de visado para los marroquíes, las visitas oficiales pospuestas y la falta de comunicación entre los líderes; incluida la ambigüedad sobre la cuestión de la integridad territorial marroquí.
El rey Mohamed VI dejó claro en sus discursos que la amistad de Marruecos con otras naciones está supeditada al respeto de su soberanía e integridad territorial. Esto se puso especialmente en evidencia después de que varios países, entre ellos Estados Unidos, España, Alemania e Israel, reconocieran la soberanía marroquí sobre el Sáhara.

El reciente reconocimiento oficial de la soberanía marroquí por parte de Israel animó a las élites políticas y académicas francesas a instar a Macron a adoptar una política más clara sobre la integridad territorial de Marruecos. La falta de claridad en la postura de Francia sobre la cuestión del Sáhara ha contribuido a la divergencia diplomática entre ambos países.
La exministra francesa de Justicia y alcaldesa del séptimo distrito de París, Rachida Dati, elogió la iniciativa marroquí de autonomía en el Sáhara, reconociendo su impacto positivo en la paz y el desarrollo de la región que condujo a múltiples reconocimientos internacionales de la soberanía de Marruecos.
Sin embargo, el reciente telegrama enviado por el rey Mohamed VI al presidente Macron en el día nacional de Francia evitó abordar cualquier asunto relacionado con las relaciones marroquí-francesas, lo que refleja la crisis en curso.
Desde el punto de vista diplomático, Marruecos puso fin a las funciones de su embajador en Francia en enero de 2023, lo que indica la gravedad de las tensiones.

A pesar de los intentos de Macron de utilizar discursos políticos y diplomáticos para resolver la crisis, expertos marroquíes en Relaciones Internacionales, como Hisham Mu'tadid, sostienen que los meros protocolos y visitas formales no serán suficientes para abordar las diferencias políticas subyacentes.
En particular, Francia parece incómoda con la participación de Marruecos en acuerdos con Israel y Estados Unidos, junto con el reconocimiento por Washington de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Estas acciones tienen implicaciones para las relaciones franco-marroquíes.
Las disputas políticas entre Marruecos y Francia, sobre todo en relación con la cuestión del Sáhara, siguen siendo un reto importante para restablecer plenamente su relación bilateral. Se requieren acciones y decisiones concretas para restablecer la confianza y avanzar positivamente.